Se acaba el tiempo para cambiar de chaqueta en Mediaset España. Este martes es el último día en el que ratificarse o desdecirse para los accionistas que solicitaron su separación de la compañía por el proyecto de fusión con la matriz italiana. Los analistas echan cuentas y aconsejan a los ‘díscolos’ que se mantengan en sus trece.
Quienes más de cerca siguen la evolución de Mediaset coinciden en que los números son fáciles. Ahora incluso más que en el momento en el que la compañía lanzó esta posibilidad. Mientras sus acciones cotizan actualmente por debajo de los 4,5 euros, los accionistas que insistan en su derecho de separación tienen prometido el pago de 6,544 euros por título. La brecha entre ambas cifras supone una prima del 48% para los ‘díscolos’.
La ventaja por precio está clara. La complicación, advierten los analistas, llega a la hora de valorar si la operación podrá consumarse y cuándo. Y es que, aunque los tribunales holandeses e italianos han dado su visto bueno a la fusión, los españoles han paralizado cautelarmente cualquier avance en este sentido. De este modo, la decisión definitiva para los inversores se convierte más en una cuestión de calendario que de rentabilidad.
En este sentido, los retrasos acumulados en la operación son los que han obligado a la cotizada a abrir la ‘salida de emergencia’ para arrepentidos que se cierra este 3 de marzo. Y es que Mediaset tenía previsto que el nacimiento de la nueva MFE estuviese listo antes de que acabase 2019. A finales del primer trimestre de 2020 todavía no está claro si la operación será posible.
No obstante, los analistas señalan que, en el peor de los casos -la cancelación de la fusión-, los accionistas recuperarían sus acciones con libertad completa para venderlas. Unas ventas que tendrían que ejecutar en un mercado que ya ha comenzado a descontar este horizonte, según aprecian en la cotización a la que ha caído la compañía de televisión.
Si la cartera aprieta...
Ante este escenario, el grueso de los analistas que siguen Mediaset recomienda a los que en su día optaron por la separación aguantar. Siempre que las necesidades de liquidez no aprieten demasiado. Un consejo que fundamentan en el convencimiento de que cualquier golpe bajista sería ya más suave que hace unos meses si la operación no llegase a consumarse.
Y adelantan que según avance el calendario y los plazos se sigan dilatando, menos profundo será cualquier eventual castigo en bolsa si MFE no ve la luz.
“Deshacer el derecho de separación ahora mismo no tiene más sentido que el dar por descontado que la operación no saldrá adelante y querer disponer ya de las acciones para su posible venta”. Así lo explica Ana Gómez, analista de Renta 4, que tiene consejo de mantener con precio objetivo de 6,76 euros para el valor.
En su opinión, y en función de los precios actuales, tiene poco sentido retractarse a la espera de que a corto plazo se puedan alcanzar precios superiores al ‘premio de consolación’ prometido.
Aguantar: el consejo mayoritario
El consenso de expertos consultados por Refinitiv coincide en esta preferencia por esperar y ver. De las 19 firmas de inversión que vigilan la evolución de Mediaset España, diez se decantan por mantener y solo la mitad -cinco- por vender. El precio objetivo que conceden a sus títulos es de 5,94 euros por acción, lo que implica un potencial alcista de casi el 36%. Sin embargo, se queda un 9% por debajo de lo que el grupo de televisión ha puesto sobre la mesa para los accionistas contrarios a la fusión.
Con estos números, Gisela Turazzini, CEO de BlackBird, señala que “es poco probable, por no decir imposible, que los accionistas ejerzan el derecho de revocación”. En su opinión, este movimiento solamente tendría sentido “si las acciones cotizaran por encima”, ya que recibir ahora de vuelta unos títulos que fueron congelados a 6 euros supondría asumir, como mínimo, una pérdida cercana al 27%.
Es de esperar que Mediaset publique en los próximos días una actualización de cuántos ‘díscolos’ resisten en su criterio. El pasado octubre, la compañía informó de que se había procedido a la congelación de 39,03 millones de acciones propias en manos de estos inversores que votaron en contra de la fusión en la junta general o, sin haberse presentado en esta asamblea, mostraron después su disconformidad. Con este volumen, el importe comprometido por el grupo que controlan los Berlusconi asciende a 255,4 millones.
Mínimos desde 2012
Por si todo lo anterior fuera poco para definir posturas entre los ‘díscolos’, Mediaset España cotiza actualmente en zona de mínimos de los últimos ocho años. Desde mediados de 2012 su gráfica no había perdido de vista los 4,5 euros por título, como ocurre ahora. Solo en lo que va de año, las trabas de la francesa Vivendi a la operación han contribuido a un retroceso del 23,4% para la rama ibérica del grupo.
Frente a estas caídas, la compañía gala de medios todavía se libra de entrar en retrocesos de doble dígito anual. La expectativa de que finalmente pueda hacer valer su peso en Mediaset, aunque eso necesariamente no suponga reventar la operación desde dentro, se traduce en una mayor amabilidad por parte de los inversores. Habrá que ver si los díscolos de la española siguen apostando a este final.