La crisis como adversidad ante la que buscar refugio o como oportunidad para intentar dar el pelotazo. Esta ha sido la dicotomía que ha movido a los españoles en sus decisiones de ahorro durante la pandemia: guardar el dinero a buen recaudo aun sin rentabilidad alguna o aprovechar las fuertes caídas de la bolsa a la espera de la remontada.
Nunca antes en España había existido tanto dinero en depósitos bancarios, pero a la vez los españoles han sido los europeos que más han invertido en bolsa en medio de esta pandemia. Así lo demuestra un estudio publicado por el Banco de España en el que analiza la evolución de los ahorros de los ciudadanos de la Eurozona durante la primera ola de contagios masivos por Covid.
El informe saca a la luz que los españoles destinaron un 5,7% de su renta bruta disponible a la inversión neta en acciones cotizadas durante los seis primeros meses de este 2020 del coronavirus que ya toca a su fin. Un porcentaje que, además de resultar abultado por sí solo para una situación de incertidumbre como la vivida en ese periodo, se queda sobradamente por encima del 3% que marca la media de los países del Viejo Continente que usan la moneda común.
Lejos de Italia
Los que más cerca se colocan de esta decidida apuesta por la bolsa de los españoles son los alemanes. Y se quedan lejos, pues el estudio les atribuye la dedicación de solo un 4,5% de su renta bruta disponible. En Italia, otro de los países más sacudidos por la epidemia tanto en su economía como en su bolsa de valores, este porcentaje ni siquiera ha alcanzado el 2%. Lo mismo que en Francia.
Estos datos concuerdan con los que Inverco, la patronal española de la industria de inversión, había publicado para el segundo trimestre del año. La inversión directa de las familias alcanzó entonces un montante de 11.980 millones de euros, un volumen tan abultado como no se había visto para este periodo en los últimos ocho ejercicios precedentes.
De esta partida, el grueso de la inversión se la llevaron las acciones de compañías cotizadas, que aglutinaron flujos de capital por 10.130 millones de euros. Una cifra más que significativa si se tiene en cuenta que las familias españolas dedicaron a renta fija solo 2.940 millones de euros en el periodo analizado. Y es que los bonos no han sido el refugio de los españoles en esta crisis.
Los analistas del mercado ven tres factores como determinantes a la hora de explicar la mayor recurrencia de los españoles a la inversión en bolsa en los compases más duros -hasta ahora- de la pandemia. El primero de ellos, y más determinante, es la búsqueda de un pelotazo ante el discurso inicial de que se trataba solo de una sobrerreacción del mercado a una crisis de corto alcance de la que el Gobierno incluso preveía recuperarse en menos de un año.
Tiempo, calma y avaricia
En segundo lugar, el discurso de los gestores y asesores de inversión llamando a la calma durante toda esta crisis. Una tarea de evangelización que, si bien no logró evitar el pánico en los compases más inciertos, sí que ha logrado una sangría menos profunda que en otros momentos de tensión e incluso ha conseguido que muchos reforzasen sus posiciones de inversión para aprovechar el descuento del mercado con miras al largo plazo.
Por último, los economistas consultados por este portal apuntan al efecto directo de un confinamiento más duro y prolongado que en la mayoría de países vecinos mientras que muchos hogares los ingresos familiares se mantuvieron más o menos estables gracias al teletrabajo y los ERTE. Dicho de otro modo, una renta bruta disponible relativamente estable y más tiempo para analizar posibilidades con las que obtener una mayor rentabilidad de la misma.
Esta combinación de factores ya se había visto venir por el significativo incremento en el número de clientes minoristas señalado por varios brókeres en el mercado español y el conjunto de Europa. Una situación que incluso hizo saltar las alarmas en el regulador europeo ESMA, que alertó a los muchos novatos recién llegados al mercado en los compases más duros de la pandemia de los riesgos de su inversión.
En esta misma línea de discurso, la II Encuesta sobre Comportamiento Financiero de los Españoles publicada por el bróker eToro esta semana deja en evidencia que un 27,7% de los ciudadanos del país considera abiertamente que la mejor fórmula para mejorar las finanzas personales pasa por “dar un pelotazo”.
A los depósitos
El porcentaje, que roza un tercio de la población, se queda muy por encima del 11,1% que en esta edición considera que la clave está en seguir una inversión estratégica en activos financieros. Esta se queda, además, sensiblemente por debajo del 17,6% que hace un año consideraba esta vía como la más adecuada para prosperar.
Por el extremo opuesto, los que han visto en esta pandemia una llamada a buscar refugio a su dinero incluso renunciando a rentabilidad alguna por él, se han hacinado en los depósitos bancarios. El producto estrella del ahorrador conservador ha sido el gran destino de capitales durante la primera ola de la pandemia en España en virtud de los datos aportados ahora por el Banco de España. Estas ‘huchas’ acapararon un 22,9% de la renta bruta disponible.
En este caso, un país adelanta a España. Los franceses destinaron a depósitos bancarios un 25,9% de su renta bruta en los seis primeros meses del año. No obstante, la segunda posición de los españoles se construye con una cifra muy superior a la que arroja la media de la Eurozona, pues se queda en el 17,9%, según los datos aportados por el estudio del supervisor español.
Los últimos datos disponibles del sector, que se corresponden con el mes de octubre, apuntan a un volumen de 896.651 millones de euros en depósitos bancarios. La cifra supone además de la más abultada de la serie, el segundo récord histórico consecutivo. Los recuentos del supervisor dejan en evidencia que entre marzo y junio se metieron ‘debajo del colchón’ más de 10.000 millones de euros al mes.