Las acciones de ACS lideraban las caídas del Ibex 35, con un desplome al cierre de un 4,2% hasta los 36,56 euros que se comparaba con el descenso del 0,9% que registraba el principal selectivo madrileño a la misma hora. La razón, la tormenta desatada tras los decepcionantes resultados presentados ayer por Cimic, la división australiana de su filial alemana.
Cimic, controlada por la alemana Hochtief (a su vez controlada por ACS), anunció este miércoles que su beneficio neto aumentó un 1,1% hasta los 367 millones de dólares australianos, unos 229 millones de euros al cambio actual, en los primeros seis meses de este año. Los ingresos se mantuvieron estables en torno a los 7.000 millones de dólares australianos, unos 4.380 millones de euros, mientras que la previsión de su beneficio neto para este año se mantiene entre 790 y 840 millones de dólares australianos (entre 493 y 524 millones de euros).
“En el punto medio de 2019, el Grupo CIMIC se mantiene en una sólida posición financiera. Nuestro efectivo neto y nuestro trabajo en mano aumentaron constantemente y tenemos una base sólida para el crecimiento rentable”, indicó Cimic en un comunicado.
La opinión de los mercados, sin embargo, no parece tan optimista. Las acciones de Cimic se desplomaron un 18,9% en la bolsa de Sídney, y arrastran en la mañana europea a Hochtief y ACS. Junto a las caídas de más de un 6% de ACS, Hochtief se desploma un 10,8% en Frankfurt. ACS controla el 50% de Hochtief, mientras que la alemana posee el 70% de Cimic.