El Ibex 35 es el índice europeo de bolsa más bajista de toda la Eurozona en este año del coronavirus. Sin embargo, el descalabro del 28% que acumula les sabe aún a poco a los especuladores. Su apuesta en contra de las cotizadas del índice supera los 750 millones de euros en pleno regreso al estado de alarma y entre previsiones macroeconómicas cada vez más oscuras.
Las fuertes caídas que acumula el Ibex 35, lejos de alertar o dar por satisfechos a los hedge funds que apuestan en su contra, han despertado aún más su apetito. De hecho, hoy por hoy, cuentan con posiciones bajistas por 753,3 millones de euros. Una cifra calculada en función de sus inversiones y los precios de mercado que marcan las cotizadas del índice por las que apuestan.
Y es que, mientras el Consejo de Ministros ha decretado el regreso de todo el territorio nacional al estado de alarma, casi un tercio de las cotizadas del Ibex sufría la caricia envenenada de estos fondos especulativos. En números redondos, 11 de los 35 valores del índice rey de la bolsa española cuentan con bajistas en su capital.
El más asediado
De entre ellos, además, tres sufren la presencia de más de un fondo bajista en su accionariado. En este sentido, el valor más concurrido en la actualidad es Acciona. En contra de una compañía que suma a contracorriente más de un 2% en lo que va de año, apuestan hasta cuatro fondos especulativos: Ako Capital (0,98%), Oceanwood (0,5%), Egerton (0,69%) y Naya Capital (0,6%).
En total, un 2,77% del capital social de la compañía presidida por José Manuel Entrecanales está tomado por estos fondos. Una participación, que sobrepasa los 146 millones de euros y que supone la segunda cota más elevada de entre todas las cotizadas del Ibex 35.
Castigo al turismo
El primer puesto de este ingrato podio se lo lleva Cellnex. En este caso, solo un bajista apuesta contra el capital de la compañía, pero sus precios de cotización y lo abultado de la apuesta (0,8%) engorda la posición hasta los 206,6 millones de euros. Se trata de Citadel Europe, que es uno de los fondos especulativos más activos en las cotizadas españolas.
Actualmente, los gestores de Citadel mantienen posiciones contra la cotización de otra compañía más del Ibex 35: Meliá Hotels. En este caso, el 0,68% que tiene tomado en corto en la hotelera equivale a una inversión de 4,9 millones de euros en contra de unas acciones que ya pierden un 59% de su valor desde que arrancó el año.
Aquí, las débiles previsiones que se dibujan para la economía española -que empeoran con cada nueva medida de vuelta al confinamiento que entra en vigor- se suman con la difícil recuperación del sector turístico. Y es que se espera que sea uno de los últimos en levantar cabeza una vez que se encuentre un remedio médico eficaz contra la Covid-19.
Cabe recordar en este punto que Aena, el gestor semipúblico de los aeropuertos españoles, sufrió recientemente el ataque de los cortos por primera vez en cinco años. El azote del coronavirus a su negocio fue la llamada de embarque para el fondo Marshall Wace, que actualmente ya ha reducido su posición en la compañía por debajo del 0,5% que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el grueso de supervisores europeos marcan como mínimo para considerar relevante y difundir una posición corta al conjunto del mercado.
Marshall Wace
Hay otras dos cotizadas del índice español por antonomasia en las que Marshall Wace sí conserva posiciones cortas. Se trata de la constructora ACS y la renovable Solaria.
En la primera, su posición alcanza un 0,87% de las acciones de la compañía, que sumadas a la porción que acumulan los bajistas de Ako Capital resultan en un 1,76% del capital y el equivalente a 125,2 millones de euros de inversión.
Por lo que se refiere a Solaria, la recién llegada al Ibex 35 en sustitución de MásMóvil, la apuesta por el retroceso en bolsa que formulan los de Marshall Wace alcanza un 0,6% de su capital social. Esta participación supone, a precios de mercado, una apuesta de algo más de 11,8 millones de euros en contra de su evolución en bolsa. Y en su primera semana en el índice rey del parqué madrileño ha sufrido un retroceso superior al 11%.
Sin embargo, ninguna de todas las cotizadas mencionadas hasta ahora tiene el dudoso honor de ser la más presionada por los bajistas en cuanto a peso en su propio capital. Este puesto le corresponde a Indra, pues un 3,61% de sus acciones está tomado por los tres fondos que apuestan en su contra. Una posición agregada que equivale a 38,9 millones de euros en contra de su evolución bursátil.
Los bajistas de Immersion Capital son los que confían en su retroceso con más contundencia, pues por sí solos acaparan un 2,22% de la tecnológica en posiciones cortas. A una más que significativa distancia y casi empatados se colocan los fondos Fosse Capital Partners (0,7%) y Voleon Capital Management (0,69%).
Acecho a la banca
Ni siquiera el sector financiero, blanco de constantes rumores sobre movimientos corporativos que ayuden a mejorar la rentabilidad de un negocio lastrado por los tipos de interés en mínimos históricos, se libra de la dentellada de los bajistas. El mismo Banco Sabadell, que es señalado como próxima pieza clave en el baile de fusiones, está en el blanco de estos especuladores.
Un 0,95% del capital del vasellano obra en manos de Samlyn Capital, que en las últimas semanas ha ido engordando progresivamente su posición corta en el banco. Actualmente, su inversión alcanza una valoración de mercado de 15,5 millones de euros mientras la gráfica de la entidad es incapaz de recuperar los 0,3 euros por acción.
En el caso de Bankinter, es AQR Capital el que aglutina un 0,5% de sus acciones, en el umbral mínimo que marca la frontera para ser considerado un bajista de relevancia. A pesar de que la consejera delegada de la entidad, María Dolores Dancausa, ha señalado explícitamente que los gestores de este ‘hedge fund’ están “equivocados”, lo cierto es que los cotos han vuelto después de cuatro años de tregua.
El elenco de cotizadas del Ibex 35 a las que los bajistas han echado el ojo se completa con PharmaMar (0,62%), Ferrovial (0,59%) y Naturgy (0,5%). De los números de su tercer trimestre y de cómo vaya evolucionando una pandemia que afecta cada vez más a la economía dependerá el éxito o fracaso de una estrategia que se dispone a seguir haciendo negocio con el descalabro de las cotizaciones.