El sector verde de la energía se desploma en bolsa

El sector verde de la energía se desploma en bolsa Invertia

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El sector verde de la energía se desploma en bolsa

8 noviembre, 2021 05:30

En esta serie de artículos de las últimas semanas sobre la temática sostenible y la crisis energética, creo que es importante aportar algo de luz sobre el estado del sector renovable en Europa.

La semana pasada conocimos los resultados de dos compañías que representan el liderazgo mundial en la fabricación de aerogeneradores para parques eólicos, y la verdad es que no han podido ser más desalentadores. Siemens Gamesa RE anunció unas pérdidas para el año fiscal que acaba de cerrar, de 627 millones de euros. En dos años, las pérdidas acumuladas superan los 1.500 millones de euros. Vestas Wind Systems, aunque publicó algo mejor, decepcionó en lo más esperado, aquellas cifras que se esperaba que fueran un impulso para recuperar la confianza. Los dos fabricantes además dieron unas guías para el corto plazo nada alentadoras, especialmente Siemens Gamesa.

Y es que los grandes fabricantes atraviesan un período delicado en su negocio como muestra la debilidad de sus márgenes, una medida mucho más fiable que el beneficio, que es con lo que un analista regulero se quedaría. Preocupa la evolución global del mercado onshore, algo que ya comenté la semana pasada que es latente en Europa y que empieza a serlo en mercados que iban a ser la panacea como India o Brasil, donde el mercado está muy por debajo de las previsiones con las que se trabajaba hace unos años.

Preocupa especialmente la situación en India, donde Siemens Gamesa tiene una exposición considerable. La capacidad de energía eólica instalada de la India estaba ligeramente por encima de los 39 gigavatios en marzo de 2021, muy por debajo del objetivo de 60 GW para 2022, que forma parte de un objetivo general de 175 GW para todas las energías renovables. La energía eólica existe en la India desde hace cuatro décadas y el sector experimentó un crecimiento constante durante las últimas tres
décadas hasta 2015. Pero desde 2016 en adelante, la energía eólica ha perdido su impulso principalmente debido a la abolición de las tarifas de alimentación y por el hecho de que la energía solar se ha vuelto más atractiva en términos de competitividad de costes.

En Brasil, donde si bien es cierto que el desarrollo eólico ha sido notable, el ritmo de instalación de capacidad también parece algo estancado ya que al actual ritmo de instalación parece difícil superar el objetivo para 2024 de 30 GW instalados, lo que supondría prácticamente multiplicar x2 la capacidad instalada actual en solo cuatro años.

Un vistazo más generalista al sector tampoco aporta mucha confianza. Una firma independiente de análisis como Alphavalue Research, señala que los pure players del sector eólico, compañías como Acciona, la danesa Orsted, la italiana ERG o la francesa Neoen, muestran una considerable sobrevaloración en su precio de mercado después de los excesos de un 2020, en el que la temática de la sostenibilidad, el mensaje verde y las renovables llevaron al sector muy por encima de donde debería cotizar. La fiesta hay que pagarla.

Es en bolsa donde se aprecia precisamente que el sector en su conjunto no atraviesa su mejor momento.

Volviendo a los fabricantes de aerogeneradores, Siemens Gamesa pierde en lo que va de año un -43%, cotizando en mínimos de las últimas 52 semanas, mientras que Vestas se deja un -27%. A la alemana Nordex, el tercer fabricante europeo onshore, tampoco le va mejor y pierde un 35% en el año. Las perspectivas no son buenas después de que los dos principales fabricantes hayan rebajado secuencialmente sus guías para el próximo ejercicio. Es muy significativo, tal y como señala Alphavalue, que con una muy elevada puntuación sostenible, la fortaleza de sus fundamentales sea tan baja. Eso sin olvidar el riesgo de crédito al que se enfrentan.

La situación no es nada fácil. Mientras el mensaje populista de “verdificación” aumenta, lo que la sociedad ecologista tiene que entender es que siendo una necesidad inmediata se ha de afrontar el coste, y lo más importante, se ha de saber aceptar. Un coste en materia de desarrollo, de políticas responsables y coherentes de objetivos, de financiación, de fiscalidad... Nada de eso está ocurriendo.

La esperanza de los fabricantes eólicos está en el desarrollo offshore, donde India y Brasil con 7.000 y 7.500 kilómetros de costa, un 50% más que España, puede revitalizar sin duda el sector. Pero los problemas que emergen de las interrupciones en la cadena de suministro, la escasez de algunos materiales y los cuellos de botella industriales, no ayudan. Las compañías ya han avisado. Se avistan retrasos en la producción y con ello en el ritmo de entregas, y esto pone en tela de juicio la evolución del sector a corto plazo.

La temática sostenible tiene estas cosas. Sobre un powerpoint es de lo más convincente, algo que desde mi lado no me atrevo siquiera a cuestionar. Pero, el mensaje ha de ser completo. La sociedad tiene que saber a qué se atiene y cuánto ha de pagar por ello. Y los gobiernos tienen la obligación de contarlo de forma transparente. Analizando las dos partes, todos sabemos dónde falla el mensaje.

Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Hacienda, Economía y Empleo de Madrid.

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