Alemania en caída libre, guerra comercial entre EEUU y China, Brexit, crisis políticas en Hong Kong, Argentina e Italia, dudas sobre el futuro Gobierno de España… demasiados frentes abiertos para que un tuit de Donald Trump sea suficiente para calmar al mercado durante más de una sesión.
Los inversores vuelven a escuchar el ‘susurro’ de la recesión en los datos macroeconómicos de los últimos días. Y la reacción es inmediata: salir de los activos de riesgo como la bolsa y huir hacia refugios como el oro, cuyo precio alcanzó el martes máximos de 6 años, o la deuda, que este miércoles vuelve a vivir una sesión de fuerte subida de precios, con la consecuente caída de las rentabilidades (que se mueve de manera inversa).
El movimiento se deja notar especialmente en el mercado estadounidense donde, según datos de Bloomberg, la rentabilidad del bono a dos años se ha situado por encima del 10 años por primera vez en una década. Es la conocida como ‘curva invertida’ que ya se había dado en ocasiones anteriores en otros plazos, como sucede desde mayo con la diferencia en los rendimientos de la deuda a tres meses frente al diez años.
En concreto,la rentabilidad de la deuda a 10 años ha llegado a caer hasta el 1,574%, mientras que la del bono a dos años ha llegado a repuntar hasta el 1,664%. Al cierre, 1,581% frente a un 1,583% para los de más corto plazo. La inversión de la curva de tipos ha quedado confirmada. Una anomalía que los mercados interpretan como un indicador adelantado de recesión, pues así ha sido en las siete últimas ocurridas en EEUU… y en nueve de las últimas 12.
En un informe sobre al situación del mercado, los analistas de Bank of America Merrill Lynch indican que la inversión de la curva significa que los inversores están ya “en tiempo de descuento” en el mercado. A pesar de todo, los analistas consideran que aunque la inversión de la curva no tienen por qué anticipar una recesión segura, sí es, como mínimo, una señal de alerta.
La deuda de la Eurozona también ha regresado a mínimos de cotización. El lunes en el que China sobresaltó a los mercados con la devaluación del yuan hubo muy fuertes caídas de tipos a lo largo de la sesión, pero no aguantaron hasta el cierre. Este miércoles, la rentabildiad del ‘bund’ alemán ha profundizado en negativo al -0,656%, mientras la del español ha llegado a caer al 0,159% al cierre de la sesión, también mínimo histórico, si bien los intradía no han superado el 0,124% de la semana pasada. La prima de riesgo ha cerrado en 81,5 puntos básicos.