Hace una semana, la bolsa española acogía su primer debut en casi dos años. La renovable murciana Soltec daba el salto a cotizar después un ágil itinerario de apenas cuatro semanas desde que comunicó formalmente al supervisor su intención de convertirse en cotizada. Desde entonces, sus acciones acumulan una revalorización del 12%.
El consejero delegado y segundo mayor accionista de Soltec, Raúl Morales, conversa con Invertia sobre los pormenores del proceso, los objetivos de la compañía y los retos del sector. Además, de hacer repaso de la trayectoria de la industria fotovoltaica en España, mira con ambición hacia el prometedor desarrollo del hidrógeno verde.
El dueño de un 19,6% de la ‘novata’ de la bolsa española aplaude los esfuerzos del supervisor español para aligerar su debut, dibuja un sólido crecimiento para el sector, pero también una dura competencia que plantea un escenario de fusiones y adquisiciones en el que no renuncia a participar.
- El debut de Soltec ha puesto fin a dos años de sequía en la bolsa española. ¿Qué evaluación hace de todo el proceso?
Mi lectura es que nada es fácil y que detrás de una gran historia siempre hay momentos complicados. Este es un momento complicado para la sociedad y para el país por la Covid-19, pero por otro lado ha servido para que la sociedad haya llegado al consenso de que hay impulsar la economía, pero una economía sostenible que pasa por las energías limpias.
El apoyo de los gobiernos siempre es imprescindible, pero es mucho más sencillo que fondos o ayudas
Los empresarios intentamos saber leer el futuro y adelantarnos un poquito a las tendencias, porque sino dejaríamos de ser innovadores. En Soltec hemos detectado este consenso, pero es que ya estábamos preparados y no por casualidad. La pandemia estalló solo una semana antes de la fecha en la que teníamos previsto haber publicado inicialmente nuestra intención de cotizar.
Desde entonces habíamos estado monitorizando cuál era el mejor momento y los inversores con los que contactamos después del verano nos animaban textualmente a seguir adelante. Los asesores con los que hemos contado vieron la ventana y aquí estamos... y ha salido bien.
La operación no estaba exenta de riesgos, pero analizando cada uno de los indicadores que teníamos, aunque pareciera temerario, no lo era. Con toda la información de la que disponíamos, aunque todo podía cambiar de un día para otro, vimos que era el momento.
- En los últimos tiempos, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha anunciado esfuerzos por acelerar los procesos que de ella dependen para estimular las salidas a bolsa, ¿lo han percibido así realmente?
Si digo la verdad, la CNMV nos ha sorprendido gratamente. Quizá al inicio seguían un poco con los esquemas del pasado, pero durante el proceso han avanzado de forma muy rápida y ágil. Sin embargo, he podido ver lo que pasa en otros países y aquí somos mucho más burocráticos.
Esto pone un corsé a las empresas que obliga a gastar mucho en asesores y ralentiza algunos procesos. Ahora que ya se ha visto una aceleración en tiempos de respuesta, faltaría avanzar en la felixibilización de los requisitos que se exigen, porque entiendo que además el mercado bursátil es ahora más necesario para muchas empresas que necesitan financiación.
- Ha hecho referencia al impulso que han recibido por parte de sus inversores para llegar al mercado, ¿quiénes son sus accionistas?
Hay de todo, pero la mayoría han sido fondos ‘long only’ de largo plazo. Muchos de ellos son fondos que invierten con criterios se sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza (ASG). Además, todos comparten una filosofía de inversión muy parecida que apuesta por empresas con historias de crecimiento.
Se nos criticó mucho por las primas, pero sin ellas hoy no estaríamos hablando de empresas españolas campeonas en la energía solar
Por geografías, contamos con presencia desde españoles hasta a americanos, pasando por europeos y británicos… Estamos muy diversificados en ese aspecto porque hemos tenido una acogida grande.
- ¿Y qué tal ha ido el tramo minorista?
Aquí también ha habido muy buena acogida, porque se ha colocado el 2% del capital, el máximo previsto. Se ha repartido al 50% entre empleados y lo que se conoce como ‘amigos y familia’. Esto, sobre todo, porque a veces el empleado no puede permitírselo, pero su padre o su hermana sí tiene esa capacidad financiera.
