Las necesidades de emisión de la zona del euro son elevadas en 2021, con 1,3 billones de euros brutos, pero la mayoría de los países están avanzando a buen ritmo hacia el cumplimiento de sus objetivos, con casi el 70% alcanzado entre enero y agosto.
Entre los emisores principales, Finlandia e Irlanda están superando ese nivel, y ya financian más de las tres cuartas partes de sus objetivos de deuda bruta.
Entre los emisores periféricos, Portugal y Grecia han optado por sobrefinanciar, para aprovechar los bajos rendimientos.
Para obtener una imagen más amplia de la financiación y el suministro en Europa, también es útil observar la emisión neta y los objetivos. Aunque Alemania parece haber alcanzado el 74% de la emisión bruta, en este momento está ligeramente por encima de su objetivo de emisión neta.
Eso implica que la actividad alemana de aquí a fin de año solo cubrirá los reembolsos (66.000 millones de euros) y no habrá nuevas emisiones. Bélgica y Austria también han completado sus programas de emisión neta.
España arriesga un poco más
Aunque el Tesoro español presume que se ha ejecutado ya el 71,8% del programa de emisión a medio y largo plazo dentro de su programa de financiación, su emisión neta está por detrás de sus vecinos.
Según Bloomberg, España sólo ha realizado un 60% de su emisión neta. Esto implica que con reembolsos de 27.000 millones de euros, España necesita emitir 37.000 millones de euros adicionales antes de fin de año.
No hay peligro de no poder financiarlos pero hay un cierto riesgo de tipos de interés, si éstos repuntaran si tras la reunión de BCE del jueves se empezara a hablar de tapering.
Por supuesto podría ocurrir lo contrario, y financiarse más barato en lo que queda de año pero lo cierto es que, tras el mal dato de creación de empleo en los EE.UU. del viernes, los tipos de la curva de la deuda están repuntando, dejando atrás los mínimos del año.
Países Bajos y Finlandia también están atrasados con respecto a sus objetivos de emisión neta, por lo que tampoco es una estrategia en solitario.
El bono verde podría ser la clave
Es posible que la cantidad de deuda emitida por el Tesoro se encuentre algo por debajo de lo que sería habitual a la falta del último tercio del año, porque falta por lanzar el primer bono verde soberano español.
Hoy es el día en el que se espera emitir el primero, por un volumen de hasta 5.000 millones de euros y a 20 años de plazo, como estaba previsto. Según Bloomberg, la demanda de los inversores ronda los 60.000 millones.
Hay disponibilidad, según los proyectos "verdes" identificados, para captar hasta 13.600 millones de euros.
Hasta no conocer el grado de éxito de esta operación, la demanda y si el tipo final es significativamente menor que el habitual, tiene sentido esperar antes de acelerar otras emisiones.
En cualquier caso, las necesidades de financiación tanto de España como del resto de miembros de la Eurozona, están más que cubiertas gracias a la doble labor de BCE tanto inyectando liquidez al sector financiero a cambio de los activos de deuda que posean, como por las compras que realiza en el mercado secundario.