La evolución de las acciones de Indra está siendo muy lateral. De hecho, estamos en el mismo precio que teníamos a mitad del primer mes del año cuando logró cerrar por encima del precio actual en el que se encuentra la acción ahora en los 7,50 euros.
Eso significa que lo único que ha pasado en las últimas semanas es eso precisamente: doce semanas en las que el precio no ha logrado hacer prácticamente nada.
Llegó a subir un 7% y bajar un 9% pero ha estado mareando mucho la perdiz en los últimos tres meses y lo único que podemos ver en el gráfico que pongo a continuación es que ha venido sistemáticamente apoyándose en la media móvil de medio plazo, la que podemos apreciar de color rojo.
Sin embargo, esto fue hasta el día de ayer cuando tuvimos el primer cierre por debajo de ella desde que fuese recuparada ante el fantástico mes de noviembre.
Así que la de hoy es una sesión muy importante más allá de ser cierre de semana porque implicaría el segundo cierre consecutivo por debajo de dicha media móvil además de perder los mínimos del pasado 24 de marzo en los 7,41 euros que es lo realmente importante.
Se abriría de esta manera oficialmente un proceso correctivo que en realidad tampoco sería ningún drama puesto que debemos tener en cuenta que el valor no ha recogido beneficios del excelente comportamiento del pasado mes de noviembre cuando se revalorizó desde la zona de los cinco euros hasta los 6,70 en muy pocas sesiones tal y como se aprecia en el gráfico insertado.
De confirmarse la pérdida de los 7,41 euros el riesgo de acabar viendo una devolución del 38,2% de toda esa subida es elevado.
Ello implica que deberíamos prepararnos entonces para ver a Indra perder los 7 euros y testear los 6,92. Por debajo de ellos tenemos a la media móvil de largo plazo que por cierto también está muy plana en los 6,80 euros como red de seguridad para evitar más caídas.
Por lo tanto, lo más deseable sería evitar este escenario no perdiendo los 7,41 euros.