El confinamiento ha llevado a muchos a plantearse la inversión por primera vez en su vida. Otros han huido de los mercados llenos de pánico mientras asistían al desplome de los grandes índices mundiales. Una crisis en la que, por primera vez, los gestores automatizados de inversión eran parte del ecosistema. Y en primera línea, dado el auge de los fondos pasivos e indexados.
Una de estas nuevas piezas de la industria de la inversión es Fintup, una fintech madrileña que combina carteras indexadas al estilo de los roboadvisors clásicos con una plantificación y asesoramiento personalizados. Esta segunda pata ha sido la clave para resistir el golpe del coronavirus, del que sus responsables aseguran haber salido reforzados.
Los retos del sector, las oportunidades de la gestión indexada, las críticas que ha recibido por su efecto multiplicador en los últimos episodios bajistas y los proyectos de la compañía son algunos de los temas que comentan con Invertia dos de los tres miembros de su equipo directivo. En un momento decisivo para la industria, Pedro Perelló (P), cofundador y consejero delegado de Fintup, y Álvaro Menéndez (A), gestor de Fintup, aportan su visión sobre estos puntos.
-Hoy en día es muy común hablar de roboadvisors y gestión automatizada, pero sigue siendo una completa disrupción. ¿Cómo surgió la idea de fundar Fintup?
(P) Yo realmente soy ingeniero informático, así que vengo más de la rama de la transformación digital. Es ahí donde coincidí con Jorge Siero, confundador y director de operaciones de Fintup, que ya llevaba tiempo trabajando con patrimonio y gestionando el de su familia y luego se profesionalizó para ayudar a la gente a invertir correctamente su patrimonio.
Después de haber vendido una compañía que fundé en 2011, entro de nuevo en contacto con Jorge para ver qué hago con el dinero. Entonces, vemos que las alternativas son la banca comercial o la privada, donde lo que prima es posicionar productos concretos que no siempre son lo que le conviene al cliente… y con altos costes. De ahí surge la necesidad de montar algo que permita que los pequeños puedan acceder a servicios de banca privada e invertir correctamente.
Quisimos romper la tendencia y apostar por ese nicho. El mismo mes de febrero de 2018 en que fundamos la empresa, Álvaro se incorporó. Es casi fundador también.
No se puede negar que el español sigue siendo uno de los mercados más bancarizados, pero los clientes ya están percibiendo que hay alternativas
-Y, además de la crisis que tenemos por delante, ¿qué ha cambiado desde entonces?
(P) Lo que ya está claro es que el modelo de roboadvisors intenta democratizar el acceso a productos de bajas comisiones y una rentabilidad acorde al tipo de riesgo que asume el cliente. Y eso es algo que a los bancos ni les interesaba ni les interesa. Aunque no se puede negar que el español sigue siendo uno de los mercados más bancarizados, los clientes ya están percibiendo que hay alternativas.
Por eso, creo que es cuestión de tiempo que vayan perdiendo cuota si no adaptan su oferta, porque con el mayor acceso a la información que hay ahora mismo se va a ver que somos opciones más imparciales e interesantes que muchos bancos. La enorme brecha que existe, con casi un 80% del ahorro en manos de los bancos, es lo que nos anima, porque eso quiere decir que hay oportunidades haciendo ofertas y propuestas diferenciales.
Eso va más allá de invertir en los mejores productos, hay que ofrecer también soluciones y servicios que complementan la inversión.
(A) Así es. Cuando yo empecé a asesorar inversión en renta variable en 2009 pensar en este servicio de gestión indexada y de bajo coste era imposible e impensable. Y puedo asegurar que hasta 2013 fueron años muy duros. Ya en 2015 se pudo empezar a acceder a esta forma de inversión, aunque aún son una minoría los que miran el segundo decimal de comisiones…
La carrera hacia cero en comisiones en la que estamos es algo de una comunidad muy pequeña de la población. Creo que donde se va a jugar el mercado en la próxima década es en la gente que quiere un Ferrari pero no sabe arreglárselo solo. Estos servicios de asesoramiento son más necesarios que nunca, pero la población no los conoce bien todavía.
Los fondos al coste más barato se va a generalizar y, aunque la guerra está ahí ahora, la diferencia va a estar en el acompañamiento
(P) Sí, y de hecho, hemos observado que los primeros adoptantes seguían aquello de Juan Palomo. Hay mucha gente que parece pensar que no necesita ayuda, que todo se resume en cuatro conceptos que se leen y estás listo. Al final, poner los fondos al coste más barato se va a generalizar y, aunque la guerra está ahí ahora, vemos muy claro que la diferencia va a estar en el acompañamiento en momentos como el Covid.
-Ya que lo mencionan, ¿cómo ha sido su evolución durante lo más crudo de la pandemia?
