El centro económico del mundo se viene desplazando progresivamente hacia el Este en los últimos años. Pero... ¿se acelerará esta tendencia en el mundo poscoronavirus? La contención de los rebrotes y la mejora de los datos macroeconómicos han estado detrás del empuje de la renta variable del país. China está siendo el país que más fuerte y antes se está recuperando de este desastre económico derivado de la pandemia y eso se traslada a los mercados.
Un inversor que haya confiado en los fondos de renta variable del gigante asiático está consiguiendo de media un 19,55% de rentabilidad, según los datos de Morningstar hasta el 16 de octubre, lo que supera ampliamente la caída del 15% que tuvieron hasta mediados de marzo. Pero ¿es sostenible este crecimiento? A estos niveles, ¿hay oportunidades para los inversores?
“China es una economía que va a seguir ganando protagonismo apoyada en su consumo interno y en su clase media”, señaló Catherine Yeung, directora de inversiones de Fidelity International en el Best Investment Opportunities Summit, un evento sobre inversión internacional celebrado por Finect. Es más, aseguró que el mercado de renta variable chino es el mejor comparado con todas las clases de activos en el mundo.
Cuatro décadas
China anunció su apertura en 1978, la conocida como Open Door. Este movimiento dio el pistoletazo de salida a la economía del país: las marcas llegaron y la sociedad china empezó a valorarlas. Durante los últimos años esta tendencia ha seguido estando vigente. En realidad, se pueden apreciar cuatro grandes booms.
El primero, con el auge de las televisiones. El segundo, en el periodo 92-97 por el interés hacia el aire acondicionado. A principios de los 2000 llegó el tercero, con el auge de la clase media china y la intensificación del consumo. Además, en 2006 finalizó la política de un solo hijo. Y el cuarto, en los últimos años, con la tecnología produciendo cambios estructurales.
El consumo nacional es hoy fundamental para el PIB chino. Cada vez depende menos de las exportaciones y cada vez más del consumo. “La clase media es uno de los principales vectores, la mejora de sus estándares de vida, el aumento del gasto, y la preferencia por productos de marca ha provocado un gran éxito en los mercados”, señaló Catherine Yeung.
“A la actual generación le encanta gastar, incluso se ha introducido un nuevo término: clan lunar para aquellos jóvenes que se gastan el sueldo antes de ingresar el sueldo del mes siguiente”, explicó.
La sociedad china, según la experta, está pendiente de los servicios y las marcas para mejorar su propia imagen. Y en ese camino se ha apreciado una preferencia por la calidad. No solo en materiales y productos, sino también en el marketing. También hay una tendencia hacia potenciar las marcas locales. Pasa en la comida, en las bebidas, en los coches.
“Es cierto que hay tendencia por los alemanes, pero cada vez se ven más coches chinos”. “Hay una clara preferencia por lo diseñado y creado en China. La etiqueta made in China ha dado paso al diseñado y creado en China”, apuntó la gestora y añadió que las marcas domésticas, sin duda, irán cogiendo más fuerza en los próximos años.
Y en el consumo chino, el comercio online tiene mucho que decir. Desde principios de año se está viviendo un incremento del 10% en términos anualizados. El cambio online es una estrategia a largo plazo. Muchas compañías están invirtiendo en muchas estrategias a nivel tecnológico, tanto del sector servicios como en la educación o en el sector sanitario, entre otros.
En cuanto a la recuperación económica frente a la Covid-19, las políticas del Banco Popular de China han sido más suaves que el de otras regiones, pero en el país se ha visto una recuperación de la economía, con ratios como el de manufacturas normalizados en el tercer trimestre. Incluso el sector servicios se ha normalizado. Es cierto que Yeung señala que ha sido gracias a los viajes internos, que se han intensificado a niveles de los noventa, ya que el turismo internacional es prácticamente nulo.
Cómo invertir
Aunque la apertura de los mercados chinos al inversos internacional ha sido una tendencia del Gobierno en los últimos años, lo cierto es que tomar posiciones en la renta variable del país es un tema complejo. La composición de los diversos índices no solo difiere de las compañías que lo componen, sino también en su distribución sectorial.
De hecho, algunos tienen una concentración muy elevada en un solo sector o incluso en una sola acción. Es el caso del MSCI China en el que sus dos primeras posiciones (Alibaba y Tencent) pesan más del 30%. La buena noticia es que hay fondos de gestión activa que baten contundentemente a este índice.
El JP Morgan Funds – Greater China Fund suma en 2020 un 30,3%, subiendo hasta el 42,6% a 12 meses y hasta el 53,5% a 36 meses. El fondo invierte en títulos de renta variable y valores vinculados a títulos de renta variable de empresas de la República Popular China, Hong Kong y Taiwán.
Por su parte, el Schroder ISF Greater China consigue una rentabilidad del 21,7% en 2020, subiendo hasta el 21,7% a 12 meses y hasta el 45% a tres años.
Más opciones
El UBS (Lux) Equity Fund – Greater China (USD) logra un 21,7% en el año, que se convierte en un 32,4% a 12 meses y a un 61,9% a tres años. Este fondo invierte sus activos principalmente en acciones y otras participaciones de renta variable de empresas domiciliadas en la República Popular China o Taiwán, aunque también parte de sus posiciones se encuentran en otras sociedades domiciliadas en el Este de Asia, que tienen estrechos vínculos económicos con China o Taiwán.
La rentabilidad del Fidelity Funds China Consumer Fund, gestionado por Catherine Yeung, es del 19,1% en el año, del 28,5% a 12 meses y del 29,4% a tres años. El fondo invierte en empresas de China y Hong Kong que se dedican al desarrollo, fabricación o venta de bienes o servicios a los consumidores en China.
Otro fondo que está teniendo un buenísimo comportamiento en 2020 es el Allianz China A-Shares. Este fondo de menos de 12 meses de vida logra una rentabilidad este año del 39,9%.
Si se es más partidario de la gestión pasiva, lo mejor es no perder de vista al Pictet – China Index. Es cierto que su rentabilidad resulta menor que las de los fondos activos anteriormente nombrados, pero logra sumar un nada despreciable 16,8% en 2020, que sube hasta el 28,6% a 12 meses. A tres años su rentabilidad se sitúa en el 25,3%.