BNY Mellon refuerza su confianza en la gestión activa como herramienta para conseguir la mejor rentabilidad para la inversión el año que viene. La apuesta por índices a través de gestión pasiva es poco recomendable en estos momentos, según Sasha Evers, director general del banco estadounidense para Iberia y América Latina. "Así te pierdes las oportunidades que ha dejado el coronavirus", avisa.
Evers es claro al señalar que en BNY Mellon son "escépticos con las FAANG", siglas que designan a las gigantes tecnológicas estadounidenses. En su opinión, "se puede invertir en tecnología y disrupción" sin recurrir a estos valores que, debido a unas acciones que "están ampliamente sobrevaloradas", ya suponen el grueso de ponderación de los índices en EEUU.
La estrategia que el banco estadounidense ha presentado este jueves con miras al año que viene para evitar caer en burbujas y trampas de valor se concreta en "mucho análisis antes de invertir", según ha subrayado el directivo local. En este sentido, aunque sin dar nombres, el especialista ha destacado que "hay compañías menos cubiertas por el mercado con perspectivas muy interesantes y mucho potencial".
Al margen del 'value'
Mientras que este será el factor que, según las previsiones de la entidad, marcará el devenir de Wall Street. En el caso de Europa, la advertencia viene por la parte de asumir demasiado riesgo en cartera porque BNY Mellon prevé que el de la recuperación económica "no va a ser un camino suave".
Ante este escenario, Evers reconoce que "en teoría tiene mucho sentido invertir en acciones castigadas", pero advierte de que "es muy incierto saber cuándo va a haber recuperación para cada negocio", lo que hace que "el timing sea muy difícil de manejar". Por todo ello, considera que "todavía no es momento de rotar carteras hacia el value".
El director para Iberia del banco estadounidense va más allá al asegurar que incluso "igual convendría quitar algo de riesgo ahora, porque las bolsas han corrido mucho con los anuncios de las vacunas". Una euforia que, si bien se justifica en el descuento de un futuro más despejado, contrapone con el hecho de que "a corto plazo la economía real puede seguir sufriendo mucho en los próximos seis meses".
Por lo que se refiere a las apuestas de la entidad para arrancar el próximo año, no hay duda de que "la Covid-19 ha sido el gran acelerador de muchas tendencias de inversión". En este sentido, la energías renovables, la movilidad y las infraestructuras son algunos de los temas por los que se apuesta fuerte en la casa.
Inversión temática
"La inversión temática será clave", sentencia Evers, que pone el foco en "la movilidad como uno de los ejes del cambio para los próximos años". Además, considera que la victoria del demócrata Joe Biden en EEUU dará un impulso a este sector, incluso con un Senado republicano, ya que ambos partidos tenían proyectos claros en este ámbito.
En cuanto a la energía, el experto destaca que "tradicionalmente se trataba de un sector muy centralizado, pero ahora la tendencia es la descentralización en la producción y el almacenamiento". Aquí también jugará un papel determinante la "mayor prominencia de los factores ASG", de sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza corporativa.
Desde la entidad americana prevén que los tipos de interés van a seguir bajos el año que viene y que, probablemente, la incipiente recuperación no se concretará hasta el tercer trimestre, cuando pronostican que pueda observarse cierta inflación, pero lejos de suponer ningún problema para el devenir de la economía y las política monetarias.
Con estas premisas, además de apuntar a las temáticas ya mencionadas, en BNY Mellon apuntan hacia las bolsas asiáticas y "acciones de dividendo, pero de calidad". Evers aconseja seguir esta pauta "aunque sean menos atractivos" que otros con un recorrido menos asegurado.
Bonos emergentes
Ante la previsión de que el dólar siga retrocediendo en el mercado de divisas, la entidad apuesta por deuda de mercados emergentes en moneda local con la advertencia de "ser muy selectivos". Entre los países a evitar por las tensiones económicas y monetarias que atraviesan apunta a Turquía y Sudáfrica, mientras que de Brasil y Rusia señala que "sí que son oportunidades" a pesar de haber sido dos países muy afectados por la pandemia.
Esta apuesta la acompaña de bonos locales de EEUU, que "ofrecen un rendimiento más atractivo que el grado de inversión corporativo americano y tienen un historial de muy pocos eventos de impago". Además, están dentro del ámbito de acción de los programas de compra de la Reserva Federal (Fed).
Sin descartar posiciones en renta fija con grado de inversión, porque "aportan estabilidad y algo de rentabilidad", BNY Mellon fija un criterio neutral porque "los diferenciales se han estrechado mucho y los precios están bastante ajustados a mercado", según ha subrayado Evers.