Agosto, el mes más vacacional de todos, ya está aquí. Y en eso, en el caso del Ibex 35, implica extremar la cautela, porque el índice español es más de caer que de subir en el octavo mes del año. 

Hasta la fecha, el Ibex ha vivido 27 agostos, de los que 15 se han saldado con descensos y 12, con ascensos. De media, el saldo es igualmente bajista: un -0,8%, para ser exactos

MUY MALOS... Y MUY BUENOS

Con menos inversores y menos dinero en el mercado, agosto se convierte así en un mes propicio para una mayor volatilidad. Y para los sustos. Y alguno ha sido morrocotudo. Ninguno, eso sí, como el de 1998, cuando el colapso ruso, con el impago de su deuda y la fuerte devaluación del rublo, provocó un terremoto financiero que, entre otros contagios, dejó un desplome mensual del 21,2% en el Ibex

De manera más reciente también ha habido sustos. Como en 2011, con España señalada ya en primera persona en la crisis de la deuda soberana de la Eurozona y con un cambio de urgencia en la Constitución, en el famoso artículo 135, para reforzar el compromiso con la estabilidad presupuestaria, como contraprestación a las compras de deuda española en el mercado que el Banco Central Europeo (BCE) empezó a hacer ese agosto. Pero ni por esas se evitó que el Ibex se dejara un 9,5% ese mes

O en 2015, cuando China agitó los mercados con la devaluación de su divisa, el yuan. El Ibex saldó ese agosto con un retroceso superior al 8%

También ha habido agostos buenos, eso sí. El mejor, el de 1993, cuando se disparó cerca de un 13%. Y el segundo mejor, el de 2012. O lo es que es lo mismo, el mes en el que comenzó la ‘resurrección’ financiera de los mercados españoles con la bendición del presidente del BCE, Mario Draghi. La prima de riesgo, en los 650 puntos básicos, reflejaba una presión límite que el Ibex acompañaba bajo los 6.000 puntos. En ese momento, el 26 de julio Draghi se comprometió a “hacer todo lo que sea necesario para salvar al euro”, un mensaje que reforzó a comienzos de agosto cuando sembró el terreno para lanzar una nueva medida que aplacara las tensiones de la Eurozona. Aunque el hecho de no actuar ya en ese momento generó una momentánea decepción -el Ibex llegó a caer un 5% el 2 de agosto-, la reacción comenzó de inmediato y el índice español terminó con una subida mensual del 10,1%

El de 2019 arranca ahora con las 'malas pulgas' con las que julio se ha despedido. Tras la caída del 2,5% sufrida el martes, el Ibex ha quedado tocado y por debajo de los 9.000 puntos. El reto pasa ahora por aguantar el soporte del 8.900 para que la que sangría no vaya a más. 

A priori, la digestión que el mercado haga de la bajada de los tipos de interés en EEUU, la evolución de las tensiones en la guerra comercial entre China y EEUU y las novedades en torno al 'Brexit duro' que vocifera el nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, marcarán el devenir de los mercados en agosto. Y las divisas, por supuesto, muy dadas a subir la temperatura de los mercados en el mes más estival de todos. 

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