La deuda corporativa se convierte en la apuesta estrella de Trea AM para ganar en medio de la incertidumbre y volatilidad reinantes en los mercados. La gestora considera que “el intervencionismo de los bancos centrales” y el generalizado recorte de dividendos refuerza su tesis de inversión.
Desde la firma que capitanea Antonio Muñoz-Suñe, explican que “la renta fija corporativa se presenta en estos momentos, no ya como un valor refugio, sino como una oportunidad de inversión aconsejable”. En este sentido, señalan que la evolución del mercado de crédito en anteriores episodios de crisis así como la mayor solvencia de las empresas en esta ocasión promete un buen desempeño para esta clase de activo.
Los gestores de Trea AM señalan que si bien la deuda ‘high yield’ cayó un 34% en 2008, al estallar la crisis financiera que desencadenó el hundimiento de Lehman Brothers, al año siguiente la remontada fue del 75%. En la misma línea apuntan que en 2018 este segmento sufrió un retroceso del 3,6%, pero que el año pasado la subida fue del 11%.
Más solventes y respaldadas
Más allá del papel que están desempeñando los grandes bancos centrales con sus manguerazos de liquidez y programas de compra de deuda que abarcan un espectro de activos cada vez más amplio, la firma de inversión subraya la importancia de “las medidas fiscales que están anunciando los distintos gobiernos destinadas a ayudar a las empresas que atraviesan dificultades”.
Con este telón de fondo, la gestora pone el foco en “algunos sectores que no se han visto tan afectados” y que podrían ser partícipes de un recuperación más rápida frente al conjunto de la economía. Aquí se apunta especialmente hacia farmacéuticas, logística, agricultura, servicios jurídicos, limpieza y energía, a excepción de las petroleras y su entorno.
Todo ello, unido a las decisiones de muchas compañías para preservar su liquidez y solvencia como el recorte de dividendos y los planes de contención de costes, llevan a Ascensión Gómez, gestora responsable de renta fija en Trea a considerar que “la renta fija corporativa es el tipo de activo más adecuado para la recuperación”.