La demanda ha sido tan alta que hemos tenido que proceder a un cierto prorrateo, ya que algunos de estos pequeños inversores pidieron mucho más de lo que se les podía asignar… ¡tanto que a veces nos ha costado encajarlo! La verdad es que hemos tenido que invitar a algunos a que bajasen su aportación, porque había sobresuscripción, como en el tramo mayorista.
- Más allá de los inversores, ¿qué importancia tiene para el sector que las instituciones apoyen?
El apoyo de los gobiernos siempre es imprescindible, pero es mucho más sencillo que fondos o ayudas, que en la mayoría de casos ni nos hacen falta. Es apostar por el crecimiento de un sector con potencial tecnológico y de liderar en el mundo.
Es cierto que hay algunos segmentos que sí pueden precisar de ayudas para desarrollarse, como en su día lo fue la fotovoltaica. Se nos criticó mucho por las primas, pero sin ellas hoy no estaríamos hablando de empresas españolas campeonas en la energía solar en todo el mundo. Ahora, sin este impulso, ya somos capaces de generar energía eléctrica a un precio más económico que el ‘pool’. Y tan claro lo tiene el Gobierno que quiere sacar una subasta cuanto antes, ya que sabe que así va a bajar el precio de la electricidad.
Ahora, hay que ser muy cuidadosos para no volver al antiguo sistema de subvenciones, pero tiene sentido un apoyo más decidido en biomasa y en hidrógeno verde. Este último puede ser el compañero de viaje perfecto para las energías energía solar y eólica, ya sea para almacenar o como vector energético para dar salida a los excesos que podría haber en la generación de eléctrica.
Como se trata de una tecnología muy incipiente, aquí sí que habría que plantear -durante un tiempo tasado- ayudar a que madure. Después, como ya ocurrió en la fotovoltaica, retirar las ayudas.
- Dice que el hidrógeno verde es un buen compañero de viaje de la solar, ¿están mirando oportunidades para entrar en este negocio?
Estamos analizando oportunidades en hidrógeno verde, puede haber muy buenas sinergias. Seguimos muy pendientes los avances que se dan, porque creemos que puede ser un buen sistema de almacenamiento, un buen vector energético… Se puede usar para muchísimas cosas.
Además, creo que va a ser necesario porque la energía solar fotovoltaica es tan abundante y económica que, dentro de unos años, vamos a tener excesos a ciertas horas y sería conveniente emplearlo en algo. Aunque podría ser en bombeo, incluso en baterías -aunque todavía tienen una capacidad limitada-, sería muy útil para la generación de hidrógeno verde, porque necesita energía barata. Y… la energía más barata y abundante que tenemos en España es la solar.
- ¿Es España un mercado importante para Soltec?
Hasta el año 2018, España era cero para Soltec. Los ingresos domésticos en la cuenta de resultados eran nulos. Todo cambió ahí porque se ejecutó el primer parque, que lo vendimos a Endesa procedente de la subasta de 2017. Desde entonces, hemos crecido con la construcción de los parques de la subasta y después con muchos desarrollos merchant o bien con PPA.
No podemos vivir eternamente de lo mismo, del turismo y la agricultura
Actualmente, España puede significar en nuestras ventas entre un 20% y un 30% y estamos cómodos con este porcentaje, porque tampoco era lógico que siendo españoles, con fábrica aquí y 550 empleados no vendiéramos aquí.
Creemos que este peso se va a mantener durante muchos años porque, según nuestra cuota de mercado, estimamos que el PNIEC nos asegura entre un 20% y un 25% de nuestras ventas. Por todo esto estimamos que España será uno de nuestros grandes mercados en los próximos años.
- ¿Hacia dónde apuntan para seguir creciendo fuera de España?
De momento, Brasil sigue tirando muy fuerte, porque es un país con mucha demanda eléctrica por falta de lluvia… Esto del cambio climático es una realidad. Allí cada vez necesitan más energía, y cada vez va a ser más solar. Es un mercado muy interesante para nosotros y muy importante.
