Wall Street sufrió el incremento de las tensiones políticas en EEUU. Ahora que la victoria de los senadores demócratas en Georgia parecía despejar el camino hacia una transición de poder más ágil, los avances hacia la reprobación del presidente en funciones, Donald Trump, se traducen en cautela en la bolsa neoyorquina.
El segundo impeachment contra Trump amenaza con dificultar el relevo de poder en la Casa Blanca y, sobre todo, con desviar la agenda política de la necesaria aprobación de estímulos económicos. Así lo dejan en evidencia las revisiones a la baja que varias instituciones financieras han hecho en sus previsiones macroeconómicas durante los primeros días de este año.
31.068,69 +60,00
3.801,19 +1,58
13.072,43 +36,00
Con este escenario, los tres grandes índices neoyorquinos titubearon con movimientos estrechos a ambos lados de la gráfica, aunque finalmente se decantaron por las ganancias mínimas. El Dow Jones ganó un 0,2% en los 31.068 puntos. Un 0,1% ganó el S&P 500 en los 3.800 puntos. El Nasdaq logró aguantar tres décimas arriba, en los 13.072 puntos.
Las acciones de Zoom Video Communications, la gran revelación del teletrabajo en bolsa, cotizan planas después de haber anunciado una próxima ampliación de capital por 1.500 millones de dólares. El objetivo de la compañía es conseguir financiación para implementar mejoras y reforzar sus plantes de crecimiento. JP Morgan ha sido designado como colocador único de la operación.
Premio a Wells Fargo
Cerca de un 2,1% subieron las acciones de Wells Fargo. Un impulso que llega para el banco estadounidense directamente desde los cuarteles generales de UBS. Un informe de la entidad suiza lo ha señalado como una de sus apuestas favoritas, a la par que ha elevado su precio objetivo desde los 23 a los 41 dólares por acción.
Más modesto, del entorno del 1%, fue el avance de Walmart una vez que ha anunciado su alianza con Ribbit Capital para crear una fintech focalizada en el consumo. Las acciones de la sociedad de inversión subían un 10% al conocerse su colaboración con el gigante minorista estadounidense.
La gráfica de Alibaba perdió un 0,5% por las amenazas que llegan para la compañía desde China. Las autoridades de su mercado doméstico siguen acechando a la gigante del comercio electrónico por su gran peso en el sector y acaban de poner sobre la mesa la posibilidad de nacionalizar algunas de sus unidades. Es el último capítulo de las fricciones iniciadas con el frustrado estreno bursátil de su filial fintech.