El optimismo se abre paso entre la cautela reinante a lo largo de este 2019. Los analistas miran con confianza a unos mercados que en 2020 se seguirán enfrentando a muchas de las incertidumbres que ya pesaban sobre ellos al comienzo de este año. Y a pesar de esta carga, se han alcanzado rentabilidades no vistas en muchos años en un amplio abanico de activos.
A este panorama es al que se enfrentan analistas y gestores a la hora de definir su apuesta para adentrarse en 2020. Se debaten entre el vértigo que causan los máximos históricos de muchos índices bursátiles, especialmente en Wall Street, y el creciente imperio de los tipos de interés negativos en la renta fija. Una dicotomía que la mayoría de expertos considera que se perpetuará debido a la permanencia de las políticas de inyección de liquidez promovidas por los grandes bancos centrales.
Esta maquinaria monetaria es la que lleva a los analistas de Rentamarkets, la casa de inversión que capitanea Emilio Botín ‘hijo’, a infraponderar la inversión en renta fija y especialmente en Europa, donde Christine Lagarde ya ha confirmado que los tipos de interés en mínimos históricos están para largo. La liquidez que los bancos centrales seguirán bombeando lleva a la firma a considerar “atractivas las valoraciones de la renta variable”, aunque sus expertos descartan repetir los retornos del 2019.
"Las nuevas medidas que puede tomar un Gobierno formado por Podemos y PSOE chocará con con los estímulos al alza de los bancos centrales"
Desde IG señalan que “el escenario principal es que el fondo del mercado continúa siendo positivo” una vez que la OCDE ha repetido sus previsiones de crecimiento económico en el 2%. Los expertos de la casa británica consideran que este estímulo que tirará al alza de la renta variable chocará en el caso de la bolsa española con “las nuevas medidas que puede tomar un Gobierno formado por Podemos y PSOE”.
BANCOS, UTILITIES Y TECNOLÓGICAS
Los expertos de la casa de inversión consideran que las eventuales medidas de este posible equipo de gobierno afectarán especialmente al sector bancario, tan ponderado en el Ibex 35. Las previsiones que maneja la firma van de subidas del 1,1% al 6,6% para el índice español, hasta los 10.275 puntos en el mejor de los escenarios que manejan sus expertos.
Aunque las ‘utilities’ estadounidenses son el único sector que los analistas de Lyxor aconsejan sobreponderar, puntualizan que “los mercados bursátiles de la Eurozona podrían remontar en 2020 después de más de una década de bajo rendimiento frente a las bolsas estadounidenses”. Si bien advierten de que “la inflexión puede no ser inminente, vale la pena reconsiderar las carteras en consecuencia”. Su consejo pasa por incrementar la inversión en valores cíclicos en el Viejo Continente.
Los analistas de Bankinter se decantan por “más Europa y EEUU, pero menos emergentes”, sin que esperen nada “especialmente preocupante”. Esta es la razón por la que han elevado en cinco puntos porcentuales el peso de la bolsa en sus carteras de referencia para el perfil defensivo (15%) y conservador (25%). Los sectores de tecnológicas, eléctricas e infraestructuras son sus favoritos.
"Los activos inmobiliarios siguen ofreciendo una fuente atractiva tanto de rentabilidad como de diversificación"
En Unigestion, reconocen que 2019 “probablemente se recordará como uno de los mejores años de la década”, por lo que este año no se puede esperar repetir la hazaña. “Esperad menos, pero no sin necesidad de entrar en pánico todavía”, señala la firma gestora, que pone el foco en la mejora macroeconómica y el incremento de los beneficios corporativos. Sin embargo, sus analistas reconocen que “la cuestión sigue siendo si hay o no recesión”, por lo que recomiendan unas carteras “más dinámicas y selectivas”.
La visión de conjunto de Imantia Capital es muy similar. Sus expertos aguardan “subidas moderadas apoyadas en el crecimiento de beneficios de un dígito”. Algo que hará que “las bolsas volverán a convertirse en la única opción rentable del año, aunque no exentas de volatilidad”. Su preferencia está en los valores de corte más cíclico por sus actuales niveles de valoración.
