Susto más que muerte. El Ibex 35 saldó en los 8.486,6 puntos -con una caída de solo el 1,2%- la semana en la que Rusia invadió Ucrania ante la incredulidad de la comunidad internacional. La agilidad de las tropas rusas en su ofensiva contra Kiev se convirtió en aliada de las bolsas para esquivar sus cruces más bajistas y recuperar posiciones gracias a una carrerilla de última hora.
Aunque los números rojos fueron imposibles de borrar, lo cierto es que fueron incluso más suaves que los de hace una semana, cuando el Ibex 35 acabó con pérdidas del 2,4%. Entonces, los analistas calculaban las probabilidades de que Moscú lanzase misiles contra su vecino occidental. Una vez que este horizonte se consumó, las previsiones más agoreras llegaron a señalar la posibilidad de desplomes del índice hasta el entorno de los 7.600 puntos. Un 10% abajo.
Sin embargo, el dinero oportunista de los cazadores de gangas no tardó en aparecer tras conocerse que ambas partes se plantearon la posibilidad de establecer una mesa de diálogo. Y solo un día después de haberse iniciado el conflicto armado. El resultado no fue otro que un aluvión de órdenes de compra que amortiguó con fuerza las caídas acumuladas en la última semana completa de marzo.
Donde el impacto sí resultó más persistente fue en el mercado de materias primas, aunque también se desandaron parte de los fuertes avances de la víspera. El hecho de que los suministros de gas a Europa Occidental procedentes de Rusia no se hayan visto mermados a pesar del enfrentamiento sirvió de alivio para su, aun así, elevada cotización.
El barril de petróleo Brent despidió la semana en torno a los 93 dólares al cierre de las bolsas europeas. Un precio elevado, pero mucho más contenido que los 100 'billetes verdes' que se vieron en la víspera. Por su parte, el gas natural experimentó una relajación del 31% en el mercado de Londres.
Farmacéuticas vs. banca
De regreso al Ibex 35, menos de una decena de valores logró acabar la semana con saldo alcista. Al frente de este reducido grupo, se colocó Almirall, que se anotó avances del 7% a contracorriente. Las también farmacéuticas Grifols y Laboratorios Rovi se sumaron al grupo con avances del 4,6% y el 2%, respectivamente.
El verde también fue el color de las gráficas de Siemens Gamesa (+5,9%) y Solaria (+3,5%) ante la posibilidad de que un recorte de suministro de combustibles fósiles fuese a requerir una mayor contribución de las renovables en Europa a medio plazo. Y la tecnológica Indra se sumó con avances del 3,8% por sus vínculos con el sector defensa.
Al otro lado de la tabla, los valores financieros y del sector turístico se llevaron la peor parte. En ambos casos, por el temor a un importante paso atrás en la recuperación económica. Los bancos también ante la posibilidad de que las subidas de tipos de interés oficiales que se veían inminentes pudiera retrasarse por este nuevo escenario.
El colista de la semana fue Banco Sabadell, con caídas del 12,7%. Más de un 10% se dejaron también IAG y el Santander, mientras que muy cerca de esta cota se quedaron Bankinter (-9,7%) y CaixaBank (-9,8%).
Carrerilla final
La remontada de los índices en la última sesión de la semana se repitió en toda Europa, con avances cercanos al 4% en muchos de ellos. El MOEX de referencia de la Bolsa de Moscú se sacudió el hundimiento del jueves con una remontada del 20%, mientras que el RTSI -denominado en un rublo que también recuperó parte del terreno perdido en el mercado de divisas- sumó un 26,1%.
Al frente de la remontada del Ibex 35, que acumuló ganancias del 3,5% gracias a su carrerilla de última hora, ArcelorMittal. La acerera sumó un 9,9% en la sesión en que se supo que sus accionistas de referencia, los Mittal, ya no participarán del programa de recompra y amortización de acciones con el objetivo de incrementar su peso inversor.
En el bloque de ganadores, varias energéticas como Endesa, que sumó un 6,7%, Iberdrola (+5,2%) y Acciona (+5,1%). Entre ellas, Acerinox (+6,5%) y Ferrovial (+5,3%).
Entre las cotizadas que este viernes cotizaron cuentas anuales, IAG logró avances del 3,5% después de haber reducido sus pérdidas en más de la mitad frente al ejercicio anterior. La euforia en torno al grupo de aerolíneas se contuvo por el impacto que la guerra en la frontera este de Europa podría tener para la recuperación de su actividad.
Peor suerte corrió Cellnex, aunque al cierre consiguió colarse al lado alcista de la tabla. Subidas del 0,7% después de que su directiva haya asegurado que espera "varios años" más de números rojos para su balance a consecuencia del rápido ritmo de adquisición de activos que promueve para su crecimiento. La compañía de infraestructura de telecomunicaciones anunció pérdidas de 351 millones, a pesar de haber mejorado un 58% su facturación en el último ejercicio.
El cambio de rumbo en las gráficas de cotización se repitió en otros activos como el oro, que suavizó su cotización por debajo de los 1.885 dólares por onza.
Compra de bonos
Donde la tendencia se mantuvo fue en el mercado de renta fija. La búsqueda de refugio inversor en los bonos se aceleró al ponerse en duda que los bancos centrales puedan cumplir los calendarios de retirada que hasta la fecha venían barajando.
El bono español a diez años despidió la sesión en torno a tipos del 1,22%. Una cota que se tradujo en una prima de riesgo anclada a los 100 puntos básicos frente al 0,22% en que se instalaron los 'bunds' alemanes de referencia en el Viejo Continente.