Las medias tintas no valen con los gigantes tecnológicos de Wall Street. La escalada a contracorriente de los pesos pesados del Nasdaq hacia máximos históricos genera admiración o recelo. Aunque todavía mucho más de la primera que del segundo, los consejos de venta comienzan a llegar y los cortos engordan posiciones a la espera de algún eventual traspiés.
Mientra que índices como el Ibex 35 (-25%), el EuroStoxx 50 (-14%) y hasta el mismo Dow Jones (-12%) sufren todavía abultadas pérdidas en lo que va de año, el Nasdaq suma un 14% y está en máximos históricos. Un récord que se atribuye principalmente a sus cinco pesos pesados, cuatro de los cuales están también en precios nunca antes vistos. Se trata del grupo que conforman Apple, Netflix, Microsoft y Amazon.
Aunque la gráfica de ninguna de estas cuatro parece tener techo a su cotización, lo cierto es que su potencial alcista de consenso va apurándose y algunos analistas e inversores ya comienzan a optar por la prudencia. Otros siguen dando alas a la fiesta alcista amparándose en el incremento en la demanda que la crisis del coronavirus ha traído para los productos y servicios que estas compañías ofrecen.
La irrupción de los bajistas
Donde más han subido los cortos en la última quincena, según los datos aportados por el mercado Nasdaq, es en Microsoft. Nada menos que un 5,15% en las últimas dos semanas, hasta hacerse con posiciones por el 0,57% del capital de la compañía. Un movimiento que se entiende en el contexto de una acción que ha subido un 27% desde que empezó el año -cerca de un 40% desde sus mínimos de la pandemia en marzo- y que ha marcado máximos históricos en los 204 dólares por acción.
La mayor demanda de sus soluciones de software vinculado en buena medida al incremento del teletrabajo a escala global se ha convertido en el principal valedor de este ascenso a contracorriente. Sin embargo, algunos inversores parecen comenzar a sentir el mal de altura justo cuando la compañía ha anunciado el cierre de sus tiendas insignia en todo el mundo.
El movimiento con el que la criatura de Bill Gates quiere apostar por minoristas especializados y su canal online se traduce en un considerable impacto para las cuentas del trimestre que cerrará a final de este mes de junio y con el que no contaban los analistas. En concreto, según anunció el viernes la tecnológica, tendrá que asumir un inesperado desgaste de 450 millones de dólares.
Casi un 2% han subido los cortos en una Apple en la que el 5% de los analistas que más de cerca siguen su trayectoria bursátil y financiera ya aconsejan vender. Aunque un aplastante 74% de los consejos de inversión recogidos por Refintiv siguen apuntando hacia las compras, la creciente cuota de los que se decantan por el paso por caja para asegurar ganancias es significativo.
La compañía de la manzana mordida acumula una revalorización del 24% en lo que va de año que ha llevado su gráfica hasta los insólitos 372,4 dólares por acción. A juicio del consenso de mercado, esta valoración se pasa de frenada, pues su precio objetivo se sitúa en los 345,35 dólares por título, una marca que ya ha sobrepasado en más de un 6%.
Aunque lo cierto es que las tecnológicas, muy vinculadas al estilo de inversión growth siguen siendo las principales apuestas de muchas firmas de inversión en todo el mundo, lo que algunas de estas compañías alcanza en cuanto a valoraciones relativas sobre métricas como beneficios o ventas resultan cada vez más difíciles de justificar si no es con proyecciones de negocio a futuro generosamente optimistas.
El miedo al rebrote
Un reciente informe de Bank of America señala que “en medio del riesgo de una ‘segunda ola’, la recuperación de los activos de riesgo se ha detenido”. Si hace solo dos semanas, señala el informe, “los inversores de toda Europa estaban agregando riesgo a una tasa sin precedentes”, ha llegado el freno. Aquí recalca también que “la euforia impulsada por los bancos centrales parece estar en modo consolidación”.
En este sentido, no faltan los inversores que aseguran que gran parte del éxito bursátil de estos gigantes del Nasdaq está en la sobreabundancia de liquidez facilitada por los bancos centrales que ha complicado muy mucho encontrar rentabilidades en un nutrido grupo de activos, especialmente en renta fija. Muchos inversores han dado el salto a la inversión pasiva de bajo coste que replica índices y que, en el caso del tecnológico americano, implica la entrada de dinero siempre fresco en sus pesos pesados.
Coches autónomos y confinamiento
Uno más de este grupo es Amazon, que a fuerza de un rally del 49% desde que empezó este 2020 del coronavirus ha visto agotar su potencial alcista de consenso. Los analistas de R5 capital han sido los primeros en señalar esta misma semana recomendación de vender para las acciones del gigante del comercio electrónico, que acaba de anunciar su salto al negocio del coche autónomo en el que rivalizará con Alphabet, la matriz de Google.
De momento, son los únicos que animan a vender y dedicar las ganancias a invertir en compañías más rezagadas. Sin embargo, su llegada con un precio objetivo de solo 1.840 dólares no deja de resultar significativa en medio de un grupo donde se señala potencial para llegar incluso hasta los 3.409 dólares por título, que es el precio objetivo que el 17 de junio marcaron los analistas de Elazar Advisors. Son los más generosos de los consultados por Refinitiv.
Los consejos de venta ya suponen un 11% para Netflix, donde sin embargo los bajistas han menguado un 3,5% en la última quincena. No obstante, de este grupo de cuatro gigantes es la más atenazada por los cortos, que controlan un 2,57% de su capital social.
Aunque incluso un segundo rebrote de la pandemia sería potencialmente beneficioso para su negocio, por el previsible aumento de suscripciones que ya se dio en el confinamiento de los últimos meses, los 474 dólares por acción a los que recientemente ha escalado su gráfica sobrepasan con holgura los 455,5 dólares por título en los que se sitúa su precio de consenso.