(P) No ha habido retiradas de dinero por parte de ninguno de los 300 clientes que tenemos. Es más, conseguimos que un 12% de ellos hicieran aportaciones adicionales. Los cálculos que barajamos son que les hemos ahorrado evitarse pérdidas por aproximadamente 1,5 millones de euros. Y es que tuvimos clientes que se pusieron muy nerviosos, con los que si no hubiéramos trabajado en sus objetivos reales -que pueden ser a 15 años- hubiesen vendido en el peor momento. De nuevo, la importancia de las soluciones de acompañamiento al cliente.
-En este acompañamiento, el primer paso es la definición del perfil del cliente, ¿cómo lo hacen?
(P) En Fintup somos agente exclusivo de CNP Partners, por lo que no hacemos un asesoramiento integral, sino que aportamos soluciones de inversión basadas en sus productos. Esto se traduce en fondos indexados con clases institucionales, lo más limpias posibles y siempre sin retrocesiones. Con este punto de partida, hacemos carteras modelo que pudan cubrir distintos tipos de perfil en función del riesgo que cada cual pueda asumir y tolerar.
Esto lo hacemos mediante un test que identifica la aversión al riesgo, entre otros parámetros. Al final, tenemos un algoritmo que te lanza una propuesta de inversión modelo según el informe que hemos obtenido. Llegados a este punto, nos diferenciamos del roboadvisor clásico en que siempre revisamos esta cartera con uno de nuestros gestores, para ajustarla realmente a cada cliente. Si bien el 80% u 85% de nuestros clientes encaja en las carteras modelo, siempre estamos dispuestos a hacer un poco de trabajo de sastre, de análisis de punto fino y personalización.
-¿Cuál es el perfil de sus clientes?
(A) En su inmensa mayoría, son noveles que no han invertido nunca y buscan un asesor. Una minoría sí que ha invertido y, después de cinco o diez años, se da cuenta de que por su cuenta se ha estrellado. Y es que invertir bien y consistentemente no es tan fácil… sino, todo el mundo sería millonario.
Muchas veces el cliente carece la inquietud del largo plazo, aunque hay necesidades de corto plazo que cubrir para las que también aportamos soluciones. El problema más compartido es que no saben lo que es el riesgo a la hora de invertir.
-¿Y qué es ese riesgo?
(A) Si preguntas si un fondo tiene más riesgo que una cuenta corriente, todo el mundo va a decir que sí. Si me lo preguntan a mí, diría que depende, porque si lo dejo en la cuenta corriente he perdido un 30% sobre la inflación en 10 años. Por eso Buffett dice que establecer sinonimia entre volatilidad y riesgo ya te convierte en mal inversor.
-Otro riesgo puede estar en el mercado bajista que muchos analistas vaticinan. ¿Qué tal combina esta previsión con las estrategias indexadas y ‘value’ en las que se centran?
(A) El propio John Bogle dedicó su vida a responder a este debate y con un libro de 600 páginas. Y se resume en que si miramos los índices, los seleccionamos bien y los mantenemos consistentemente en el tiempo, la media es más que suficiente. Aunque hay décadas más altas y más bajas, si la selección está bien hecha, te va a funcionar. En un entorno impredecible como este hay que ser zorros en lugar de erizos, es decir, hay que buscar la estrategia más simple. Y lo más simple es indexarse.
Hay que recordar que un 98,67% de los gestores de inversión activa están por debajo de sus índices de referencia y luego hay algunos ‘value’ que están en ese 1% que bate al índice aunque a veces están por debajo tres o cuatro años. Dentro de la simplicidad de nuestro método, la estrategia ‘value’ es muy conveniente, porque precisamente no todos los índices son buenos para todas las circunstancias. Salvo que todos los gestores se vuelvan inútiles el mismo día y todos estén equivocados, esta diversificación funcionará.
-Sin embargo, la cartera superinversor que es la focalizada en el ‘value’ cae con fuerza.
(A) Los gestores ‘value’ suelen admitir un 15% de error en sus decisiones de inversión, pero pueden estar cuatro años sin que el mercado les dé la razón y ni pestañean. Esto es algo que siempre advierto a los que se interesan por esta cartera.
(P) Además, no es una cartera que ofrezcamos a todo el mundo, porque hay que entenderla y tampoco suele ser el único componente de la inversión de nuestros clientes. Donde estas estrategias de valor marcan la diferencia es precisamente si se acumulan varios años de pérdidas, porque el reto es si somos capaces de asumir malos resultados durante tanto tiempo. La mayor fuente de pérdidas no son las crisis, sino el comportamiento del inversor.
(A) Me gustaría recordar aquí que en los últimos años de los 90 había portadas que aseguraban que Warren Buffett había perdido su toque mientras se estaba inflando la burbuja de las puntocom. Si eras su cliente, podías estar muy quemado, pero terminó llevando razón. No somos talibanes de la gestión pasiva y creemos que el que esté solo sin asesor es el que de verdad lo va a pasar mal si se repiten las caídas.
