El baile de accionistas de Prisa se apunta un nuevo movimiento. El fondo oportunista Melqart ha anunciado este jueves que su inversión en el grupo de medios se ha reducido a la mitad desde la cota comunicada hace poco más de un mes. Ahora, su cartera se reduce a un 2,205% de la española.
La minoración es drástica si se tiene en cuenta que el pasado 11 de diciembre el mismo fondo de perfil oportunista anunciaba una posición equivalente al 4,616% del capital social de Prisa. Un porcentaje con el que incluso superaba al mexicano Carlos Fernández González (4,027%) y a Banco Santander (4,145%).
El formulario remitido este jueves por Melqart a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) señala que el porcentaje al que queda reducida su inversión se compone íntegramente de derechos de voto a través de contratos por diferencia, más conocidos por las siglas CFD, liquidables en efectivo. Ni una sola acción de Prisa obra en su cartera, según este documento.
Paraíso fiscal
A pesar de que la gestora ha reducido su participación por debajo del 3%, que es el umbral que habitualmente marca la frontera para ser considerado accionista significativo de una cotizada, deberá seguir rindiendo cuentas al mercado de los cambios que ejecute en su inversión. Esto se debe a que la firma figura domiciliada en el 'paraíso fiscal' de Gran Caimán y el supervisor español vigila en estos casos cualquier participación por encima del 1%.
La posición, que se compone íntegramente a través del fondo Melqart Opportunities Master Fund, es consecuencia de una transmisión de títulos celebrada al margen del mercado oficial. Así figura en el formulario en el que consta que la operación se celebró el pasado 22 de enero.
Vivendi y HSBC
Esto supone que, a pesar de haberse notificado después, la reducción de cartera se produjo antes de que Vivendi alcanzase el 9,936% que hasta ahora declara en Prisa. No solo eso, sino que se produjo en el mismo día en el que se conoció la entrada del grupo francés a consecuencia de la colocación acelerada del 7,89% que mantenía en la editora de 'El País' el banco anglo-asiático HSBC.
Esos movimientos, en los que Melqart podría haberse visto implicado, supusieron una vuelta de tuerca más al giro en el que está inmersa la compañía desde que la última junta de accionistas defenestró de su cargo al presidente Javier Monzón. Así, en el mercado se aventura la posibilidad de nuevos cambios en el mapa accionarial de Prisa en las próximas semanas.
A la espera de que el nuevo consejo de administración liderado por Joseph Oughourlian mueva ficha para reordenar los negocios de la cotizada, la compañía sufre un potencial bajista del 16%. Es el recorrido que tiene desde su actual cotización hasta los 0,89 euros por acción en los que se sitúa su precio objetivo de consenso.