Grifols y la socimi Árima se hacen hueco entre las favoritas de Santalucía
Los gestores del grupo asegurador han liquidado su posición en Red Eléctrica para apostar por cotizadas con más potencial.
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La gestora de Santalucía engorda su apuesta por valores rezagados para ganar en bolsa con la remontada de la economía. La farmacéutica Grifols y la socimi Árima son dos de sus nuevas apuestas para conseguirlo en un contexto en el que advierten de que la recuperación avanza “con paso firme pero desigual”.
Con este telón de fondo, Gonzalo Meseguer, director general de Santalucía AM, hace un llamamiento a “no dejarse llevar por la impaciencia”. Una prescripción válida tanto para momentos de euforia en los que la tentación a asumir más riesgo inversor cotice al alza como para aquellos de pánico inversor en los que predominen las ventas.
Aunque esta última descripción pueda sonar a cosa de hace un año, cuando la pandemia traspasó las fronteras de China, sigue plenamente vigente. No hace falta más que mirar los gráficos de volatilidad de los mercados cada vez que hay malas noticias sobre las vacunas o se ponen en duda los programas de estímulo y reconstrucción económica.
Medicina en cartera
Mientras que el Ibex 35 remonta un 35% en los últimos 12 meses, la gráfica de Grifols marca precios cerca de un 20% inferiores a los de hace un año. Una brecha que junto a varias ventajas competitivas específicas de su negocio ha propiciado la entrada de la farmacéutica especializada en hemoderivados en la cartera ibérica de Santalucía AM.
La gestora del grupo asegurador destaca que su actividad cuenta con “barreras de entrada muy altas”, que resultan en un oligopolio con escasa competencia de genéricos. Unas credenciales para apuntar al alza que se han topado con la indiferencia del mercado ante lo que la firma define como un conjunto de “factores coyunturales” que han restado brillo a su potencial.
Entre otros condicionantes, se apunta fundamentalmente a la escasez de su materia prima: el plasma. Un problema íntimamente vinculado con las medidas de restricción social y confinamiento así como los fuertes protocolos de seguridad activados para centros sanitarios como los que conforman la red de Grifols.
La apuesta de Santalucía por la compañía pasa por el objetivo de conseguir “una rentabilidad cercana al 40% en los próximos tres años”. Un margen que estiman en virtud de su actual cotización en torno a 15 veces sus beneficios estimados para 2022 y una previsión de que el beneficio crezca en torno a un 10% anual en los próximos ejercicios.
Oficinas para ganar un 50%
En el caso de la socimi Árima Real Estate la brecha de valoración frente al índice español por antonomasia no es tan abultada, pero lo cierto es que a duras penas consigue mantenerse en sus precios de hace un año. Algo que los gestores de la firma de inversión no ven justificable de ningún modo.
En realidad, la cotizada de inversión inmobiliaria es una vieja conocida para los selectores de valores de Santalucía AM. De hecho, después de haber conseguido arañarle plusvalías en apenas unos pocos meses hace cerca de un año, ahora se marcan el objetivo de apuntarse una rentabilidad de entre el 45% y el 50% al retomar su apuesta.
Después de haber analizado “las probables consecuencias que está crisis producirá en el mercado de oficinas de Madrid”, donde Árima concentra su negocio, han llegado a la conclusión de que las tesis que se habían marcado con la compañía se consumarán, pero más tarde de lo previsto inicialmente.
En concreto, consideran que estas expectativas de crecimiento no llegarán hasta dentro de dos o tres años. “No mucho más”, llegan a asegurar en sus previsiones de inversión de cara a este segundo trimestre del 2021 que ya toca a su ecuador.
Retomar la apuesta
A su modo de ver, “sigue existiendo mucho comprador de oficinas de calidad en alquiler”. Una circunstancia que los gestores suman a las “cualidades más que destacadas” del equipo directivo de la socimi tanto por su honradez como por su alineación de intereses con los accionistas.
Un grupo entre los que los partícipes de los fondos ibéricos de Santalucía vuelven a colocarse un año después.
Fue a finales de 2019 cuando la gestora española tomó posiciones en la inmobiliaria tras “estudiar con gran detalle el portfolio de Árima”. Entonces, explican, que en cuestión de solo 100 días las acciones se habían revalorizado cerca de un 30% y, de repente, apareció en escena el coronavirus.
Aunque esta circunstancia apenas afectó a la cotización de la socimi, el temor a que su gráfica terminase contagiada del pánico vendedor reinante llevó a los gestores a ejecutar las plusvalías que hasta entonces acumulaban. De “alrededor del 20%”, especifican, para destinar el capital a inversiones en las que en ese momento veían más potencial.
Entra Alantra, sale REE
De cara a los próximos meses, Santalucía AM también apuesta con determinación por la remontada del grupo turístico portugués Ibersol y la firma de inversión española Alantra. En ambas ha estrenado también posiciones en los últimos meses, mientras que ha procedido a engordar su cartera en la constructora Ferrovial, la industrial Tubacex y la petrolera lusa Galp.
En sentido opuesto, la firma ha procedido a deshacer sus posiciones en Red Eléctrica (REE). Aquí los argumentos que esgrimen para justificar el paso por caja tienen que ver con el hallazgo de “oportunidades en donde existe un mayor potencial de revalorización”. Y eso que, según explican los gestores del grupo asegurador, “dispone de grandes activos, ingresos recurrentes, y un dividendo atractivo”.