Wall Street sucumbe sin reservas a los descensos en la última sesión de la semana. Los índices neoyorquinos se apean de sus recientes máximos históricos lastrados por la amenaza de una retirada de estímulos más ágil incluso de lo que la Reserva Federal de EEUU (Fed) ya dio a entender este jueves. El paso por caja se impone y se extiende a la mayoría de bolsas.
El desencadenante de este retroceso no era otro que el presidente de la Fed de St Louis, James Bullard. Si el famoso mapa de puntos del banco central estadounidense señalaba que las primeras subidas de tipos en la mayor economía del mundo tendrían lugar en 2023, él las ha adelantado a finales de 2022. En este sentido, ha llegado a señalar que el repunte de la inflación "ha sido mayor" de lo que esperaba la institución.
Unas advertencias que se traducían en fuertes descensos para los índices de Wall Street. En especial para el Dow Jones, que con descensos del 1,3% retrocedió por debajo de los 33.380 puntos. Un 1% cayó el S&P 500, que se descolgaba de la referencia clave de los 4.200 puntos. El Nasdaq se esforzó en mantener los 14.000 enteros a pesar de sufrir pérdidas cercanas al 0,7%.
La ausencia de referencias macroeconómicas de calado en EEUU en la sesión de este viernes hacía que las palabras de Bullard tuvieran más eco. Y es que el banquero central ha asegurado que votará a favor de subir tipos desde el primer momento en las reuniones de la Fed del año que viene, en las que tendrá voto como miembro del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés).
En este mismo tono, que de por sí suele ser siempre bastante más agresivo que el que usa el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha llegado a señalar que el repunte de la inflación sigue siendo un "riesgo al alza". Y eso que el jueves la institución monetaria insistía en que su escalada al 5% se debía sobre todo a factores "transitorios".
Vacunas antiCovid
Con este escenario enrarecido, el foco en el terreno corporativo se posaba sobre las farmacéuticas. La biotecnológica CureVac conseguía un vertical rebote por encim del 9% después de haberse dejado casi un 40% en la víspera. Los cazadores de gangas toman posiciones después de que su prototipo de vacuna frente a la Covid-19 solo haya resultado en una eficacia del 47%.
Un comportamiento completamente plano era el que mostraba la gráfica de Moderna. Las acciones de la compañía conseguían esquivar el golpe del grueso del mercado gracias a la confirmación de que con la buena marcha de su negocio podrá asumir la anunciada contratación de 155 personas para su centro de Massachusetts antes de que acabe el año.
Alzhéimer y sorpresas
La terna de protagonista en este sector se completa con la danesa Orphazyme, cuyas acciones cotizan como ADR en la Bolsa de Nueva York. Este viernes lo hacen con un descalabro de casi el 44% después de haber recibido una carta de las autoridades sanitarias estadounidenses en el que se frena el desarrollo de su fármaco para la enfermedad Niemann-Pick tipo C, más conocido como 'alzhéimer infantil'.
A contracorriente, las acciones de la tecnológica Adobe se asomaban a nuevos máximos históricos para su cotización entre avances del 2% al cotizar sus cuentas del último trimestre. Con un beneficio ajustado por acción de 3,03 dólares se rebasan con holgura los números de hace un año y también las previsiones de consenso, que no consideraban ganancias más allá de los 2,81 dólares por título.