A la espera de todo lo que está por delante, con las reuniones del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal o el ‘caso IRPH’ que tanto inquieta a la banca, septiembre ha mostrado un semblante bien favorable para el Ibex 35 en sus inicios. La primera semana se ha saldado con un avance del 2%, el mayor desde la primera semana de junio, y le deja a las puertas del 9.000, un nivel que ha llegado a tocar este viernes y sobre el que no cierra desde el 1 de agosto. El índice pasará el fin de semana en los 8.990 puntos después de que este viernes haya cedido un mínimo 0,03%.
Este buen saldo se ha apoyado en la mejoría de varios de los pesos pesados del Ibex, que han remontado posiciones en las últimas jornadas. Ha sido el caso de Telefónica, BBVA o Banco Santander, que han firmado avances semanales comprendidos entre el 2,5% y el 4,5%.
Desde un punto de vista geopolítico, la distensión entre China y EEUU, el fracaso -al menos, por ahora- de Boris Johnson en su estrategia de caminar sin remedio hacia un Brexit duro o la solución política alcanzada en Italia han transmitido más tranquilidad a los inversores, que han vuelto con dinero comprador al mercado. Alemania, eso sí, ha seguido enviando señales claras de ralentización económica, una realidad que calienta aún más la expectación ante las nuevas medidas expansivas que el BCE anunciará en su reunión del próximo jueves.
En la última sesión de la semana, Indra ha sido el valor más destacado con una subida del 4,7%, hasta los 8,14 euros, después de ser la empresa elegida para la adjudicación del contrato de gestión del futuro caza europeo. Telefónica, con una subida del 1,1%, ha sido el princial soporte del Ibex. En el extremo opuesto, Meliá se ha dejado más de un 4% y Enagás, un 3,7%.
En la deuda soberana, las ventas han propiciado un repunte de las rentabilidades en las últimas jornadas. El rendimiento del bund alemán se sitúa en el -0,60% y el de los bonos españoles a 10 años, en el 0,20%, con lo que la prima de riesgo española, que resulta de combinar ambos rendimientos, alcanza los 80 puntos básicos. En el mercado de divisas, el euro, que comenzó la semana cayendo hasta los 1,096 dólares, finaliza en los 1,10 a la espera de las novedades del BCE.
En este sentido, Alemania ha vuelto a dar malas noticias este viernes. Allí la producción industrial ha caído un 0,6% en julio. Si bien el dato es más amable que el de junio, choca de lleno con las previsiones de los analistas, que aguardaban un repunte del 0,4% en la actividad de las fábricas germanas. Un nuevo síntoma de que el país se encamina hacia la entrada en recesión técnica en este tercer trimestre del año.