Un retroceso por la mínima ha sido suficiente. Al cierre de la tercera semana de diciembre, el Ibex 35 se ha dejado un 0,3% hasta los 8.037,4 puntos, mínimos de este último mes del año. A falta de solo siete sesiones para cerrar 2020, el índice español vuelve a confirmarse como el más bajista de Europa y vuelve a fallar en su asalto a los 8.100 enteros.
Los bandazos de precio a ambos lados de la gráfica, aunque suaves, han sido la tónica general de una semana en la que el protagonismo lo han acaparado los bancos centrales. Los inversores se han quedado sin señales que marcaran un rumbo definido para las bolsas del Viejo Continente, pendientes de cuál será el definitivo desenlace para un 'brexit' que amenaza con aguar la fiesta por el inicio de las campañas de vacunación contra la Covid-19.
Hasta la sesión de este viernes, en la que el Ibex 35 se ha dejado un 1,42% de su valor, ninguna de las jornadas de esta semana se había traducido en cambios superiores al 1% al cierre para el índice español. Una muestra más de la falta de definición con la que han convivido los inversores, dudosos entre celebrar la ampliación del calendario de estímulos por parte de los bancos centrales o ver en esto un síntoma de que la recuperación podría resultar más lenta y accidentada de lo que se venía descontando en las últimas semanas.
El mejor reflejo de esta dicotomía lo ha dejado la Reserva Federal de EEUU (Fed), que anunció sus decisiones este miércoles, con los mercados europeos ya cerrados a negociación. Si por un lado mejoró tímidamente sus previsiones macroeconómicas para este ejercicio y los siguientes, por otro abrió la puerta a mantener intactos sus tipos de interés en mínimos históricos y su abultado programa de compra de deuda previsiblemente hasta el año 2023.
Un día después, el Banco de Inglaterra confirmó la continuidad de las herramientas desplegadas en noviembre. Otro más, este mismo viernes, ha sido el Banco de Japón el que, además de renovar la vigencia de sus estímulos hasta septiembre del año que viene ha anunciado otras medidas auxiliares para potenciar el crédito corporativo y evitar la quiebra de empresas en el país asiático.
El peso de la banca
Por si todos estos factores, sumados a la cuenta atrás para el definitivo divorcio entre Londres y Bruselas, no hubieran suficiente motivo de indefinición, la última cuádruple hora bruja del año han completado el cóctel para una semana de idas y venidas. Ajenos a los máximos de Wall Street, los índices europeos han replegado velas con el vencimiento de futuros, opciones y otros derivados.
El sector financiero ha vuelto a ser protagonista en un Ibex 35 que volvía a ser el farolillo rojo de Europa. Mapfre y Banco Santander han perdido un 4,1% este viernes, mientras que Bankinter ha caído un 3,3%. BBVA ha conseguido amortiguar el descenso al 0,1%, mientras que el Sabadell ha cedido un 1,1% tras conocerse el relevo de su consejero delegado.
A pesar de este comportamiento, ninguno de ellos ha sido el valor más bajista de este viernes. Un puesto que le ha correspondido a Amadeus, un 4,3% a la baja. Las socimis Colonial (-4%) y Merlin Properties (-3,2%) también han terminado la semana entre los valores más penalizados del parqué.
La energética Enagás, que arrancó la sesión como el valor más castigado del índice, ha terminado con retrocesos del 2,1%. Y eso que a presión financiera que ha puesto el Gobierno sobre la mesa con el fondo de financiación a las renovables se han sumado dos recortes de recomendación por parte de Barclays y JP Morgan.
A contracorriente
Al otro extremo, Siemens Gamesa ha liderado al reducido grupo de ocho valores que han conseguido cerrar la sesión en verde. La renovable ha repuntado un 3,6% a pesar de la irrupción del fondo de pensiones de Canadá con posiciones bajistas. PharmaMar (+2,6%) y Solaria (+1,6%) han completado el podio alcista de la sesión.
Fuera del índice rey de la bolsa española, el foco se ha colocado sobre Prisa. No tanto por su evolución en bolsa, donde ha cerrado sesión con alzas del 1,4%, sino porque su junta de accionistas celebrada este viernes se ha saldado con la destitución del presidente Javier Monzón gracias a una propuesta introducida por el fondo de inversión Amber al margen del orden formal de la asamblea.
Bonos y divisas
Mientras tanto, en el mercado secundario de deuda, el bono español a diez años ha llegado al fin de semana en rentabilidades positivas después de haber marcado tipos en contra de sus tendores durante varias de las últimas sesiones. En el entorno del 0,04%, la prima de riesgo ha permanecido sin sobresaltos en los 62 puntos básicos.
Como en los papeles soberanos, las decisiones de los bancos centrales también han tenido su efecto en el mercado de divisas. El euro ha reeditado máximos de dos años y medio con su escalada por encima de los 1,22 dólares. No obstante, el protagonismo se lo ha llevado el bitcoin, que al rebasar los 20.000 dólares ha marcado máximos históricos en las plataformas de criptodivisas.