Wall Street se descuelga de sus recientes máximos históricos en una sesión en la que el foco se desplaza desde el parqué neoyorquino hasta la sede de la Reserva Federal de EEUU (Fed). El banco central de la primera economía del mundo incrementa sus previsiones de expansión e inflación y adelanta a 2023 sus primeras subidas de tipos. El tapering se adelanta, aunque de momento sin prisas.
Los inversores se han topado con un cuadro con muchos cambios con respecto al que la institución monetaria dibujó hace solo tres meses. El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha reconocido que en esta reunión se ha hablado de tapering, pero ha asegurado que será "ordenado, metódico y transparente" a pesar de que ya estima que la inflación en EEUU seguirá disparada después de haber alcanzado un 5% en mayo. Una escalada que ha jaleado un considerable cambio de ánimo entre los miembros del banco central.
Con este escenario, los principales índices daban marcha atrás desde sus recientes picos de cotización. El índice Nasdaq era el que mejor encajaba las novedades con descensos del 0,34% que dejaban su gráfica muy cerca de perder 14.000 puntos. Un 0,54% se dejaba el S&P 500, que aún cotizaba por encima de los 4.200 enteros. Más abajo, el Dow Jones se descolgaba por debajo de los 34.100 puntos con descensos del 0,77%.
Antes de que las nuevas proyecciones de la Fed estuviesen sobre la mesa, dos datos servían de aperitivo para los inversores. En primer lugar, los precios del comercio exterior, cuyo repunte sirve de argumento a aquellos que consideran que el repunte de la inflación no es solo transitorio, en contra del criterio del banco central. Los precios de importación sumaron un 1,1% y los de exportación subieron un 2,2% en mayo.
El contrapunto lo ponía el dato de permisos de construcción del mismo mes. Con una caída del 3% hasta los 1,68 millones de autorizaciones, la referencia se queda por debajo de lo que venían estimando los economistas.
Cuentas y ampliación
Por el terreno corporativo, una de las protagonistas era la tecnológica Oracle. Sus acciones cedían un 5,4% al encajar las cuentas de su cuarto trimestre fiscal, que veían la luz al cierre del martes. Los beneficios de 4.030 millones de dólares, o 1,37 'billetes verdes' por acción, no contentaban a los inversores.
Los títulos de Blue Apron, la compañía de comida a domicilio, sufrían pérdidas superiores al 20% después de haber anunciado una dilutiva ampliación de capital de 4,7 millones de nuevas acciones. Con el objetivo de reforzar su solvencia, los inversores optan por deshacer posiciones frente al fuerte descuento que se ha anticipado para la operación.
Inversiones de peso
Más amable era la actualidad para DraftKings, cuyas acciones sumaban un 1% después de conocerse que ARK Invest se ha hecho con posiciones por 42 millones de dólares en el capital de la compañía de juegos de azar. Un buen antídoto justo en el día en el que los bajistas de Hindenburg señalaban que la cotizada opera en países en los que su actividad está formalmente prohibida.
Un 2% se anotaban a su favor las acciones de General Motors tras conocerse que la firma automovilística invertirá 35.000 millones de dólares en proyectos de electrificación y vehículos autónomos. Una apuesta decidida que se suma a la que ya anunció a finales del año pasado, cuando se comprometió a destinar unos 27.000 millones de dólares para este objetivo.