Los pronósticos de que este año se alcancen rendimientos más comedidos son los que llevan a los expertos de JP Morgan a buscar antídotos para “una fase avanzada del ciclo” en “una mayor flexibilidad de la estrategia de la cartera y una mayor precisión en la ejecución de esta estrategia”. Algo que, según los expertos de esta casa, pasa por una mayor inversión en “los mercados privados, donde las tendencias del alfa para los productos alternativos financieros se mantendrán firmes”. En especial, apunta hacia el sector tecnológico. Por lo que se refiere a activos alternativos, subraya que “los inmobiliarios siguen ofreciendo una fuente atractiva tanto de rentabilidad como de diversificación”.
El ladrillo sigue entre los activos preferentes de Bank of America, pero a través de inversión en acciones de compañías especializadas. Se trata de las socimis, que la firma estadounidense define como el sector español de REITs. “Se espera que crezca el doble que su homólogo británico con un coste de capital similar”. En concreto, los expertos de la casa americana prefieren poner el foco en el mercado de oficinas, razón por la cual apuntan directamente a Colonial, un valor que aconsejan comprar.
EL ABISMO HACIA LA TRIPLE C
Los bajos tipos de interés y su impacto sobre el mercado de deuda llevan al equipo de Banca March a “aumentar la exposición a inversiones alternativas y capturar la prima de iliquidez de los mercados privados. Por lo que se refiere a las bolsas, los expertos discrepan de buena parte de sus colegas al mirar hacia los mercados emergentes, más rezagados este 2019 que ya toca a su fin. Destacan los analistas de esta casa que “sus compañías se encuentran infrarrepresentadas en los índices, por lo que se recomienda incrementar exposición, particularmente a la renta variable asiática”.
Entre los más prudentes de cara al cambio de año están los gestores de Dunas Capital, que descartan la recesión, pero consideran que “es el momento de buscar estrategias de preservación de capital”, razón por la cual optan por la asignación de riesgo más baja desde la creación de su gama de fondos Dunas Valor y por estrategias ‘carry’ en lugar de perseguir la obtención de plusvalías.
Por lo que se refiere a bolsa, el grupo independiente presidido por David Angulo apuesta por los sectores de automoción, servicios financieros, logística y energía. En lo que toca a la renta fija, la firma “ha ido reduciendo su exposición de forma paulatina”, en especial en bonos subordinados de bancos y algo menos en emisiones de aseguradoras y alto rendimiento (‘high yield’). La estrategia de la firma incluye posiciones cortas en deuda pública alemana, española y británica y largas en papeles estadounidenses.
"Las compañías de mercados emergentes están infrarrepresentadas en los índices, por lo que se recomienda incremantar la exposición a ellas"
En el mercado de renta fija, las apuestas de consenso se focalizan en las emisiones con rating entre ‘BBB’ y ‘BB’, los dos escalones que marcan la frontera entre lo que se consideran bonos con grado de inversión y de alto rendimiento o, en una terminología menos amable, ‘basura’. Los analistas de Janus Henderson señalan que, “aunque las actuales valoraciones de los títulos con calificación ‘CCC’ podrían parecen baratas, este mercado lleva un tiempo cayendo porque después de una década de expansión económica, el mercado está revisando las empresas que siguen incluidas en esta categoría”.
En Bankinter, en cuanto a lo que tiene que ver con renta fija, se decantan por bonos soberanos periféricos y corporativos en la Eurozona, mientras que en EEUU prefieren restringir su inversión en bonos a “solo soberanos”. En cualquier caso, advierten de “la dificultad que supone conseguir retornos positivos con los bonos” frente a unas bolsas “donde el atractivo “parece más claro”
EEUU, SIN MIEDO A LA RECESIÓN
Por el mercado de divisas, el consejo más repetido es la reducción de la exposición al dólar. En este sentido, las perspectivas de fortaleza económica que siguen arrojando los datos macro en una Europa que parece alejarse del abismo de la recesión amén de la volatilidad que las promesas políticas podrían sembrar en EEUU en este próximo año electoral llevan a marcar distancias con el ‘billete verde’.