A principios de diciembre se anunció la compra de Slack por parte de la empresa Salesforce. Esta compra vuelve a mostrar la exuberancia en las valoraciones de empresas tecnológicas y/o con crecimientos de ventas de doble dígito.
Slack es una empresa que proporciona un servicio de comunicación interna para las empresas.
Este negocio estaba creciendo fuertemente hasta que Microsoft lanzó su herramienta Teams, ofreciendo el mismo servicio gratuitamente y consiguiendo aumentar durante la pandemia el número de usuarios de 32 a 115 millones frente a un crecimiento mucho más limitado de Slack, que no ha vuelto ofrecer cifras de usuarios desde 2019.
Hay muchos ejemplos de estas valoraciones de vértigo en empresas de crecimiento como pueden ser Zoom o Tesla, que entra en el índice S&P 500, con una capitalización de 550 mil millones de dólares -superior a la capitalización conjunta de la mayoría de los fabricantes de coches - pero quizás el ejemplo más claro de inversiones irracionales lo tenemos en Nikola.
Esta empresa pretende fabricar camiones impulsados por hidrógeno, para lo que ha presentado varios diseños y patentes, pero sin haber llegado a fabricar ni un solo vehículo.
El ejemplo más claro de inversiones irracionales lo tenemos en Nikola, con patentes de camiones impulsados por hidrógeno, pero sin haber llegado a fabricar ni un solo vehículo
Pese a ello, tras salir a cotizar este año, sus acciones se revalorizaron un 700%, llegando a capitalizar más de 27.000 millones de dólares.
Hace unos meses un inversor bajista sacó un informe donde desvelaba que el camión de pruebas que mostraban en su vídeo promocional se movía porque iba cuesta abajo, además de otra serie de informaciones negativas que hicieron dimitir al presidente y fundador de la compañía y a la apertura de una investigación por parte del regulador americano.
Para poner aún peor las cosas, General Motors rompió el acuerdo para entrar en el capital de la compañía y para fabricar uno de sus modelos. A pesar de todo ello, la compañía sigue capitalizando 7.000 millones, habiendo subido casi un 100% en el año y sin haber facturado ni un solo dólar.
Hace poco Joel Greenblat, afamado inversor que publicó un método de inversión que había batido a los índices durante varias décadas -consistente en invertir en las compañías con un bajo múltiplo de valoración y con un alto nivel de rentabilidad- publicó un curioso dato.
Si un inversor hubiese invertido en todas las compañías americanas en pérdidas y con una capitalización superior a 1.000 millones a cierre de 2019, en este momento estaría ganando más del 70%. En cambio, los inversores que habían seguido su método de inversión durante los últimos 10 años habrían obtenido una rentabilidad negativa del 1,7% anual.
***Antonio Aspas es socio de Buy & Hold.