mano-pacto

mano-pacto

Mercados

Bancos, eléctricas o constructoras: dime con quién pactas y te diré dónde invertir

  • Los gestores advierten del riesgo de fragmentación política en los Gobiernos de toda Europa
  • Los analistas descartan una 'gran coalición' PSOE-PP y señalan a los bancos como principales damnificados
12 noviembre, 2019 06:00

Noticias relacionadas

“Empezamos a preocuparnos… la formación de un Gobierno estable parece más difícil ahora que en abril”. Estas palabras de Alvise Lennkh, director de análisis de Finanzas Públicas de Scope Ratings, resumen el sentir general de los analistas tras las Elecciones Generales celebradas este domingo en España. La prudencia se impone entre los analistas sin un claro vencedor que cuente con la mayoría necesaria para gobernar (176 escaños). 

Las grandes firmas de inversión apuntan a un Ejecutivo del bloque de izquierdas liderado por el PSOE como el escenario más probable. Pero todos coinciden en lo difícil que será liderar “con una minoría débil que dependería del apoyo recurrente de otros partidos para cada proyecto de ley”. 

“Los gobiernos inestables son uno de los principales obstáculos para llevar a cabo las reformas necesarias en Europa”, advierten desde Julius Baer. La misma idea maneja el economista de AXA Investments Managers, Gilles Moëc, al indicar que “esta situación de casi parálisis es una de las características generales de la política europea en estos momentos… la nueva coalición de Italia es frágil, igual que en Alemania, mientras el liderazgo de Merkel se desvanece”. 

EN EL PUNTO DE MIRA

Nadie espera que las Elecciones marquen el devenir a largo plazo de la bolsa española, más pendiente de otros factores como los avances en la guerra comercial o en las políticas monetarias de los bancos centrales. Pero la inestabilidad política sí puede dejar en ‘stand by’ muchas decisiones de inversión a medio plazo, sobre todo en sectores que ‘forman parte’ del programa electoral de los distintos partidos.

Es el caso de las compañías del sector financiero y de las eléctricas. Ismael de la Cruz, analista de Investing, recuerda que un acuerdo entre el bloque de la izquierda implicaría medidas como el aumento del gasto público y la consiguiente presión fiscal para conseguirlo. “Estaríamos hablando de subir el impuesto de Sociedades y el IRPF a las rentas más altas”, algo que podría pasar factura a determinados negocios financieros como el de la banca privada o el de las sicavs. Del mismo modo, se plantea igualar el impuesto al diésel al de la gasolina, lo que impactaría negativamente en valores como Repsol, a juicio de los expertos.

Si finalmente gobierna el PSOE, la banca y algunos valores como BME también se verían castigados por la imposición de la ‘tasa Tobin’ para gravar las transacciones financieras. A esto se sumaría la presión que ejercerían desde Unidas Podemos para establecer un tipo mínimo al impuesto de sociedades para los bancos, superior al de otros sectores, como fórmula para recuperar las ayudas públicas. 

En el otro lado de la balanza se situarían farmacéuticas como Almirall o Faes Farma, que podrían reaccionar positivamente al fin del copago en los medicamentos para ciertos colectivos sociales, impulsando la demanda, según recuerdan en un informe de XTB. Constructoras como ACS, Ferrovial y OHL también se beneficiarían del esperado incremento del gasto en infraestructuras, que en los últimos presupuestos rechazados contaban con una partida de 973 millones de euros, un 26% más que en el año anterior, con especial énfasis en la mejora de carreteras.    

LA GRAN COALICIÓN 

En este escenario, los analistas empiezan a abandonar la idea de una ‘gran coalición’ entre PSOE y PP. Desde Bank of America Global Research no descartan, de hecho, que España se dirija a otras Elecciones si el PSOE no logra alcanzar un gobierno minoritario “en el que trabaje con el resto de la izquierda”. 

Aun así, un giro en las previsiones con mayor poder de la derecha también puede afectar a determinadas cotizadas. Los analistas recuerdan que el PP ha basado su discurso económico en la reducción de impuestos que Pablo Casado cifró en 16.000 millones de euros.

Entre otros puntos, propone rebajar el impuesto de sociedades por debajo del 20%, además de suprimir el de patrimonio y el de sucesiones para transmisiones de ‘primera línea’. También considera eliminar el de actos jurídicos documentados (AJD) de las hipotecas, algo que beneficiaría a los bancos que desde el pasado año asumen ese coste en el proceso de firma del préstamo. Desde el Partido Popular también se han manifestado en contra de la ‘tasa Tobin’ y de la ‘tasa Google’. Dejar en el cajón este impuesto a las tecnológicas podría beneficiar en bolsa a valores como Indra o Global Dominion, según los analistas de XTB.

En el lado de los ‘daños colaterales’, los expertos sitúan a las compañías eléctricas, ante la propuesta de una mayor liberalización del sector energético que suprima las barreras de entrada “para que cada vez haya menos concentración y que exista un mayor número de empresas dentro del sector”. Según indican los expertos, “este proceso provocaría que grandes corporaciones como Endesa, Naturgy o Iberdrola pierdan parte de su cuota de mercado frente a potenciales nuevos actores”.

RENOVABLES Y DEFENSA

Los analistas explican que, si finalmente hay un gobierno del bloque de la derecha, mejor esperar para invertir en renovables como Solaria, Audax o Siemens Gamesa. Las tres dejarían de beneficiarse de la intención de Unidas Podemos de “modificar el mix energético del país aumentando el peso de este tipo de energías en detrimento de otras contaminantes”. 

En sentido contrario apuntan a valores como Indra o Airbus para aprovechar un posible incremento en el presupuesto de Defensa, especialmente si VOX firma parte de un pacto en este bloque. Del mismo modo, constructoras como ACS o FCC también aprovecharían el ‘tirón’ del plan de la formación de Santiago Abascal para liberalizar el suelo. 

Por el contrario, las empresas ligadas al sector salud sufrirían ante los planes del partido de eliminar el acceso gratuito a la sanidad para ciertos colectivos sociales, junto con la supresión de la cobertura en algunas intervenciones médicas que, según indican los expertos, “puede contribuir a generar inestabilidad en el sector”.