La crisis del coronavirus ha hecho saltar por los aires todas las previsiones económicas del Gobierno. Tanto que el Tesoro Público tendrá que cuadruplicar este año la emisión neta de deuda soberana que inicialmente tenía prevista: desde 32.500 millones de euros hasta un récord histórico de 130.000 millones. A pesar de la cifra, fuentes de Economía insisten en no acudir al fondo europeo de rescate (MEDE) por "una cuestión de principios".
El nuevo guión del Tesoro Público que ha visto la luz este jueves apuntan a una emisión bruta de 297.657 millones de euros. De esta partida, se esperan colocar 185.969 millones en bonos y obligaciones para hacer lo propio mediante letras con los restantes 111.688 millones.
La cifra se traduce en una emisión neta que incluso supera los 110.000 millones netos que se emitieron en el año 2009, en pleno azote de la crisis financiera que se desencadenó tras la quiebra de Lehman Brothers a finales del año anterior. No obstante, el Tesoro Público presume de que ya se ha colocado un 48,6% del nuevo objetivo de emisión, que se eleva al 55% si solo se consideran las colocaciones de medio y largo plazo.
Sin 'hombres de negro'
A pesar de que los cálculos están hechos, el Gobierno está barajando otras vías de financiación para evitar que la factura no sea tan elevada, tal y como aseguran fuentes de la Vicepresidencia de Asuntos Económicos. No obstante, estas mismas rechazan que el MEDE vaya a ser uno de los mecanismos a emplear, como ya había adelantado el presidente Pedro Sánchez.
Aunque esta posibilidad habría estado encima dela mesa en el departamento que dirige Nadia Calviño, estas mismas fuentes consideran que el uso del MEDE "debería estar condicionado al interés general". En este sentido, aunque se muestran "satisfechas" porque todo apunta a que podrá recurrirse al fondo "sin condicionalidad ni visitas de supervisión", consideran que para España será "preferible acudir a otras herramientas".
Los ERTE, a cuenta del SURE
Dentro de este argumentario se apunta al seguro común de desempleo (SURE) como una herramienta más apetecible. En este sentido, desde Economía apuntan que en este caso "interesa que se utilice", ya que es una herramienta que se había demandado con ahínco tanto desde España como desde otros países miembros. Por tanto, se considera que esta es la "oportunidad" de demostrar su utilidad.
El entorno de la ministra Calviño considera que España podría recibir unos 15.000 millones de euros del SURE, lo que ayudaría a aliviar en esta cuantía las emisiones a ejecutar por el Tesoro Público. No obstante, aún no se desconoce si estas ayudas podrían desembolsarse de una vez o tener un carácter más progresivo, lo que obligaría a las arcas públicas a tener que asumir un mayor endeudamiento para la financiación de los ERTE y las prestaciones por desempleo.
En la nota oficial emitida por Economía este jueves se reconoce que las medidas puestas en marcha por el Gobierno para "paliar las consecuencias económicas y sociales de esta crisis suponen mayores costes de los previstos por el Estado a principios de año, a los que hay que sumar unos menores ingresos como consecuencia de la contracción económica".
La deuda de nueva creación se reparte entre 101.000 millones a medio y largo plazo y 29.000 millones a corto plazo, es decir, a menos de un año. De momento, en términos brutos, el Tesoro Público ha colocado 143.491 millones de euros gracias a que la institución que dirige Carlos San Basilio había acelerado su calendario de emisiones. Así, el objetivo de emisión está ahora más cercano que en 2019 por estas mismas fechas.
Otras herramientas
Entre otras medidas más habituales para ayudar a las arcas públicas a captar lo que, de momento, se estima que costará salir de la crisis del coronavirus, el Tesoro también se está planteando aumentar el tamaño medio de las subastas o la celebración de algunas emisiones especiales fuera de calendario. También se prevé seguir con la celebración de subastas sindicadas y la creación de nuevas referencias, como el bono a siete años emitido el 24 de marzo, justo en el estallido de la epidemia en Europa.
Aquí cabe señalar que el Tesoro Público celebró el pasado 22 de abril la mayor subasta sindicada de la historia del mercado con un bono a 10 años en la que consiguió captar 15.000 millones de euros. Y con una sobredemanda de seis veces el importe adjudicado.
Más inversores y más BCE
Desde Economía se subraya que "a pesar del incremento en las necesidades de financiación y de la volatilidad financiera global, el coste medio de las nuevas emisiones continúa contrayéndose". En lo que va de año, los tipos exigidos a los papeles soberanos españoles son del 0,31%, con lo que solo en 2019 se consiguió un rendimiento más amable. Además, la vida media de las emisiones en circulación está en máximos de 7,74 años.
Esta caída ha hecho posible que, a pesar del mayor endeudamiento del Estado en los últimos 15 años, el esfuerzo requerido para atender el pago de intereses "es el mismo", según Economía. En este sentido, fuentes de este departamento confían en que "el mercado mantenga su apetito actual" y que el compromiso de actuación del Banco Central Europeo (BCE) siga respaldando este clima de bajas rentabilidades.
Por lo que se refiere a un posible colapso del mercado por un ritmo emisor demasiado elevado, fuentes de Economía rechazan que este sea un escenario posible. En defensa de su argumento, consideran que "todos los emisores están emitiendo más desde hace tiempo y están obteniendo respuesta".