Ni rumores de fusión, ni defensa de la solvencia ni precios por los suelos. Pese al repunte desde los mínimos de abril-mayo, la banca sigue sufriendo en bolsa con pérdidas que han dejado la capitalización del sector tiritando en menos de 67.000 millones de euros, poco más de lo que valía solo Banco Santander a finales de 2019.
El desplome parece justificado ante el eterno entorno de tipos negativos y las dudas sobre el impacto de pandemia en la calidad de los activos en cartera, que ya ha obligado a anticipar provisiones millonarias en el sector. El veto a los dividendos por parte del Banco Central Europeo (BCE) tampoco ayuda a devolver la confianza en los bancos cotizados y el consenso de analistas aconseja esperar a final de año para entrar en el sector.
Es decir, no esperan un repunte significativo de las cotizaciones en los próximos meses, aunque sí observan ventanas de oportunidad para aquellos que sepan jugar bien sus cartas en el corto plazo. “Las bruscas caídas no han tenido su reflejo en el mercado de renta fija, donde los bonos bancarios mantienen su estabilidad desde hace meses y eso nos da algo de tranquilidad sobre la situación del sector”, recuerdan desde una gestora nacional.
Sin embargo, tal y como recuerdan los expertos, esta descorrelación se debe básicamente a las medidas del BCE en los últimos meses, que impactan más en los mercados de bonos bancarios.
En este sentido, y para los que gustan del riesgo, la preferencia por las entidades de menor tamaño amplía su poder frente a los gigantes del sector, más castigados por la diversificación de su negocio que ahora sufre una pandemia de carácter global.
¿Dónde encontrar oportunidades?
Dentro de los medianos del Ibex, Bankia se postula en las quinielas como una de las mejores oportunidades, a pesar del difícil escenario que afronta la entidad (tanto en términos de rentabilidad como por el parón en su proceso de privatización) y aunque su potencial alcista sea inferior al que presentan Santander o BBVA tras perder los dos valores la mitad de su valor bursátil este año.
De hecho, Bankia, junto a Bankinter, ha sido la única que no ha sufrido un nuevo recorte en su precio objetivo este verano. El consenso recopilado por Refinitiv valora ahora a la entidad en 1,18 euros, frente a los 1,15 euros de principios de junio. En ese periodo, su gráfica ha pasado de los 0,87 euros por acción y ahora intenta consolidarse por encima del euro.
“Pese al difícil escenario, las perspectivas son positivas de cara al segundo semestre”, explica Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco. Recuerda que la entidad espera un margen de intereses mejor con una fuerte reducción en los costes de explotación. “La evolución de los ingresos y los gastos de explotación les permite mantener el objetivo de igualar en 2020 el resultado 'core' de 2019 de 1.287 millones de euros”, indica.
“Mantenemos una visión positiva sobre el valor apoyado por su estructura de capital que permite tener mayor visibilidad en cuanto a la política de dividendos”, explica.
Los grandes, a la baja
Los analistas también han elevado el precio objetivo de Bankinter de 4,70 euros a 4,89 euros durante los meses de verano, lo que implica un potencial alcista del 11% frente a su cotización actual. Hasta aquí, porque el consenso ha vuelto a sacar la tijera para el resto de valores cotizados, con BBVA y Santander como los principales damnificados.
El precio objetivo de BBVA se sitúa ahora en 3,36 euros desde los 3,62 euros de junio, y de los 30 analistas que siguen al valor solo nueve recomiendan comprar, frente a 11 consejos de venta y diez de mantener. La misma situación presenta Banco Santander, con un precio objetivo de 2,52 euros, que implica un potencial alcista del 35% respecto a su gráfica actual.
Lejos de los últimos cambios en las valoraciones del consenso, de los ocho bancos cotizados en el mercado español solo Unicaja y CaixaBank mantienen una recomendación de compra, aunque el analista de Invertia Eduardo Bolinches, advierte de que perder los 1,805 euros implica abrir un escenario de corrección que bien podría llevarle de nuevo a mínimos anuales en la zona de los 1,50 euros. Pues bien, el valor perdió ayer ese nivel al cerrar en 1,78 euros por acción.
Por su parte, Unicaja es la única que actualmente no presenta ni un solo consejo de venta por parte de los analistas, con un precio objetivo de 0,74 euros que implica un potencial alcista del 21%, el mayor entre las entidades de menor tamaño.
El hecho de que la entidad esté en todas las quinielas para próximas fusiones está detrás de esta apuesta pese a que la entidad se deja un 37% de su valor en lo que va de año.
En un reciente análisis, los analistas de Goldman anticipaban que su cotización podría alcanzar el euro por acción, precisamente, al añadir una prima del 15% a su valoración por la probabilidad de que participe en la consolidación bancaria.
'Rebajas' sin recompensa
Entre las entidades de menor tamaño, los expertos aconsejan mantenerse al margen de Sabadell, al que no ven suelo pese a perder un 70% este año, y buscar ventanas de entrada en Liberbank. “La buena dinámica comercial apoya el crecimiento de los ingresos, una tendencia que deberíamos seguir viendo en el segundo semestre”, indica Nuria Álvarez, que también destaca la fortaleza de capital para dar visibilidad al reparto del dividendo en 2021 y, de nuevo, al catalizador de una posible operación corporativa.
Aun así, la prudencia es la máxima a seguir para los que quieran aprovechar las bajas valoraciones para entrar en el sector en los próximos meses, olvidando de momento a los tres grandes y a Sabadell. Tras las caídas del martes, Sergio Ávila, analista de IG, explica que “Santander, BBVA (además de CaixaBank) se encuentran en zona de soportes y, en caso de perderlos, aumentaría aún más la presión vendedora”.