No cabe duda de que el futuro del sector energético estará completamente unido al desarrollo alrededor de los factores ASG, siglas de sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza. Al final, parece que los 'frikis' de Greenpeace efectivamente tenían razón y los combustibles fósiles provocan efecto invernadero y contaminan tanto el aire como el suelo de nuestro planeta.
Para proteger las futuras generaciones, o simplemente atraer dinero de inversores, los países empezaron a desarrollar 'planes verdes' que teóricamente deberían ayudar a disminuir la polución global. Entre ellos, encontramos el Pacto Verde Europeo, que presuntamente busca hacer que la economía de la Unión sea más sostenible y conseguir un continente climáticamente neutro para 2050.
En el caso de China, se anunció un 'plan de acción' para que las emisiones de CO2 del país asiático alcancen su punto máximo antes de 2030 y, después, lograr la neutralidad de carbono en 2060. La pregunta es cómo lo van a conseguir: ¿Cerrando poco a poco las fábricas? ¿Aplicando filtros apropiados contra la contaminación?
Entre otras cosas, desarrollando la energía nuclear, también conocida como el átomo pacífico. A pesar de una serie de catástrofes (Chernóbil y Fukushima entre las más grandes), el mercado del uranio está otra vez en auge. El precio al contado del octaóxido de triuranio (U3O8) superó los 30 dólares la libra por primera vez este año, ya que los productores de uranio y los desarrolladores de minas acumulan inventarios sobre el suelo y continúa a buen ritmo la construcción de reactores.
Los inversores también vieron oportunidad en ello y empezaron a entrar en acciones de empresas como la canadiense Denison Mines Corp, Uranium Energy Corp y el ETF Global X Uranium, que rastrea las acciones de empresas con operaciones vinculadas al uranio y componentes nucleares.
El precio al contado del uranio superó los 30 dólares la libra por primera vez este año
¿Qué tal se han comportado desde entonces? Según el índice Solactive, las acciones de los mineros de uranio se han recuperado algo más de un 30% en 2021 sobre una base de rendimiento total, alcanzando su nivel más alto en más de seis años. Este crecimiento se debe en gran parte a los planes de la administración estadounidense del presidente Joe Biden de incluir la energía nuclear en su "estándar de energía limpia" que obligaría a las empresas de servicios públicos a producir energía libre de carbono para 2035.
Además, algunos países más pequeños están cambiando a la energía nuclear. Esta semana, Emiratos Árabes Unidos puso en marcha su primera planta de energía nuclear, el primer estado árabe en hacerlo. En este contexto, los analistas de Morgan Stanley esperan que la capacidad de energía nuclear aumente en 8 GW este año y crezca a una tasa anual compuesta del 1,7% hasta 2026.
Sin embargo, parece que gran parte de estas noticias ya están descontadas en el precio de las acciones relacionadas con el uranio. A lo mejor, habría que esperar la corrección y después ver cómo los países avanzan con sus promesas.
***Igor Kuchma es analista de Trading View