Si fuera un piloto de aviones, bien podría decir que llevo más de 280.000 horas de vuelo. Ese es el número de horas aproximadas que llevan mis ojos viendo gráficos de bolsa desde que comencé a trabajar con ellos en el año 89. Y como es lógico, este tipo de tensiones ya han ocurrido en varias ocasiones, bien por temas bélicos, atentados o crisis económicas.
Los inversores como colectividad siempre reaccionan igual ante movimientos bruscos de los mercados.
Una de las características que perfilan estos movimientos provocados por el miedo a que la tensión militar vaya a más es que siempre vemos una apertura con huecos bajistas muy importantes.
Caídas del 5%, o del 10% como en el año 2008, son habituales puesto que la cantidad de inversores asustados con los acontecimientos decididos a vender al precio que sea en el momento de aperturo es muy elevada.
Posteriormente, en una gran cantidad de casos, el mercado comienza una reacción alcista bastante potente que suele devolver en torno a la mitad de la caída.
El problema viene luego con el contramovimiento del mercado. Normalmente, se produce un testeo y pérdida de los niveles de apertura para generar nuevos mínimos que se suelen mantener hasta la apertura de Wall Street.
Es curioso que de momento no hemos marcado nuevos mínimos todavía, aunque estamos muy cerca de ellos.
Sobre las 14:30 horas, y hoy con la publicación de los datos del PIB del 4T en EEUU, veremos la tendencia del mercado estadounidense y de la tarde para los europeos. Llega el momento de la verdad. Si el mercado comienza a rebotar ha llegado el momento de comprar de forma selectiva, pero sobre todo, con poca carga.
La idea es comprar una pequeña posición que no supere el 25% de la cantidad con la que acostumbramos entrar al estilo y semejanza del que ya expliqué detalladamente hace casi dos años en pleno apogeo de la primera ola de la pandemia.
Pero esta vez también he añadido que de forma selectiva. Estamos hablando de un ataque bélico importante de una de las potencias militares más potentes del mundo y esto cambia los planes.
Aquí no vale comprar de todo como hace dos años. Aquí y ahora deberíamos fijar nuestro objetivo para el primer tiro en valores como Repsol, que se beneficia del precio del petróleo, Siemens Gamesa, en el que existe la posibilidad de Opa de exclusión por parte de su matriz alemana, y otros como Iberdrola o IAG.
No obstante, también hay que añadir un pequeño detalle que también cambia los escenarios de habituales de este tipo de movimientos y es que ahora estamos en un escenario de mercado bajista desde el pasado mes de noviembre en el caso del Nasdaq, un índice que ha servido de líder en las subidas de los últimos años y que ahora, con la inflación actual e inminente política monetaria restrictiva por parte de los bancos centrales hará que se consume el techo de mercado.
Así pues, por todo lo expuesto no podemos plantearnos grandes compras sino más pequeñas entradas con la idea de conseguir un buen precio medio ponderado y salir airoso de un rebote, que cuando llegue, será igualmente importante y acorde a las bajadas que estamos viendo.
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