-Precisamente hay quien señala a las estrategias indexadas por alimentar estos movimientos bruscos del mercado. ¿Qué opinión les merece esto?
(A) Los que alertan de burbuja de inversión pasiva son los que tienen el control de la mayoría del mercado a través vehículos ineficientes. La bolsa es el mecanismo más eficiente para que el dinero de los impacientes y los especuladores pase al bolsillo de los que esperan. Yo he sido antes profesor de Filosofía; si se me ha dado bien invertir es porque sabía de esta ciencia.
Los que alertan de la burbuja de inversión pasiva son los que tienen el control de la mayoría del mercado a través de vehículos ineficientes
(P) La verdad es que el efecto manada se da mucho en bolsa y puede ser que haya sobrevaloraciones si se señala siempre hacia el mismo sitio, pero creo que es más responsabilidad de la automatización de las órdenes con los stop loss y cosas así. Eso es lo que hace que los mercados sufran movimientos más bruscos, porque estamos en una etapa en la que ya no hay inversores diciendo compra y vende, sino que son algoritmos predefinidos.
-En medio de estas turbulencias, ¿han procedido a algún rebalanceo de carteras?
(A) No hay que tocar la cartera sin necesidad, salvo que tu situación personal cambie. Es mejor no tocar aunque todo el mundo esté diciendo que viene una crisis. Si fuéramos brókeres estaríamos deseando que todo el mundo ajustase todo dos veces al día, pero no es el caso. Somos optimistas de largo plazo, así que no estamos ahí. Ponerse corto es la tesis del pesimismo, para eso me compraría oro.
(P) Si estás bien invertido con una buena asignación de activos a largo plazo y una cartera diseñada para ser lo más eficiente posible en el horizonte temporal que te has marcado, los rebalanceos no tienen tanto que ver con cambiar activos continuamente, sino con adaptar esa cartera o cesta de inversión a tu horizonte temporal y tu contexto.
En este sentido, dos ejemplos. Puede resultar que en el año tres de tu inversión tengas un hijo. Ahí sí debes plantearte cómo adaptar tu cartera. Del mismo modo, tampoco tiene sentido que estés expuesto a la misma volatilidad todo el tiempo si te estás acercando al momento de recuperar tu inversión en la jubilación o para comprar una casa.
-¿Cuál es la cartera modelo en la que más clientes tienen actualmente?
(A) En consonancia con todo lo que hemos ido señalando, la más repetida es la de largo plazo, que se denomina Selección Plus y consiste en una distribución del 90% en renta variable y el 10% restante en renta fija. En el largo plazo es donde te juegas la piel como gestor y asesor, porque puedes vender motos por espacios cortos de tiempo, pero no a todos todo el tiempo.
De todos modos, nunca dejamos invertir a largo plazo más de un tercio del patrimonio, aunque hay gente que lo haría, porque así nos aseguramos de que se dispone de liquidez suficiente para no estar alterando constantemente el objetivo de inversión.
-Y, ¿qué cantidades suelen manejar los usuarios de Fintup.
(A) La cartera media está entre los 40.000 y 45.000 euros, aunque hay de todo. Desde gente que ahorra 100 euros al mes y les ayudamos a gestionarlos hasta gente con ingresos de 100.000 euros al año. Eso sí, nosotros vamos a asesorar igual a una persona que a otra y, de hecho, hasta ahora hemos logrado que sea así.
Participar en Lanzadera nos marcó un antes y un después, nos permitió dar un salto cualitativo
(P) Lo que sí hemos visto es que nuestros clientes van invirtiendo con mayor seguridad conforme llevan más tiempo con nosotros. Al principio la gente empezaba con 5.000 o 10.000 euros y luego iban subiendo por miedo a la novedad. Ahora, esa barrera ya se ha superado y la práctica mayoría de los clientes no nos preguntan por seguridad y solvencia, porque entienden que hemos venido para quedarnos, de manera que las primeras aportaciones son superiores, de hasta 20.000 euros.
-Uno de los factores que ha ayudado a la expansión de Fintup es la participación en Lanzadera, la aceleradora de startups de Juan Roig. ¿Qué recuerdo guardan de aquello?
(P) Ciertamente, nos marcó un antes y un después. Nos aceleró y nos permitió dar un salto cualitativo. Se trata de una relación de simbiosis donde todos ganan porque ofrecen una solución bastante única que es de lo mejor y más completo que existe en España en la que implementan el concepto de calidad total desarrollado por Mercadona.
Lanzadera aporta verdades universales y paradigmas que siempre van a venir bien a cualquier emprendedor, porque muchas veces son muy jóvenes y quizá en su formación no han llegado a ese nivel de concreción. Para quien busque únicamente financiación, no es el mejor programa, porque aporta mucho más que eso. Es algo muy enriquecedor que nunca habríamos podido vivir en el ámbito corporativo.