La confianza del consumidor de la Universidad de Michigan es ahora muy similar a la que teníamos antes de la llegada de la pandemia, pero con una pequeña diferencia ya que estamos en niveles inferiores a los que teníamos en febrero del año pasado.
También podemos ver en el gráfico de más abajo que en agosto del año 2011, justo después de la debacle del techo de la deuda, que bien podría ocurrir de nuevo el próximo 3 de diciembre si los republicanos se cierran en banda por seguir elevándola, la confianza tocó mínimos.
Sin embargo, entonces la Fed tenía la inflación en el 3% y ahora es casi del doble. ¿Qué podría salir mal?
No debería olvidar que en el cuarto trimestre de 2007 fue el comienzo de la Gran Recesión que estamos viviendo y que ha sido exacerbada por la pandemia. Sin embargo, la Fed tardó, hasta que los mercados se desmoronaron un año después, en darse cuenta de que había comenzado. Hasta ese momento, estaban principalmente preocupados por la inflación pero sin actuar. ¿Les suena familiar esto?
Esta misma semana nos hemos enterado a través de las actas del FOMC que el inicio del ajuste más difícil del mundo llegará en unas pocas semanas, concretamente a mediados de noviembre.
El problema es que la actual política monetaria de la Fed es 100% incorrecta y sospecho que pronto se verán obligados a adoptar una postura neutral o inclusible de marcha atrás en su camino hacia una postura más restrictiva.
Sin embargo, por desgracia están sin munición, ya que en el año 2007 tenían el colchón de los tipos de interés al 6% y ahora poco o nada pueden hacer por ese lado.
Ahora solo falta saber si este será el detonante para que el mercado se caiga o será por otro motivo como el de la caída por China Evergrande ya que todo parece indicar que el gobierno chino no ve ningún tipo de contagio y no intervendrá en su salvación.
Sin embago, tratan de ocultar que el precio de las viviendas en Shenzhen es de 57 veces el ingreso medio de una familia o de 55 veces en Beijing.
Quizás este dato no pueda valorarlo correctamente, pero si le digo que en el apogeo de la burbuja económica de Japón en 1990, sus viviendas llegaron a alcanzar en Tokio 18 veces el ingreso medio de una familia quizás pueda ponerlo en contexto.
Es como si en Madrid, en una familia con ingresos totales de 80.000 euros, la vivienda media estuviese en los 4,5 millones. Quizás así ve más claro el problema al que se enfrenta China.