El cambio de guion de los grandes bancos centrales ha pillado al mercado con el paso cambiado. Sus alertas han impuesto la cautela en muchos cuarteles de inversión y el vuelco de sus carteras. En DWS, la gestora de Deutsche Bank, ya han trazado su lista de activos estrella con los que esperar la que en junio de 2020 podría ser la primera subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) en 13 años.

Los gestores de DWS son tajantes: “Actualmente, estamos a la defensiva y estamos asumiendo un riesgo por debajo del promedio”. Esta es la estrategia por la que han optado después de concluir que hay pocas expectativas de que la economía mundial se recupere a corto plazo y convencidos de que las disputas comerciales van a permanecer por un tiempo mientras que los bancos centrales van a seguir brindando su “apoyo” a los mercados.

Mientras se mantengan las políticas acomodaticias, o incluso se refuercen mediante la recuperación de viejos estímulos, los expertos de DWS señalan que, “siempre que no haya más deterioro económico, utilizaríamos las caídas del mercado como una oportunidad para asumir un mayor riesgo”, ante el convencimiento de que este no será el año en el que llegará a producirse una recesión.

"Siempre que no haya más deterioro económico, utilizaríamos las caídas del mercado como una oportunidad para asumir un mayor riesgo"

Con este telón de fondo, los analistas consideran que en su hoja de ruta hasta junio de 2020 no hay valor alguno en las emisiones de deuda soberana de EEUU, Japón y la Eurozona. “No vemos ningún aumento en los rendimientos de los bonos federales de EEUU”, señalan a la par que rechazan tomar posiciones en títulos europeos “cuyos rendimientos son bajos o incluso negativos”, señalan en un informe de reciente publicación. Solo tienen pase para los expertos los bonos a dos años de EEUU y Japón y los italianos de vencimiento a una década.

En el mercado de renta fija, solo tienen cabida en la cartera de DWS para el próximo año cédulas hipotecarias y bonos corporativos de alta calificación crediticia -los que se conocen como de grado de inversión- de Europa y EEUU. En el caso del Viejo Continente, también incluyen los bonos ‘high yield’, aunque advierten de la necesidad de ser selectivos en la elección de títulos en esta categoría. Una premisa que también se aplica a las emisiones de mercados emergentes.

LOS EFECTOS DE LA GUERRA COMERCIAL

A tenor de la estabilidad del precio oficial del dinero que se ha decretado en las grandes economías mundiales, los expertos de la casa germana observan “una tendencia lateral del dólar estadounidense durante los próximos doce meses”. Así, no consideran que la inversión en ninguno de los pares más recurrentes del mercado de divisas sea ninguna opción estrella hasta el verano del año próximo. Aunque Pekín podría jugar a la devaluación de su moneda para ganar competitividad, los analistas consideran que “no estará dispuesto a dejar que su moneda se deprecie demasiado”.

Todas estas premisas son las que conducen a la gestora a sobreponderar para los próximos meses la renta variable, especialmente la estadounidense y la emergente, en la que ven más potencial. De este grupo de activos subrayan que “las acciones están listas para beneficiarse de un entorno de bajos tipos de interés”, si bien advierten de que “la mayoría de los índices se han acercado a sus valores objetivo con el ‘rally’ de primavera”. No obstante, advierten de que un recrudecimiento de la guerra comercial entre EEUU y China podría impactar también en los vecinos del país asiático, por eso se han puesto neutrales en los mercados bursátiles del continente a excepción de Japón.

"La mayoría de los índices se han acercado a sus valores objetivo con el 'rally' de primavera"

Por sectores, con un horizonte más ceñido a los tres próximos meses, el preferido de estos expertos es el de los valores financieros, lo que incluye también entidades financieras. La advertencia negativa es para los valores inmobiliarios, único bloque con indicador de inversión en rojo de los 11 en los que DWS divide el mercado. A excepción de los dos señalados, el resto figura en ámbar, lo que indica extremar la cautela en la selección de valores, ya sea por sus propios fundamentales como por su exposición al ciclo.

En un momento de mercado en el que los volúmenes se concentran en las grandes cotizadas, pero aumenta la búsqueda de refugio en los valores de menor capitalización, que suelen estar menos expuestos al ciclo económico, los analistas de la firma germana hacen una clara diferenciación entre EEUU y Europa. Mientras que para los próximos meses prefieren invertir en ‘smallcaps’ europeos, recomiendan alejarse de sus comparables norteamericanas.

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