El sector renovable necesita financiar sus proyectos y las vías para conseguirlo se están ampliando. Los mercados y los fondos de inversión están cada vez más ávidos en participar de esta transformación energética, que en España, dicen, podría estar viviendo una "fiebre" sin rozar la burbuja. Y las empresas del sector lo saben.
"Entrar en bolsa te permite sacar más músculo financiero en un momento de expansión", explica a Invertia Yann Dumont, CEO de la consultora de energía renovable Reolum Renewable Research, "también significa consolidar el valor de tu proyecto empresarial, que los propietarios se beneficien de esa entrada de dinero, o disponer de una valoración objetiva de la misma".
Incluso puede tener fines publicitarios, ya que una salida a bolsa podría hacer que la compañía en sí aumentase su notoriedad.
Sin embargo, no todo son ventajas. "Como contrapartida, las compañías que cotizan en los mercados bursátiles tienen que reportar su actividad, no solo presentar la cuenta de resultados, sino también otros informes como el de sostenibiliad, informes semestrales o auditorías".
Boom renovable
"Salir a bolsa significa que el 25% de tu capital tiene que estar en el mercado", explican otras fuentes del sector a este diario, "y esto es lo complicado. Muchos empresarios piensan que su empresa tiene una valoración superior a la realidad".
Sin embargo, "en el caso de las renovables no creemos que sea así en la actualidad. El mercado está valorando muy por encima a este sector".
"Si hay un mercado que interese a los inversores es éste, es de los pocos que tienen esa suerte a día de hoy", corrobora Dumont.
"Sabemos que hay varias empresas que están estudiando la posibilidad de seguir los pasos de Soltec, y salir a bolsa", continúan. "Pero no olvidemos que Soltec no es una empresa de renovables per se, es una empresa industrial que fabrica componentes para proyectos solares, así que es algo diferente".
"Forestalia, por ejemplo, lo estudió hace tiempo pero luego lo aparcó. Pero si quiere retomarlo este es el momento. Otras empresas que podrian tomar posiciones son Capital Energy, que tiene un plan de inversión con el que no es capaz de financiarse, pero también podrían estar interesadas comercializadoras independientes que necesitan ampliar negocio".
Sin embargo, fuentes de Capital Energy han desmentido esta afirmación a Invertia. "Es cierto que la compañía tiene planes muy ambiciosos de desarrollo de proyectos renovables pero cuenta con la financiación adecuada". Capital Energy suma casi 30 GW de proyectos de energía eólica y fotovoltaica, en estudio y/o en desarrollo, en la Península Ibérica.
"Otro que también tiene una buena gestión empresarial de sus proyectos es Greenalia dentro de una lista de posibles candidatos". Tambien se puso sobre la mesa Cox Energy, pero la propia compañía ha desmentido esta posibilidad a Invertia.
Pasos a seguir
Las empresas que se lancen a esta nueva aventura, tendrán que cambiar la estructura de su gobierno corporativo, después crear un consejo independiente y un cambio estatutario, "pero es algo sencillo porque se encarga a cualquier bufet de abogados".
"Lo complicado es que el banco de inversión que se encargue de la venta o ampliación se crea tu empresa".
"También lo peligroso de meter en bolsa a una empresa de desarrollo es que cualquier traba u obstáculo en el camino cuando se va a construir un parque o si no se puede llevar a cabo tu plan en el tiempo esperado, puede penalizarte mucho en la cotización de tus acciones, y al final, te perjudique a la hora de mantener tus inversiones", añade por su parte el experto de Reolum Renewables Research.
Por ejemplo, "supongamos que X-Elio estuviera en bolsa, hubiera sido castigado por lo que le ha ocurrido en Lorca", explican. En 2012, esta empresa murciana anunciaba un megaproyecto fotovoltaico de 333 MW en la localidad de Lorca. Iba a ser la mayor planta fotovoltaica de España y una de las más grandes de Europa en su momento. Pero ocho años después, no lo ha conseguido, al sufrir el rechazo de las administraciones públicas.
Vías de financiación
"Hay tres opciones para financiar proyectos renovables", concluye Dumont. "La primera es vía PPAs o subastas, la segunda es ir a los mercados financieros para convertir esa inversión en deuda y la tercera, ahora, es cotizar en bolsa".
En España existen el Mercado Continuo y BME Growth. Una de las principales diferencias entre ambos es la transparencia, es decir, el grado de información que deben poner a disposición del público las compañías que forman parte de ellos.
Otro aspecto es la liquidez: muchas de las compañías que salen a cotizar en BME Growth, el antiguo Mercado Alternativo Bursátil (MAB), cuentan con una menor liquidez que otras que lo hacen en el Mercado Continuo.
"Lo importante es que se haga una valoración lo más realista posible de las posibilidades de esta opción, para que merezca la pena", concluye Dumont.