El freno en la escalada de tensiones en Oriente Medio no es suficiente excusa para que los inversores vuelvan a arropar a los índices de Wall Street en su escalada. La suavización del tono en las últimas horas por parte de las autoridades iraníes y estadounidenses no es suficiente para devolver el verde de las ganancias al parqué neoyorquino, que repliega velas ante la agitación geopolítica reinante un arranque de año más.

Los inversores no pierden de vista la referencia clave de la sesión de este martes en EEUU, la balanza comercial de noviembre. El consenso de los economistas aguardaba un déficit de 43.800 millones de dólares, ligeramente inferior al del mes precedente. Finalmente, el dato ha mejorado hasta los 43.100 millones de dólares contra las aduanas estadounidenses, lo que tampoco ha sido suficiente para calmar los ánimos inversores. En este sentido, no hay que olvidar que el mercado sigue esperando la firma del acuerdo Fase Uno con China el próximo miércoles 15 de enero.

El Dow Jones se ha dejado un 0,42%, de manera que ha entregado la cota de los 28.600 puntos, al descender hasta los 28.583,7 puntos. Un 0,29% se ha dejado el S&P 500, en los 3.237,2 puntos. El tecnológico Nasdaq ha enmendado su apertura hasta ceder únicamente un 0,03%, con lo que todavía logra aguantar su reciente récord de 9.000 puntos (9.068,6 puntos).

Uno de los valores protagonistas de la sesión es la tecnológica AMD, que ha presentado una nueva gama de procesadores ultrafinos para portátiles en el marco del encuentro CES de Las Vegas. Los nuevos Ryzen 4000 Series, con hasta 8 núcleos y 16 hilos, han pasado de provocar ganancias para las acciones de la compañía a no ser capaces de contener pérdidas del 0,29%. Y eso que la firma también ha presentado las tarjetas gráficas más potentes del mercado, especialmente enfocadas hacia los usuarios de juegos.

Una compañera de sector, Microchip Technology, se apunta récord histórico de cotización con una enérgica subida del 6,7% hasta 110,69 dólares después de haber mejorado su previsión de negocio para su tercer trimestre por segunda vez en solo un mes. Con el convencimiento de que sus ventas tocaron fondo el pasado diciembre, la distensión de la guerra comercial se traduce en un horizonte de hasta 1.288 millones de dólares de facturación, lo que implica un considerable margen frente a los 1.275 millones que aguardaba el consenso de los analistas que más de cerca siguen su evolución. De momento, en B. Riley FBR han elevado su precio objetivo desde los 115 hasta los 130 dólares por título.

Después del baño que ha recibido Netflix en los Globos de Oro, sus acciones sufren las consecuencias de la gala de entrega de los galardones celebrada el pasado domingo. Un 1,51% se dejan después de haberse alzado únicamente con dos premios de las 34 nominaciones con las que partía, los correspondientes a las categorías de mejor actriz de reparto y mejor actriz en serie de drama. HBO, Sony, Hulu y Universal cosecharon un éxito mayor en Berverly Hills.

Sin abandonar el sector tecnológico, Tesla está de celebración porque definitivamente ha conseguido proceder a las primeras entregas de su Model 3 ensamblados en la megafactoría china de Shanghái. El acto de celebración por la consecución de este hito ha tenido lugar el lunes, con la presencia de Elon Musk, el fundador de la compañía especializada en vehículos eléctricos. Él fue el encargado de anunciar que el objetivo es que la factoría asiática se convierta en un nodo global de ventas de sus coches. Sus acciones siguen avanzando hacia los 470 dólares con alzas del 3,88%.