El tambor de la recesión suena más cerca que nunca en EEUU. La temida curva invertida en los tipos de interés de los bonos estadounidenses ha llegado una década después. Los papeles a diez años ya rentan menos que los de vencimiento en dos y todas las alarmas se han activado. La búsqueda de refugio inversor se ha acelarado y no hace más que engordar la bola de las subidas de precio y bajadas de rentabilidad de los títulos de deuda soberana más sólidos.
Ante este escenario tan poco halagüeño, el Dow Jones se ha apuntado la peor sesión del año. Al cierre ha perdido un 3,05%, que en números redondos se traduce en 800 puntos, el doble de lo que se dejaba en la apertura. Su último cruce ha tenido lugar en los 25.479,42 puntos. El S&P 500 ha retrocedido un generoso 2,93% hasta los 2.840,6 puntos. Su segunda peor jornada de este 2019. El tecnológico Nasdaq se ha dejado por el camino un 3,02% hasta los 7.773,9 puntos.
En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad de la deuda a 10 años ha llegado a caer hasta el 1,574%, mientras que la del bono a dos años ha llegado a repuntar hasta el 1,664%. Al cierre, 1,581% frente a un 1,583% para los de más corto plazo. Una situación que, a pesar de ser señal bastante inequívoca de que una recesión se avecina, ha sido celebrada por el presidente Donald Trump. En su cuenta personal de Twitter ha festejado: "Tremendas cantidades de dinero fluyen hacia EEUU. ¡La gente quiere seguridad!".
La agenda macroeconómica de la sesión ha estado dominada por los índices de precios del comercio exterior, claves en el actual contexto de guerra comercial. Debido al encarecimiento del petróleo, tanto el de exportaciones como el de importaciones han subido un 0,2% en el mes de julio, por encima de lo que aguardaban los analistas en ambos casos. En cualquier caso, de poco ha servido esta referencia para suavizar los miedos de los inversores tras la inversión de la curva de deuda.
En el terreno corporativo, la compañía The We Co, matriz de la firma de espacios de coworking WeWork, ha iniciado los trámites formales para cotizar en la Bolsa de Nueva York. El plan es ofrecer a nuevos inversores acciones de clase A, con un derecho de voto cada una, si bien no ha trascendido el porcentaje de capital a colocar ni la horquilla de precios inicial. En una anterior tentativa, según prensa especializada, la compañía apuntaba a una valoración de 47.000 millones de dólares.
Por la pasarela de resultados trimestrales se ha paseado este miércoles la cadena de almacenes Macy's, cuyas acciones han perdido un 13,2%, el peor descalabro de todo el S&P 500, después de haber publicado un beneficio de 86 millones de dólares en su segundo trimestre fiscal, casi la mitad que hace un año. Los beneficios por acción han caído hasta los 28 centavos, cuando el consenso de analistas de FactSet esperaba 46 centavos. Además, la compañía ha rebajado sus previsiones para el conjunto del ejercicio.
Los pesos pesados de Wall Street han sucumbido a sonoras caídas prácticamente al unísono. La huida del dinero inversor golpea con esta potencia a compañías como Exxon Mobil (-4%), JP Morgan (-4,1%), Caterpillar (-3,2%) y 3M (-3,7%). Las tecnológicas no se han quedado atrás en el castigo y Apple, que ayer dirigía el rebote de la Bolsa de Nueva York, ha caído un 2,98%, porcentaje que Amazon ha batido al alcanzar un descenso del 3,36%.
El mejor comportamiento del S&P 500 se lo ha apuntado la minera Newmont Goldcorp, apenas un 0,8% al alza gracias a la subida del oro hasta los 1.524 dólares por onza. Una cota un 0,67% superior al cierre de ayer martes.