Este lunes será día de estreno para el Ibex 35. Almirall entra en el índice rey de la bolsa española después de resultar ganadora en una revisión de cesta en la que los analistas no detectaban un claro candidato. La farmacéutica podrá lucir este galón cuando celebre su inminente junta de accionistas, a la que además llega con el firme respaldo de la comunidad inversora.
El Comité Asesor Técnico de los Índices Ibex (CAT) anunció la entrada de Almirall en el selectivo el pasado 11 de junio. Desde entonces, la compañía ha visto engordar su cotización en más de un 7%. Un incremento que, sin embargo, se queda muy corto al compararse con la cancha alcista que le concede el consenso de los analistas. Un sonoro 40% hasta los 17,2 euros por acción en los que actualmente fijan su precio objetivo. Dos circunstancias que la sitúan entre las favoritas del sector en bolsa española, como ya señaló este portal.
No se trata de una euforía reciente por la inclusión de la farmacéutica en el Ibex 35. En este sentido, ninguno de los analistas que más de cerca vigilan la evolución de las finanzas y la cotización bursátil de la compañía han alterado su visión sobre esta desde que se anunció que sería el relevo para Mediaset España después de 16 años de permanencia en el índice. Y, según datos recopilados por Refinitiv, tiene pleno de recomendaciones de compra.
Potencial hasta entre los más cautos
Todos y cada uno de los analistas que siguen el devenir de Almirall aconsejan comprar sus acciones. Los de BPI, la filial portuguesa de CaixaBank, son los más entusiastas con la compañía, para la que fijan un precio objetivo de 18,9 euros por acción, mientras que los más cautelosos son los de Exane BNP Paribas, que dejan el techo para la española en 14,5 euros por título. Una cota que, sin embargo, aún supondría margen para engordar su reciente avance en otro 18%.
Hace apenas un mes, los analistas de Bankinter, que también están entre los menos generosos con la compañía, mejoraban su consejo de inversión desde vender hasta neutral a la par que elevaban su precio objetivo hasta los 14,75 euros por acción. El detonante para este cambio de parecer no fue otro que el balance del primer trimestre publicado por la compañía. A los expertos de la entidad no les quedó otra que reconocer que aquellas cifras les sorprendían “positivamente” al haber superado el consenso del mercado.
Ebitda al alza contra todo pronóstico
De aquellas cifras del primer trimestre de este 2020 del coronavirus, los analistas destacaron el incremento de ventas “por encima de las previsiones” de la propia compañía, así como a un aumento del beneficio bruto de explotación (Ebitda) cuando las proyecciones apuntaban hacia abajo en esta partida. La primera cifra engordó un 7,5% hasta los 241,3 millones de euros, mientras que la segunda mejoró un 10,1% hasta los 88,3 millones, cuando el mercado no esperaba mucho más de 71 millones.
El beneficio neto alcanzó los 48,6 millones de euros frente a los 32,9 millones que habían pronosticado los analistas. Y, además, la mejora con respecto al ejercicio precedente fue del 62,5%. Aunque es cierto que la deuda financiera neta del grupo creció un 10% frente al cierre del 2019, hasta sumar 465 millones, la ratio sobre el Ebitda de la farmacéutica sigue en un cómodo registro de 1,5 veces ahora que los inversores escudriñan con lupa otra vez el apalancamiento de las cotizadas.
Desde Renta 4, la analista Ana Gómez Fernández, subrayó que las cuentas del primer trimestre suponían un “buen comienzo del año” al batir las previsiones de la entidad en cuanto a ventas. Y eso que algunas de sus divisiones estrella, como la de fármacos contra la psoriasis, sufrió una drástica caída de prescripciones médicas por la cancelación de consultas a consecuencia de la irrupción de la pandemia del Covid-19.
La experta, que -fuera del elenco consultado por Refinitiv- fija recomendación se sobreponderar para el valor y un precio objetivo de 20,06 euros por acción, considera que “de cara al resto del año cabría esperar que la contención de gastos sea más que suficiente para compensar posibles caídas en las ventas”. Muy atentos recomienda estar a la puerta abierta que la compañía ha venido dejando a la posibilidad de salir de compras para crecer inorgánicamente.
El peso de los Gallardo
Esta decisión tendría que partir de los Gallardo, la saga fundadora y principal accionista de la compañía. Precisamente, el pasado noviembre, Antonio y Jorge Gallardo Ballart daban paso a sus respectivos hijos en la gestión de las sociedades de cartera que controlan los laboratorios y otras muchas inversiones familiares. A través de una acción concertada, la familia controla un 59,73% de las acciones de la cotizada, según los últimos registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde además no aparecen más inversores de relevancia.
La voz de los Gallardo, con Jorge a la cabeza como presidente, volverá a ser la que ponga el ritmo en la próxima junta de accionistas que se celebrará, exclusivamente por medios telemáticos, el próximo 24 de julio. Almirall llegará a su cita anual, retrasada hace unos meses por la situación de emergencia sanitaria, ya como miembro de pleno derecho de un Ibex 35 en el que ponderará con el 80% de sus acciones.
Dividendo a la vista
En el orden del día, por tercer ejercicio consecutivo, la aprobación de un ‘scrip dividend’ que da idea de la solvencia con la que el grupo afronta este ejercicio en el que muchas cotizadas españolas han preferido ahorrarse el reparto de dividendos entre sus accionistas para asegurar liquidez.
Los inversores de la novata del Ibex podrán elegir entre el pago de 0,203 euros brutos por acción o la recepción de títulos en igual cuantía en función de un canje aún pendiente de determinar “no más tarde del 30 de octubre”. Esta distribución supondrá para la compañía el desembolso de hasta 34,43 millones de euros, según recogen las propuestas del consejo para la asamblea anual de accionistas.