Las acciones del Banco Santander se han confesado hoy ante sus accionistas con sus resultados empresariales en los primeros 9 meses del año que han superado expectativas. Sin embargo, esto no ha servido de aliciente para que el precio de la acción subiera en búsqueda de la ruptura del actual movimiento lateralizado que viene desarrollándose desde principios de este mes de octubre por la parte superior.
En lugar de ello, fruto de la avalancha de órdenes de ventas sufridas por el valor en los primeros compases de negociación de hoy, se ha ido precisamente a poner en peligro la parte superior de dicho rango.
De hecho, el valor está muy volátil en esa zona y, como era de esperar, con un gran volumen de contratación en la primera hora de contratación que no solo le ha llevado al primer puesto en el ranking de mayores caídas dentro del selectivo español sino también al primer puesto en el ranking de mayor volumen efectivo negociado.
No obstante, muchos inversores piensan que es altamente probable que el valor logre cerrar hoy dentro del canal de lateralidad por encima de los 3,28 euros siempre y cuando no veamos un empeoramiento en el comportamiento de los futuros del S&P 500 en Estados Unidos y por ello han optado por esperar a ver cómo acaba la sesión de hoy.
Creo que es lo correcto ya que realmente solo deberíamos tomar algún tipo de actuación si vemos que esta tarde la cotización aumenta sus pérdidas marcando nuevos mínimos a los marcados ya en la primera hora de contratación en los 3,236 euros y con ellos se ve amenazado el primer nivel nivel de retroceso por Fibonacci del 38,2% de todo el tramo ascendente de finales del mes de abril y mayo y que se encuentra en los 3,214 euros.
Solo con la ruptura de este nivel podríamos pensar en una continuidad en la corrección hacia el testeo de la media móvil de medio plazo en los 3,172 euros y por lo tanto sí que valdría la cuenta protegerse haciendo algún tipo de cobertura o inclusive vender para recomprar más abajo si es un inversor cortoplacista.
Otra cosa muy distinta es la situación en la que se encuentran los inversores que deseen entrar en el valor. La idea sería, o bien esperar al testeo de la media móvil de medio plazo, o bien esperar a ver una ruptura y cotizaciones sostenidas por encima de los 3,40 euros sabiendo de esa manera nos dirigimos hacia la zona de los máximos anuales en los 3,50 euros con la consiguiente posibilidad de romperlos al alza.