El Consejo de Ministros ha decidido conceder a las fundaciones bancarias que tuviesen un plan de desinversión aprobado por el Banco de España una ampliación de hasta dos años del plazo para hacerlo, dadas las actuales circunstancias por la pandemia del Covid-19.
La normativa española sobre las antiguas cajas de ahorros establecía que las participaciones de las fundaciones en las entidades debían reducirse por debajo del 50% este mismo año.
Para ello, tenían dos opciones: salir a bolsa (la opción que escogió Ibercaja) o constituir un fondo de reserva para garantizar la financiación de la entidad de crédito participada en situaciones de dificultades (medida acordada por las fundaciones accionistas de Unicaja y de Kutxabank).
Así, la medida aprobada este martes afecta directamente a Ibercaja, que debía salir a Bolsa este mismo 2020 para cumplir con la legislación. El banco puede solicitar la ampliación del plazo presentando una modificación de su programa de desinversión, y atrasar su salida a Bolsa dos años más, hasta 2022.
"Dadas las actuales circunstancias, se concede a las fundaciones bancarias que tuviesen un plan de desinversión ya aprobado por el Banco de España ampliar hasta en dos años el plazo con el que contaran", ha decretado este martes el Consejo de Ministros, quien ha detallado que, en caso de optarse por esta ampliación, se deberá constituir un fondo de reserva con una dotación anual de, al menos, el 50% de los importes recibidos en concepto de dividendo.
La modificación de la ley 26/2013, de 27 de diciembre, de cajas de ahorros y fundaciones bancarias se justificaría por la relevancia que adquiere la obra social de las fundaciones bancarias en un contexto de crisis sanitaria, económica y social.