El próximo matrimonio del sector bancario español ya tiene su primer ‘sí quiero’. El de los accionistas de Bankia. Y se espera que los de CaixaBank respondan con la misma sentencia en la junta a la que han sido convocados este jueves. Las campanas se echan al vuelo y los inversores buscan la mejor estrategia a seguir para salir ganando en esta boda.

La histórica revalorización de la bolsa española en el último mes ha predispuesto a muchos inversores a vender sus posiciones y asegurar ganancias. Una tentación al alza a la que, a tenor de su más reciente evolución, no han de ser inmunes los accionistas de CaixaBank y Bankia. Y más especialmente aquellos de perfil más oportunista que entraron simplemente para aprovechar el previsible calentón de precios fruto del anuncio de su proyecto de fusión.

Aunque la tentación cotiza al alza, como la rentabilidad acumulada por ambos valores, los expertos aconsejan no sucumbir. Y es que, aunque antes de acabar la semana haya vía libre para la boda por parte de las juntas, el matrimonio no se consumará seguramente hasta mediados del primer trimestre del año que viene.

Recuperación económica

Si las previsiones que actualmente manejan los epidemiólogos se cumplen, la vacunación contra la Covid-19 ya será una realidad para aquel entonces. Dicho de otra manera, la recuperación económica habrá conseguido una mayor tracción, lo que habría contribuido a seguir alimentando la remontada de precios de ambos valores.

La evolución de las dos entidades en este último mes en que la carrera médica contra el coronavirus ha acelerado con fuerza son la mejor premisa. Las acciones de Bankia han subido un 40% en el recién terminado noviembre. En el mismo periodo, CaixaBank ha acumulado una remontada del 39%.

Aun sin saber qué velocidad tendrá la recuperación económica, desde sus mínimos de esta crisis, el ascenso alcanza un 92% para la heredera de Caja Madrid y un 42% para el banco catalán.

Incluso si se toma como referencia el precio de cierre del día en el que a última hora de la noche anunciaron su noviazgo las dos entidades, el pasado 3 de septiembre, el balance es sensiblemente positivo. Y eso que por medio se llevan el castigo que impuso sobre todo el sector la cresta de la segunda ola de contagios en octubre. En los tres meses menos un día que cuentan desde aquello, la remontada llega al 42% en Bankia y al 19% en CaixaBank.

Dividendo

El propio presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, se refería a este comportamiento de la acción en la junta de accionistas del martes. La brecha a favor de la entidad española de más de 20 puntos de rentabilidad en este periodo frente al índice EuroStoxx Banks se convertían en su discurso en la mejor garantía de que el nuevo banco tendrá “calidad de balance y mayor dividendo”.

Este último reclamo, el del dividendo tan apreciado por los inversores españoles, ya ha salido a colación en otras ocasiones para garantizar a los inversores que si aguardan, tendrán regalo de bodas. El director general adjunto financiero de Bankia, Leopoldo Alvear, explicó en un encuentro virtual específico con accionistas de la entidad que habrá reparto de ganancias tan pronto como se complete la operación.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.

A decir toda la verdad, tan pronto como el matrimonio se consume y el Banco Central Europeo (BCE) levante el veto vigente en la actualidad al reparto de caja fuerte por parte de las entidades de la Eurozona. Una decisión que parece la vía más probable en cuestión de semanas de confirmarse los calendarios de vacunaciones de los distintos países y comprobarse una sostenida aunque frágil recuperación económica que disipe el fantasma de la morosidad.

Mientras las dos entidades avanzan en su camino hacia el altar, los analistas se muestran convencidos de que esta vez la paciencia tendrá premio. Así, en el caso de Bankia solo cuatro de los 20 analistas que siguen su evolución en bolsa y balance aconsejan la venta de sus acciones frente a una pavorosa mayoría de 11 que opta por una cautelosa postura de mantener posiciones y cinco que invitan a la compra de títulos a sus clientes.

Potencial alcista

Entre los que conforman este último grupo más optimista están los expertos de Alantra, que en su última revisión de números para la entidad, ya con la hoja de ruta de la fusión sobre la mesa, establecieron un precio objetivo de 1,57 euros por acción. Una cota que implica un potencial adicional del 7% sobre el rally ya conseguido por la entidad.

Por lo que se refiere a CaixaBank, el consenso de que lo mejor está por venir por mucho que quemen las ganancias latentes en el bolsillo es aún más evidente. Dos tercios de los analistas que siguen su trayectoria aconsejan comprar acciones del banco que dirige Gonzalo Gortázar: 16 de un total de 25. Otros siete se decantan por mantener y solo uno recomienda la venta.

Este mayor respaldo de la comunidad financiera se traduce en un precio objetivo de consenso que todavía ofrece recorrido alcista para sus acciones. Los 2,32 euros por acción que marcan, según datos extraídos de Refinitiv, suponen una cancha para alargar la remontada otro 7% desde su cotización actual.

Los de Credit Suisse se colocan entre los más optimistas, pues hace apenas dos semanas elevaron su consejo sobre la entidad a sobreponderar, a la par que elevaron el techo para sus acciones hasta los 2,6 euros por acción. Una cota que, a la postre, supondría una revalorización adicional del 20% desde las cotas en las que ahora se mueve la heredera de La Caixa.

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