La recuperación económica ha puesto en marcha una fuerte rotación de posiciones inversoras que promete animar los volúmenes de negociación de las bolsas mundiales. Un factor que las sociedades rectoras de los parqués suman a su recurrencia en el pago de dividendos y su ajetreada actividad corporativa para colocarse como una oportunidad de inversión destacada en este periodo de remontada de la crisis.
Este sector va ganando adeptos en los últimos tiempos y Capital Group acaba de sumarse a los que apuestan por él. El grupo de inversión americano señala que “las cotizaciones bursátiles de muchos operadores bursátiles de todo el mundo han subido con fuerza” y prevé que lo sigan haciendo apoyándose en sus “altos” márgenes, sus “reducidas” necesidades de inversión y sus “sólidos” flujos de efectivo disponible.
Unos factores a los que, previsiblemente, este año habrá que sumar una intensa actividad en operaciones corporativas en el sector. Incluso a lo largo de este 2020 de la pandemia se han ido avanzando y hasta cerrando transacciones en este sentido. Sirva en este último punto recordar la exitosa opa de la suiza Six Group -no cotizada- por la española BME mediante el ofrecimiento de una sustancial prima del 34% frente a su precio de mercado.
Ventajas frente a la banca
Los gestores de Capital Group subrayan además las fortalezas de estas sociedades rectoras de bolsa como apuesta dentro del sector financiero frente a los bancos. “Han necesitado menos capital de explotación y han generado una mayor rentabilidad sobre el capital invertido”, señala su estudio sectorial en el que se apunta cómo los “tipos de interés ultrabajos” han impactado en el negocio de las entidades mientras que ha sido una palanca para el negocio más fundamental de los operadores bursátiles: la negociación de valores.
Además, mientras que los bancos han visto bloqueada -y todavía limitada- su capacidad para el reparto de dividendos, las sociedades rectoras de bolsas “han devuelto gran cantidad de capital a los accionistas”, destaca el análisis. Un factor que las coloca como una alternativa “atractiva para carteras orientadas tanto al crecimiento como a la generación de rentas”.
Novatos en bolsa
Con todos estos factores, las bolsas se preparan para un incremento de volúmenes a consecuencia de la rotación de carteras y el incremento de la comunidad inversora, que es cada vez más numerosa tanto en institucionales como minoristas. La necesidad de buscar rendimientos para el ahorro y la mayor disponibilidad de tiempo que para muchos hogares ha supuesto el confinamiento ha dejado evidencias de esto último en cifras de crecimiento de hasta triple dígito en muchos brókeres.
En este sentido, desde Capital Group señalan que “el trading es una actividad que genera un margen elevado” para las plataformas del sector, del entorno del 60% de media. Además, esta vía de obtención de beneficios requiere niveles reducidos de capital y genera abundante efectivo disponible, según subrayan desde la firma estadounidense.
Aquí, la firma de inversión destaca dos compañías: CME Group y Hong Kong Exchanges & Clearing. La primera es la cabecera de la Bolsa de Chicago, que es líder mundial absoluta en los contratos de futuros, pues su catálogo incluye desde acciones hasta materias primas como el agua y el magro de cerdo pasando por índices y hasta criptomonedas. Un segmento que en tiempos de incertidumbre y turbulencias suele incrementar sus volúmenes por un mayor recurso a estrategias de cobertura.
La segunda de las señaladas es la rectora de la Bolsa de Hong Kong. A pesar de la pujanza de otras plazas como Shanghái y Shenzhen, el hongkonés sigue siendo para muchos inversores el parqué de entrada a las cotizadas chinas. Y estas, beneficiadas por la recuperación en V de su economía doméstica, cuentan cada vez con más peso en los índices globales que replican muchos fondos de gestión pasiva.
Más allá del parqué
No obstante, el negocio de las sociedades rectoras de bolsas es cada vez más diversificado. Entre sus actividades como proveedores de infraestructuras de mercado, se cuentan servicios de datos, como depositarios y proveedores de tecnología financiera e infraestructuras. En los últimos años, muchas plazas se han implicado en ganar fuerza en este segmento de negocio, de manera que ya representa ingresos “entre seis y siete veces superior al del sector de negociación”, según las cifras que baraja la firma americana.
Este nuevo frente en el negocio de las plataformas bursátiles se convierte en un aliciente añadido para fomentar las fusiones y adquisiciones. Así, los analistas de la gestora subrayan que, a menudo, las “excelentes” condiciones financieras de los grupos de este sector son el resultado de múltiples operaciones corporativas en las que se ha logrado “conservar en gran medida los ingresos de la entidad adquirida y reducir un tercio de sus costes”.
Dentro de este mismo tono de discurso, justifican que las empresas rectoras que “están bien posicionadas para cambiar de estrategia y que han demostrado un sólido historial de fusiones y adquisiciones merecen cotizar a precios con prima”. Aquí, las adquisiciones estratégicas para expandirse hacia industrias afines como los datos y el software son determinantes.
En este punto, la gestora apunta hacia London Stock Exchange Group (LSEG), la sociedad rectora de la Bolsa de Londres, que ha pasado de cotizar a diez veces su beneficio adelantado a hacerlo en casi 30 veces en apenas una década de diferencia. Algo que se atribuye al salto del grupo desde “ser un mercado de valores regional a un proveedor de datos financieros global”. La negociación bursátil ha pasado de suponer un 80% de sus ingresos a solo un 42%.
Actualmente, a pesar del 8% de revalorización que acumulan sus acciones, LSEG goza de un potencial alcista de más del 24%, según el consenso de analistas recogido por Refinitiv. En él, solo dos de los expertos que siguen su evolución recomiendan vender sus acciones frente a cinco que se inclinan por mantener posiciones y una mayoría de ocho que aconseja comprar sus títulos.
En el caso del grupo Euronext, que gestiona las plazas bursátiles de París, Dublín, Ámsterdam y Lisboa, entre otras, el potencial alcista hasta su precio objetivo -en 108,46 euros por acción- es actualmente ligeramente superior al 28%. En el caso de Deutsche Börse, la sociedad rectora de la Bolsa de Fráncfort, la cancha para el ascenso llega según los expertos al 14% desde su actual cotización.