Desde que el precio de las acciones del Banco Santander marcase máximos este año en la zona de los 3,50 euros, ha venido desarrollando una clara pauta de máximos y mínimos decrecientes que se ha extendido por ahora a un mes y medio.
Sin embargo, es ahora en estos momentos con la reacción alcista que llevamos desde los mínimos del pasado martes cuando podemos pensar que hay serías posibilidades de poner en entredicho la pauta de dichos máximos decrecientes.
Ese nivel clave para el valor se encuentra en los 3,16 euros y es el nivel de precios que vamos a tener que vigilar muy de cerca en lo que resta del verano para poder averiguar si hay fortaleza o no en el valor.
La reacción desde el pasado martes es muy contundente y en cualquier momento podría provocar una recogida de beneficios por lo que podríamos asistir a un giro bajista antes de alcanzar esos 3,16 euros claves desde el punto de vista técnico ya nada cambiaría al seguir vigente la pauta de máximos decrecientes vigente.
Es más, con este supuesto giro bajista se abriría un escenario correctivo que podría acabar marcando nuevos mínimos decrecientes por debajo de los que vimos el pasado martes dentro de la continuidad de su pauta de un mes y medio de duración.
Solo la zona que se corresponde con el 61,8%% del retroceso de todo el impulso ascendente desde los mínimos del mes de abril hasta los recientes máximos de junio podría evitarlo puesto que es un soporte muy fuerte y serio. Dicho nivel se encuentra en 3,0343 euros.
Por lo tanto y en conclusión, a pesar de la subida que llevamos desde el pasado martes todavía no debemos cantar victoria mientras que no veamos cierres consecutivos por encima de los 3,16 euros a pesar de que sean muchos los factores que empujen a la cotización al alza como la divergencia alcista vista a lo largo de este mes de julio en el oscilador RSI que anuncia la pérdida en la fortaleza de la corrección y por lo tanto el final de las caídas que muy probablemente podríamos haber visto en la sesión del pasado martes 20 de julio.