El Ibex 35 salva los 8.600 puntos de su quinta semana consecutiva sin rumbo
La ausencia de evolución se repite en los bonos soberanos, que siguen instalados por debajo pero muy cerca de tipos del 0,4%.
23 abril, 2021 17:42Noticias relacionadas
El Ibex 35 volvió a caer presa del dontancredismo al término de una semana plana hasta casi el extremo. El índice rey de la bolsa española marcó su último precio antes del fin de semana en los 8.618,8 puntos, apenas un 0,06% arriba con respecto al viernes anterior. Ausencia total de rumbo por quinta semana consecutiva sin que el selectivo gane o pierda un mínimo del 1% en el acumulado de sus últimas cinco sesiones.
Los inversores volvieron a debatirse entre confiar en los avances de las campañas de vacunación, con el retorno de Janssen, y el temor a que la persistencia en el número de nuevos contagios por la Covid-19 resulte en un ritmo de recuperación económica más débil de lo que las bolsas siguieron descontando. Y eso que el Ibex 35 no solo siguió lejos de sus máximos prepandemia, sino que ni siquiera alcanzó a rondar sus máximos anuales.
Aunque poco movimiento en la foto previa al fin de semana, los inversores alcistas pudieron dar gracias de la firme defensa de la continuidad y flexibilidad de los estímulos desplegados por el Banco Central Europeo (BCE). En este sentido, el contundente discurso del que volvió a hacer gala la presidenta de la institución, Christine Lagarde, sirvió para evitar algunos compases en los que esta semana se llegaron a ver peligrar incluso los 8.400 puntos.
En este sentido, tal y como se esperaba, desde la institución monetaria se volvió a urgir a los políticos europeos a agilizar la puesta en marcha de los fondos de reconstrucción comunitaria Next Generation. Los retrasos siguieron entorpeciendo su reparto y ejecución mientras que otras economías como la estadounidense continuaron avanzando con sus respectivos planes de estímulo y apoyo a los sectores más dañados por la pandemia.
Así, entre el entusiasmo y los miedos, lo cierto es que el Ibex 35 se anotó máximos intradía de 8.741 puntos y mínimos de 8.426 enteros a lo largo de la semana. Una brecha que alcanzó al 3,7% pero que debido a la ausencia de indicadores claros sobre el devenir más inmediato de la economía se volvió a traducir en prudencia, cautela y un acumulado plano.
Renovables y turísticas
En el acumulado semanal, el fuerte repunte de precios del jueves en el sector renovable se dejó sentir en avances del 8% para Siemens Gamesa y del 3,2% para Acciona. El ambicioso plan de reducción de emisiones en EEUU se convirtió en un fuerte revulsivo para sus títulos.
No obstante, el repunte más significativo se lo apuntó Cie Automotive, un 12,6% arriba a lo largo de la semana. Muy lejos del 4,5% que logró Cellnex al término de la semana en la que se conoció que su última ampliación de capital registró una sobredemanda de casi 46 veces los 7.000 millones de euros levantados en la operación.
Al otro extremo de la tabla, la peor parte se la llevaron los valores turísticos. IAG (-3,5%), Aena (-0,9%) y Amadeus (-0,3%) se convirtieron en algunos de los más penalizados de la semana. Y es que las dudas del mercado en torno al momento en que podrán volver a niveles de negocio de cierta normalidad contaron con un nuevo ingrediente. La patronal mundial de las aerolíneas, IATA, recortó drásticamente sus previsiones para el conjunto de 2021 al ver que la demanda sigue muy debilitada.
Bankinter y Repsol cerraron la semana con descensos cercanos al 3%, mientras que ACS se dejó un 1,7%. En varias de ellas, el temor a que la escalada impositiva a la que se apunta en muchas grandes economías hicieron mella.
La última de la semana
En la última sesión de la semana, el Ibex 35 acabó con un retroceso del 0,44%. No obstante, el protagonista de la sesión fue la compañía de casinos y juegos de azar Codere, que cedió un 17,9% después de haber alcanzado un acuerdo con sus bonistas para reestructurar su abultada deuda que que en la práctica entregará el control de un 95% de su capital de la debilitada compañía.
Dentro del índice español, el retroceso más abultado fue el de Viscofan. La compañía de envoltorios cárnicos se dejó un 3,3% a pesar de haber publicado un beneficio de 30,2 millones de euros en el primer trimestre, lo que se traduce en un 10,3% más que hace un año.
Las siguientes posiciones a la baja las ocuparon Almirall (-2,2%), Aena (-2,2%), IAG (-1,7%) y Grifols (-1,6%). CaixaBank (-1,6%) y BBVA (-1,5%) sufrieron la resaca de la reunión del BCE y el convencimiento de que los tipos de interés seguirán en mínimos durante largo tiempo en la Eurozona.
Los fuertes avances de primera hora de PharmaMar acabaron convertidos en retrocesos del 1,2%. Y eso que, mientras sigue esperando la aprobación para un estudio de Fase 3 para su Aplidín contra la Covid-19, este viernes recibió la autorización de uso de su antitumoral estrella Yondelis para sarcoma de tejidos blandos en Australia.
Las que sí consiguieron vestirse de verde al cierre de la jornada fueron Fluidra, que celebró con avances del 3% una semana tras la confirmación de sus objetivos estratégicos de negocio para este año, ArcelorMittal (+2,8%) y Bankinter (+1,6%). No tuvo esa suerte Telefónica, un 0,7% a la baja en la jornada en la que tuvo lugar su junta de accionistas y dio algunas pistas sobre su próximo dividendo elección.
Mientras tanto, otra compañía española recibió turno para tocar por primera vez la campana de apertura de sesión en la bolsa española. La renovable Opdenergy consiguió el visto bueno del supervisor para estrenarse el próximo 7 de mayo con la aspiración de conseguir una valoración de partida de 926 millones de euros.
Un bono impasible
Mientras tanto, en el mercado secundario de deuda, los movimientos estrechos fueron la tónica de toda la semana para terminar muy cerca de donde se empezó. El bono español a diez años acabó muy cerca pero por debajo de la referencia del 0,4% de rentabilidad.
Al término de la sesión, en el 0,397%. No obstante, el movimiento al unísono de las referencias europeas a diez años resultó en una prima de riesgo anclada a los 65 puntos básicos. El mensaje del BCE caló a fondo en los papeles soberanos.