Situación comprometida la que están viviendo las acciones del Santander que en estos momentos están bajando del orden del 0,60% y cotizan en los 3,04 euros.
Esto significa que todavía no han perdido los mínimos intradiarios que vimos en la sesión de ayer, pero lo más preocupante es que tanto ayer como hoy el nivel de los 3,035 euros que se corresponde con el 61,8% por ciento del retroceso por Fibonacci de todo el tramo ascendente han sido perforados en formato intradiario.
Perder este nivel implicaría un deterioro del aspecto técnico del gráfico del Santander y le llevaría, con la certificación de la pérdida de los 3 euros y de la media móvil de largo plazo que en estos momentos está pasando por los 2,986 euros muy probablemente a un escenario de continuidad correctiva hasta los mínimos de este verano que se encuentran en los 2,88 euros.
Sin embargo, todo esto puede cambiar a partir de esta tarde ya que con la comparecencia de Christine Lagarde y la lectura que hagan los mercados respecto al inicio del tapering podemos asistir a una sesión muy distinta a la que estamos viendo en esta mañana.
Así pues, está todo en el aire y condicionado a lo que ocurra esta tarde. De hecho, deberíamos ver cierres sostenidos por encima de los 3,13 euros para poder olvidarnos de este escenario correctivo que además de corresponderse con la zona de la mitad del tramo ascendente también implicaría reconquistar la media móvil de medio plazo.
Y por supuesto, sería maravilloso que el precio de las acciones del Santander volvieran a colocarse por encima de lo que se corresponde con el 38,2% del retroceso por Fibonacci en los 3,216 euros y que implicaría que se rompe la pauta de máximos decrecientes otorgando de esa manera una continuidad ascendente cuanto menos hasta la zona de los 3,30 euros.