Durante la crisis financiera de 2008, las principales iniciativas de sostenibilidad corporativa y de inversión responsable del mundo, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y los Principios de las Naciones Unidas para la Inversión Responsable (PRI), experimentaron un aumento en el número de seguidores por encima de la media y un notable repunte en el compromiso de sostenibilidad.
Lo mismo ocurre con la crisis actual del coronavirus, que ha servido para sacar a la luz las debilidades y fortalezas de los gobiernos para hacer frente a la crisis, arrojando luz sobre los fallos, las vulnerabilidades y las desigualdades sociales. Miembros de ambas organizaciones, Pacto Mundial de las Naciones Unidas y los Principios de las Naciones Unidas para la Inversión Responsable (PRI), han redoblado sus esfuerzos para promover la innovación, la descarbonización y la creación de competencias para una mejor gestión de los factores ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza).
Parece bastante lógico que tanto inversores como empresas reaccionen ante situaciones de crisis con una mayor capacidad innovadora y primando las medidas que aumenten la confianza e incrementen las probabilidades de una recuperación económica fuerte. En Europa, los lideres franceses y alemanes están solicitando una mayor cooperación y han expresado ya su deseo de utilizar la recuperación económica para acelerar la transformación, tal como se indica en el ‘Acuerdo Verde Europeo’ (European Green Deal). En la misma línea, el gobierno enviaba recientemente el anteproyecto de ley de Cambio Climático a las Cortes.
Fondos para la transformación
Uno de los vehículos utilizados para financiar el esfuerzo que esta transformación va a requerir es la emisión de bonos verdes, un tipo de título de renta fija creado para financiar proyectos con impacto climático o ambiental positivo. Para el inversor individual puede resultar algo difícil acceder a este tipo de bonos, pero pueden invertir en sostenibilidad a través de fondos que invierten en proyectos sostenibles y que incluyen en su cartera bonos verdes.
Se han seleccionado los fondos que, con calificación cinco y cuatro estrellas de VDOS, cuentan además con la calificación MSCI Rating ASG de A, AA y AAA. De este grupo de fondos, el más rentable en el año es CANDRIAM SUSTAINABLE WORLD BONDS con una revalorización de 4,92 por ciento en su clase C de capitalización.
En el último periodo anual su rentabilidad es de 8,40 por ciento, con un controlado dato de volatilidad de 5,48 por ciento que lo sitúa entre los mejores de su categoría por este concepto, en el quintil cinco. Invierte principalmente en títulos con cupones fijos o variables emitidos en diferentes divisas por emisores tanto públicos como privados. Las empresas eligibles para formar parte de la cartera son las mejores (top 50%) dentro de cada sector en cuestión de integración de los retos medioambientales, sociales y de gobernanza.
En cuanto a las emisiones públicas, únicamente los países best-in-class (top 50%) que gestionan de manera óptima su capital humano, natural y social, están representados en el fondo. Sus mayores posiciones incluyen emisiones de Inter-American Development Bank, Inter-American Development Bank, AT&T, Germany y Starbucks. Aplica a sus participes una comisión fija de 0,60% y del depósito del 0,06%.
Invirtiendo en deuda privada global, BNP PARIBAS SUSTAINABLE GLOBAL CORPORATE BOND gana un 1 por ciento por rentabilidad desde enero en su clase Classic de capitalización. A un año se revaloriza un 6,06%, con un coste por volatilidad de 11,85%. Con un horizonte de inversión a medio plazo, invierte principalmente en bonos de empresas de todo el mundo, con calificación de grado de inversión, que demuestran ser las mejores de su sector en términos de desarrollo sostenible (responsabilidad social, medioambiental y buen gobierno empresarial).
Se gestiona activamente, por lo que puede invertir en valores que no estén incluidos en el índice compuesto por un 50% del Bloomberg Barclays US Aggregate Corporate (RI) y un 50 % del Bloomberg Barclays Euro Aggregate Corporate (Hedged). Entre sus mayores posiciones se incluyen los fondos de la propia gestora BNPP Inticash USD 1D ST VNAV I C, BNPP GREEN BOND-I C y las emisiones de TELEFONICA EMISIONES SAU 1.07 PCT (1,28%) HCA INC 4.50 PCT 15-FEB-2027 (0,96 %) y WRKCO INC 4.90 PCT 15-MAR-2029 (0,92%). Su comisión fija es del 0,75%.
La clase A de capitalización en euros de AXA WORLD FUNDS-GLOBAL GREEN BONDS obtiene una rentabilidad de 0,02% en el año y de 3,14% en el último año, con un dato bastante controlado de volatilidad de 6,96 por ciento, que lo posiciona en el segundo mejor grupo de su categoría por tal concepto, en el quintil cuatro.
Invierte en una cartera diversificada de títulos de deuda denominados en cualquier divisa libremente convertible, con calificación de grado de inversión y emitidos por gobiernos y empresas de todo del mundo. Invierte principalmente en bonos verdes a través de contratos Contratos de futuros Euro Bund Future June 20 (6,76%) Euro Bobl Future June 20 (6,14%) la emisión de República de Francia (1,75%) y los contratos de futuros sobre Pagarés del Tesoro de Estados Unidos a 2 años June 20 (5,07%) y Euro Schatz Future June 20 (3,31%). Sus participes soportan una comisión fija de 0,75%.
Los cambios tecnológicos, los imperativos medioambientales y los cambios en las normas sociales a largo plazo serán los impulsores de la inversión ASG y la sostenibilidad corporativa. Son tendencias globales que parecen irreversibles y que los gobiernos pueden acelerar o retrasar, pero no parar. La inversión ASG parece perfilarse como la nueva normalidad.
Paula Mercado es directora de análisis de VDOS.