Fachada de la Bolsa de Madrid en una imagen de archivo.

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Mercados

La cautela toma el relevo en las bolsas tras una sesión récord por la vacuna de Pfizer

Las dificultades logísticas que podría entrañar la distribución de la vacuna contra el coronavirus matiza el optimismo vivido el lunes.

10 noviembre, 2020 19:24

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La euforia por los avances en la obtención de una vacuna frente al coronavirus se moderaba en las bolsas este martes. Aunque al cierre se imponían los avances en las plazas europeas, varias llegaban a probar las pérdidas durante buena parte de la sesión después de haber subido con fuerza en la víspera.

Los pormenores de los primeros resultados del estudio Fase III del prototipo de vacuna que desarrollan Pfizer y BioNTech contra la Covid-19 están detrás de esta nueva lectura del mercado. Entre los detalles que más preocupan, la necesidad de que los viales tengan que conservarse a una temperatura aproximada de -80º centígrados.

Y más allá de estos detalles, la certeza de que aún quedan meses para que el antiviral llegue a las consultas médicas, se convertía en la excusa perfecta para el paso por caja de los inversores de perfil más oportunista. Así ocurría especialmente en Asia, con el Shanghai Composite chino un 0,4% a la baja, el Kospi coreano subiendo solo un 0,2% y lo mismo para el Nikkei 225 japonés.

Acuerdo europeo

Este martes, el Ibex 35 se proclamaba una vez más como verso suelto entre las bolsas europeas. Aunque esta vez para bien. El índice español sumaba un 3,38% a su gráfica, de manera que consumaba el asalto a los 6.700 puntos. Máximos de los últimos cinco meses resultado de sumar un 12% en los últimos dos días.

A este comportamiento, como al abandono del rojo que durante buena parte de la sesión marcaban algunos índices europeos, contribuía el acuerdo para el reparto de los fondos europeos de reconstrucción Next Generation. A falta de que Polonia y Hungría den su brazo a torcer, los 75.000 millones de euros previstos pondrán rumbo a las econoías más dañadas de la región.

Esto se ha convertido en un revulsivo de primer nivel para la renta variable europea. Y más para un Ibex 35 que encara la recta final del año como el peor de toda Europa Occidental debido, en gran medida, al impacto de la pandemia sobre la economía nacional.

El índice europeo más adelantado por detrás del español era el Ftse 100 británico, un 1,8% al alza después de haber estado duramente penalizado por el regreso al confinamiento blando de la población británica. Un 1,6% se apuntaba el Ftse MIB italiano, representante de la segunda economía europea más azotada hasta la fecha por el coronavirus. Hasta el DAX abandonaba las pérdidas para despedir la sesión un 0,5% al alza.

El Ibex aguanta

De regreso al selectivo español, la vuelta a la normalidad que promete la vacuna seguía impulsando las ganancias en los bancos del índice español, los mismos que últimamente venían frenando sus avances recientes. CaixaBank y Bankia, pendientes de su fusión, subían un 10% y un 9,6%, de manera que el primero llegaba conseguir el regreso a los 2 euros por acción.

Sin embargo, las previsiones de recuperación de demanda de crudo propulsaban con más fuerza aún a Repsol, un 12% al alza. También persistía la euforia es en IAG, que sumaba un 6,5% a su gráfica después de haber subido ayer un 25,5%.

El farolillo rojo de la sesión volvía a ser la farmacéutica PharmaMar, cuyas acciones perdían un 9%. Una huida inversora que se produce al considerar que sus planes de desarrollo de fármacos contra el coronavirus podrían llegar tarde

Así lo temen algunos inversores al calibrar que en pocos meses puede haber disponibles vacunas efectivas que frenen los hasta ahora imparables contagios así como fármacos rivales como el que este martes ha presentado la estadounidense Eli Lilly. Y todo ello a pesar de que, a requerimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía española ha reafirmado la eficacia de su Aplidín.

Bonos soberanos

Por el mercado secundario de deuda soberana, la prima de riesgo se repliega hasta los 68 puntos básicos. Una merma que es resultado de unos bonos españoles que repuntan hasta el 0,20% de rentabilidad, un salto más limitado que el que experimentan los 'bunds' alemanes hasta el -0,48%.

Esta evolución desigual era fruto de la retirada de posiciones refugio que ha desatado el decisivo avance del tándem germano-americano en la lucha médica frente al coronavirus. En este sentido, conviene destacar que el Tesoro Público español ha vuelto a colocar deuda a corto plazo a tipos negativos. Concretamente, a los más profundos de toda su historia.

El oro rebota

El analista Adam Vetesse, de eToro, señala que ahora "todos los ojos están puestos en la tercera semana de noviembre, mientras esperamos para ver si los números muestran que la vacuna puede ser aprobada". Y todo ello en medio de una dinámica de expansión de estímulos monetarios como nunca antes se había conocido y a la que el Banco Central Europeo ha prometido una amplia vuelta de tuerca en diciembre.

Con este panorama, el oro se reponía de la huida de posiciones que sufrió en la víspera y buscaba el regreso a los 1.900 dólares por onza con subidas de más del 1%. Aún insuficientes, sin embargo, para compensar las caídas de más del 5% de la víspera.

Sí que había continuidad en el petróleo, pues el regreso a la normalidad que promete la vacuna anticipa una recuperación de la demanda de combustibles fósiles, tanto por la mayor movilidad de la población por medios particulares como por la reactivación de vuelos y cruceros, entre otros.

Este es el panorama que impulsaba al petróleo Brent, el de referencia en Europa, un 2% al alza, hasta rebasar la cota de los 43 dólares.