También estamos trabajando duro en Chile y en Colombia. Sin embargo, en México, por desgracia, se ha parado por una política anti-renovable del presidente, que ha apostado por el carbón. Esto es lo que señalaba antes sobre el apoyo gubernamental sin necesidad de ayudas. La solar también está entrando fuerte en Oriente Medio, el Norte de África, Italia… hay muchas regiones que están entrando. También en EEUU, aunque ahí es más limitado.
- ¿La importancia de EEUU dependerá de quién ocupe la Casa Blanca los próximos cuatro años?
Indudablemente. Abrimos oficina en EEUU hace años, pero fue en 2018 cuando hubo un cambio de normativa que paralizó las importaciones de China y todo el sector. Luego, según se iba acercando el agotamiento de los incentivos fiscales por instalación, se ha producido un fuerte efecto llamada y se está instalando muchísimo. Sin embargo, no sabemos lo que va a durar… En función del resultado, estaremos hablando de reforzar presencia o dejarla como está.
Empezaremos a repartir dividendo cuando veamos que tiene más sentido buscar más la renta que generar nuevo negocio
- De vuelta al inversor español, que tiene un perfil muy rentista, ¿cuál será la pista de que van a empezar a repartir dividendo?
Ya hemos dicho que no vamos a repartir dividendo en los tres primeros años porque somos una empresa de crecimiento. Así lo hemos hecho desde el principio, hemos repartido dividendo muy pocas veces. Sin embargo, hemos pasado de una facturación de 50.000 euros al comienzo a los casi 360.000 euros del cierre de 2019. Cuando el crecimiento es tan grande, preferimos destinar esos fondos a seguir creciendo, porque si no lo creces tú, alguien lo hará.
En resumen, mientras veamos que la curva de crecimiento se mantiene fuerte, lo normal es que no repartamos. Empezaremos a hacerlo cuando veamos que esa pendiente de crecimiento se va suavizando y tiene más sentido buscar más la renta que generar nuevo negocio, pero es seguro que eso no va a ser en los próximos tres años.
- ¿Prevén que la creciente apuesta por las renovables como palanca de crecimiento dé lugar a una competencia más voraz?
La competencia en este sector siempre ha sido muy dura. Aquí, ha habido siempre muchísimos actores, muchas empresas pequeñitas que se reparten migajas. En adelante, vamos a ver empresas fuertes e integradas. Ese es nuestro modelo de negocio, eso es Soltec. La única manera de que no desaparezca el sector es integrando margen. Estoy seguro de que vamos a ver consolidación o integración en los próximos años.
- Entonces, ¿prevén salir de compras a medio plazo?
Pudiera ser, pero el crecimiento inorgánico no va a ser determinante, siempre hemos sido más de crecimiento orgánico. Eso no quiere decir que tácticamente en un momento determinado podamos hacer alguna adquisición, pero no va a ser una política de adquisiciones continua.
Lo contemplamos especialmente, como hemos hecho en el pasado, cuando llegamos a una región nueva para nosotros o en la que no contamos con proyectos. En esos casos, hemos comprado proyectos en su etapa inicial, que son más económicos y nos permiten ganar un año. Eso no lo descartamos en un momento determinado. También donde no tengamos infraestructura de instalación, para dar los servicios necesarios. En cualquier caso, serán cosas muy puntuales.
- Una vez que ha llegado el esperado toque de campana, muchas compañeras del sector seguirán vigilando para ver si siguen sus pasos. ¿Qué les diría?
No solo para la industria de las renovables, sino para todo el sector de lo sostenible, lanzo el mensaje de que hay que recuperar la economía, que necesitamos empresas, que necesitamos dar empleo… Si no, ¿quién va a mantener este país? No podemos vivir eternamente de lo mismo, del turismo y la agricultura.
- Usted lo sabe bien viniendo de Murcia.
Así es, lo conozco de primera mano. Tenemos que vivir de la tecnología y la industria sostenible. Yo animo a las empresas innovadoras que estén en este ámbito a que den el paso al frente.