Ni fue la primera vez ni será la última en que veamos este tipo de caídas tan pronunciadas en el bitcoin. Y es que a más de uno se le pondrían los pelos de punta al ver que la caída acumulada desde sus máximos históricos llegó a ser del 41,80%.
Muchos dirán que lo baja porque previamente lo ha subido, lo que es una clara obviedad, pero que la caída se haya producido en 24 días y la subida haya tomado más de mes y medio pone en entredicho que el bitcoin goce de la salud que se le presupone.
No obstante, si echa un vistazo al siguiente gráfico podrá ver que, a pesar de la corrección del sábado, los mínimos de finales del pasado mes de septiembre se han mantenido sin llegar a perder los 40.000 dólares.
De esta forma, se mantiene intacta la pauta de mínimos crecientes desde que se marcasen mínimos este verano en los 28.833 dólares. De hecho, después de generar un nuevo mínimos creciente siempre se ha marcado un nuevo máximos tan creciente a modo de confirmación de la tendencia alcista.
Sin embargo, nada de esto nos elimina la posibilidad de que veamos otro flash-crash como el del sábado pasado. Es más, la frecuencia de este tipo de desplomes repentimos en el precio va aumentando con el paso del tiempo.
Muchas veces está provocado por el robo de la criptomoneda en algún famoso monedero o hackeo de un market. De hecho, eso es lo que precisamente ocurrió el sábado en el que el consejero delegado de Bitmartt, Sheldon Xia, anunció el robo de bitcoins por valor de unos 196 millones de dólares.
Por lo tanto, en absoluto tenemos la certeza de que no vayamos a conocer más robos y con ellos, nuevos desplomes en el precio del bitcoin.
Además, desde el punto de vista técnico ahora comienza un periodo de días importantes para ver con qué alegría y potencia puede reaccionar el mercado. Sobre todo porque el riesgo de que estemos viendo un proceso de formación de un doble techo que culminaría con la pérdida de los 28.833 dólares.
Para poder olvidarnos de esta posibilidad deberíamos acabar viendo en las próximas sesiones cotizaciones por encima de los 59.850 dólares. De esta manera estaríamos recuperando la media móvil de medio plazo y romperíamos la pauta de máximos decrecientes desde los recientes máximos históricos.