La fiebre de las SPAC como antídoto al escaso peso que las bolsas europeas tienen en la financiación de las empresas del continente. Esta es la idea en la que ha insistido este miércoles el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, que ha llegado a tildar la situación de "raquitismo" frente a lo que ocurre en otras economías desarrolladas como la norteamericana.
Buenaventura ha insistido una vez más en el potencial de estas empresas de adquisición de propósito especial, nombre al que responden las siglas inglesas SPAC, como una vía para la revitalización de las bolsas europeas. Incluida la española. En un coloquio organizado por el Consejo General de Economistas, ha enfatizado que se trata de "una vía factible y atractiva para potenciar el mercado" que se debe analizar desde "una óptica abierta".
En este sentido, aunque el primer espada de la CNMV ha reconocido que las SPAC "no son la única fórmula" a explorar para facilitar la financiación empresarial a través del mercado de valores, ha insistido en las bondades de este mecanismo. Por eso, ha reconocido que lleva "meses en contacto con supervisores internacionales, como el estadounidense", con el objetivo de "inaugurar esta vía" con brevedad en España.
Protección vs. "catálogo de horrores"
A pesar de este entusiasmo y del "proceso acelerado" de debut que suponen las SPAC, Buenaventura ha subrayado la importancia de que cualquier reducción en los requisitos para acceder a los mercados se formule "con extrema cautela, de forma casi quirúrgica". Eso sí, ha advertido que sin caer en la consideración de que "la mejor información para proteger al inversor no es incluir un catálogo de horrores de lo que hipotéticamente puede ir mal".
Dentro de este mismo tono de discurso, Buenaventura ha sido contundente al señalar que "no debemos engañarnos" al considerar que una rebaja sustancial de información no afectaría "negativamente a la eficiencia del mercado o a la protección del inversor". "Los atajos no existen", ha sentenciado.
En cualquier caso, el presidente de la CNMV ha urgido a buscar y potenciar fórmulas que faciliten la "financiación con recursos propios y a largo plazo" para las empresas españolas y europeas. Así, ha defendido la importancia de la colaboración público-privada en esta cuestión y asumir la idea de que "los fondos europeos no son suficientes por sí mismos".
Con este argumento ha recalcado su llamada para que se reduzca la brecha entre el desarrollo de los "reducidísimos" mercados europeos y los estadounidenses, punta de lanza de "dos bloques con tamaños de economía no tan distintos", según Buenaventura. Y no solo eso, sino también contribuir a frenar la "deslocalización" de las empresas cuando dan el salto a cotizar.
Formación frente al riesgo
Esta afirmación la ha realizado con el estreno aún caliente de la plataforma de fondos española Allfunds en la Bolsa de Ámsterdam. No obstante, Buenaventura ha querido señalar que "el mercado español ha seguido nutriendo de capital y de financiación a las empresas ya cotizadas, incluso en un momento tan difícil como el año de la pandemia".
En cuanto a los cambios regulatorios más recientes, el presidente de la CNMV ha señalado que "hay un riesgo real en la búsqueda de rentabilidad por la disposición de menores ingresos y un mayor acceso a tecnología". Algo que, en su opinión, "genera riesgos de estafas, de inversión en activos cuestionables y decisiones de alto riesgo", como la inversión en criptomonedas, ha ejemplificado.
Frente a estas amenazas, en su intervención ha señalado el papel de la institución para alertar y fomentar un buen asesoramiento y una adecuada educación financiera. En este sentido, tanto la CNMV como el Banco de España acaban de solicitar formalmente al Ministerio de Educación que se incluyan más contenidos sobre esta materia en la enseñanza obligatoria.
Revisión del 'sandbox'
Por lo que se refiere al fin de la obligación de que las cotizadas españolas presentes resultados trimestrales, Buenaventura ha señalado que es probable que "aquellas más internacionales o con un accionariado más internacional mantengan su formulación".
Asimismo, ha mostrado su confianza en que un buen número de los 32 proyectos presentados al sandbox fintech dependientes de su supervisión pasen el corte. Sin embargo, ha adelantado que varias no lo conseguirán "por falta de innovación o madurez".