La lógica nos dicta que la subida estratosférica del precio de la luz debe beneficiar a las empresas que trabajan en ese sector, sin embargo, a falta de conocer sus resultados empresariales, en su evolución bursátil no se ve una clara relación.
Esto puede deberse no sólo a que, presumiblemente, no se vean beneficiados por los altos precios, también al miedo a que una mayor regulación gubernamental, pueda perjudicar su capacidad de maniobra y resultados futuros.
El sectorial de Electricidad y Gas de la bolsa española tiene nueve componentes pero si prescindimos de las cuatro que cotizan en el Latibex, nos quedan Iberdrola, Endesa, Naturgy, Red Eléctrica y Enagás, las cinco integrantes del Ibex35.
Dicho sectorial, según datos oficiales de la Bolsa de Madrid, cerró 2020 como el más importante de la bolsa española por capitalización bursátil, desbancado a la banca que hasta el año pasado había sido el número uno.
En concreto tuvo un peso del 21,89% frente al 16,12% de la banca (si bien en contratación la banca ganó con un 23,26% frente al 18,72%).
Esto pasó porque en un año de bajadas bursátiles como fue 2020 para la bolsa española (-15.45% para el Ibex), las llamadas “utilities” fueron consideradas como un valor refugio por muchos inversores.
No obstante, si escarbamos un poco, casi todo se debe al excelente año bursátil que tuvo Iberdrola, que es el segundo valor de nuestro selectivo por capitalización bursátil y el primero por ponderación.
Y es que cerró 2020 con una revalorización del 27% mientras el banco que mejor se comportó (BBVA) cayó un 19%.
Siendo 2021 un año de subidas y por tanto, de mayor aversión por el riesgo, tiene cierto sentido que los valores de dicho sector se comporten, cuando menos, algo peor que el índice, en este caso el Ibex, sobre todo si el año anterior se comportaron mejor.
De mayor a menor
Iberdrola, cuya capitalización bursátil ronda los 67.000 millones de euros, está teniendo un mal año bursátil. Desde que en los primeros días de enero marcara máximos históricos, la subida general del mercado (que ya no busca “valores refugio”) lo ha perjudicado y, tras un año tan espectacular como tuvo en 2020, se impusieron las cesiones.
Baja en torno al 11% en lo que llevamos de 2021 contra un +10% del Ibex, recortando algo del enorme diferencial de ventaja que le sacó Iberdrola al Ibex en 2020. No parece que el precio de la luz esté influyendo en su cotización, aunque los últimos días sí que se nota cierta incertidumbre por el afán regulatorio que parece dominar al gobierno español.
Endesa, que capitaliza unos 22.000 millones de euros, pierde un 9% en el año, pero teniendo en cuenta lo generoso de su dividendo (roza el 10% anual), es como si apenas se hubiera movido en estos ocho meses. Algo similar le pasó en 2020: bajó, pero sus accionistas no perdieron gracias al dividendo.
Eso sí, en 2020 su comportamiento fue mejor que el del Ibex y en 2021 es claramente peor. No se aprecia en la evolución de su cotización que los inversores descuenten un mayor beneficio por la subida de precios de la luz pero, como en el caso de Iberdrola, si se nota en las últimas sesiones cierta inquietud por las posibles medidas que puedan tomar desde el Ejecutivo.
Naturgy, que capitaliza en torno a los 21.000 millones de euros, ve su evolución bursátil condicionada por la OPA parcial (22,69%) que tiene sobre la mesa del fondo australiano IFM. Esta oferta hace que su rentabilidad este año sea del 15%, mayor que la del Ibex, y que su cotización se haya movido muy poco desde finales de enero, cuando se hizo pública.
2020 también un año negativo para sus acciones, aunque no tanto como para el Ibex. De nuevo, es otra compañía a la que no parece afectar en bolsa la subida del precio de la luz.
Red Eléctrica, la compañía semipública, capitaliza unos 9.500 millones de euros. Tuvo un discreto comportamiento en 2020 y en el actual está plano (aunque ofrece una rentabilidad por dividendo del 5%).
Ha recuperado bastante desde los mínimos de marzo de 2021 por lo que sí podemos suponer una cierta influencia del mayor coste de la electricidad en dicho rebote pero sigue comportándose peor que el Ibex. A pesar de su condición de gestor de la red (ni produce ni vende electricidad), si parece afectada por la incertidumbre regulatoria como las demás.
Enagás, que capitaliza poco más de 5.000 millones de euros, es la única de las cinco que este año se comporta casi en línea con el Ibex ya que sube un 8% (además de ofrecer otro atractivo 8% de rentabilidad por dividendo) y está muy lejos de los precios a los que cotizaba antes de la pandemia.
De todos modos, su evolución bursátil parece estar más condicionada por los precios del gas –que transporta y gestiona- que por los vaivenes de la factura de la luz.
En el resto de Europa la situación es dispar: EDF en Francia baja en 2021 un 13% contra una subida del CAC del +20%; Enel en Italia cae un 9% contra un avance del 17% del FTSE MIB; sin embargo, en Alemania E.ON se dispara un 22% en estos ocho meses mientras el Dax lo hace en un +16%.
Sin causalidades
En resumen, no se aprecia ninguna relación entre la subida del precio de la electricidad y un posible mejor comportamiento en bolsa de las grandes empresas del sector en España; más bien al contrario: se comportan casi todas peor que el Ibex (algo por otra parte esperable tras un 2020 en el que lo hicieron mejor).
O los inversores se equivocan o no hay perspectiva de mejores resultados empresariales debido a estas alzas.
Lo que sí se aprecia en el comportamiento en las últimas sesiones de algunas de ellas, es cierta influencia negativa por las medidas que pueda tomar el gobierno para intentar abaratar por decreto el coste de la luz.
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