El 2022 será un buen año para las bolsas. No tanto como el 2021, pero bueno al fin y al cabo. Según prevé Santander Wealth Management & Insurance, es probable que las acciones registren rendimientos de un solo dígito (por debajo del 10%), pero “claramente superiores a los rendimientos obtenidos por los bonos y la liquidez”.

Esta es una de las ideas de inversión de la unidad de banca privada, seguros y fondos de inversión del banco cántabro para el año que está a punto de comenzar. Por sectores, la entidad augura buenas perspectivas para el sector financiero, ya que se encuentra en una buena posición para aprovechar las previsibles subidas de tipos, y el sector salud.

Además, también tiene una posición positiva en cuanto a la exposición a temáticas de innovación con altas tasas de crecimiento y márgenes resilientes, como ciberseguridad, transición energética, inteligencia artificial e internet de las cosas.

La entidad estima que el escenario central macroeconómico de cara a 2022 seguirá siendo positivo. Esta previsión se basa en un paulatino ajuste en las cadenas de aprovisionamiento globales, un lento descenso en las tensiones inflacionistas y un mantenimiento de tasas de crecimiento por encima de las medias preCovid.

No obstante, la propagación de una nueva variante del virus (ómicron) con un elevado número de mutaciones podría tener un efecto negativo para estas dinámicas de recuperación. “Los inversores tendrán que asimilar una paulatina desaceleración de los estímulos monetarios, crediticios y fiscales, al tiempo que el sector privado deberá tomar el relevo del impulso económico”, afirma Víctor Matarranz, líder de esta unidad.

Desaceleración

En este contexto, la entidad considera conveniente mantener el nivel de riesgo de inversión en las carteras mientras continúe la expansión del ciclo económico: “El impulso económico se está desacelerando, pero las previsiones siguen apuntando a un crecimiento del PIB superior a su nivel tendencial: un aumento anual del PIB superior al 5% para este año y de más del 4% en 2022 para la economía global”.

Así pues, habría que optar por estrategias de inversión flexibles en renta fija y seleccionar compañías con capacidad de defender márgenes.

En su escenario central, se contempla un nivel de inflación más elevado que en la época prepandemia durante los próximos dos años y el inicio de un proceso “moderado” de subidas de tipos: en Estados Unidos para finales de 2022, y en la zona del euro para 2023.

Por otro lado, la entidad estima que para el próximo año todavía existen “interesantes oportunidades” de inversión en los ámbitos de innovación, sostenibilidad y mercados privados.

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