Grifols vuelve a festejar en bolsa los fiascos de su rival Vertex Pharmaceuticals. Las acciones de la farmacéutica española llegaban a dispararse un 16% este viernes hasta los 25,94 euros por acción con un abultado volumen después de que la estadounidense haya anunciado que paraliza uno de sus estudios más prometedores.
En concreto, Vertex ha anunciado la interrupción del estudio de su fármaco VX-864 que estaba desarrollando para tratar la deficiencia de alfa-1 antitripsina (AAT). Una afección que impide la síntesis de esta proteína que protege de daños en los pulmones como la EPOC, conocida como tos del fumador, y en el hígado, como la cirrosis.
La estadounidense, que en el mercado de futuros de Wall Street cede más de un 13%, ha explicado en un comunicado que los resultados obtenidos en la fase II indican que es "poco probable" que la magnitud del efecto del tratamiento observado "se traduzca en un beneficio clínico sustancial". De este modo, el compuesto no pasará si quiera a la fase final de ensayo.
EEUU, mercado clave
Con este paso atrás, Grifols celebra la falta de nueva competencia para una de sus áreas de negocio más potencialmente amenazadas por la introducción de nuevas tecnologías médicas que reemplazasen los tratamientos a base de plasma y hemoderivados. Asimismo, conviene recordar que EEUU es el principal mercado de la farmacéutica catalana, pues aporta el 80% de los ingresos del grupo.
Estos son los ingredientes que hacen que la historia se repita seis meses después. En octubre del año pasado, Grifols también se disparó en bolsa tras conocerse que Vertex abandonaba el estudio de una molécula con la que pretendía rivalizar con los tratamientos a base de plasma que la española estaba desarrollando para luchar frente a la Covid-19.
La retirada de Vertex llegó además solo unos días después de que Grifols hubiera confirmado que ya había iniciado los ensayos de su inmunoglobulina como tratamiento para el coronavirus.
Volumen disparado
El aluvión de órdenes de compra sobre acciones de Grifols ha sido tan abultado que en la apertura de la bolsa española permanecía inhibido por la dificultad para casar operaciones. La fuerza compradora, aunque se moderaba con el avance de la sesión, era más que suficiente para elevar la capitalización de la compañía por encima del umbral de los 13.000 millones de euros y colocarla al frente de la tabla de revalorizaciones del Ibex 35.
Además, al término de la sesión habían cambiado de manos 2,89 millones de acciones. Un volumen holgadamente superior a lo que la farmacéutica suele mover en una jornada completa, pues su media anual para este registro está ligeramente por debajo de los 934.000 títulos, según datos oficiales extraídos de Infobolsa.
Al cierre, Grifols conseguía aguantar una revalorización del 8,54% hasta los 24,28 euros por acción. Una cota que la farmacéutica catalana no veía desde finales de enero.